ISSN: 1139-8736 Depósito Legal: B-37271-2002 Copyright: © Silvia Montero Martínez |
3.6.2 La teoría de los predicados
El punto de partida de la sintaxis léxica es la teoría de los predicados, cuya aplicación al fenómeno colocacional tendrá para nosotros repercusiones importantes, ya que nos permitirá abordarlo desde una perspectiva novedosa en este ámbito, desde una postura transcategorial en donde se dejan de lado las tradicionales tipologías morfosintácticas descritas hasta aquí y, en su lugar, se aplican las jerarquías de dependencia basadas en relaciones predicativas:
Lo que intentamos determinar realmente son clases de dependencia y no tipologías de locuciones basadas en clases distribucionales de palabras (Subirats 2001: 95, 96, énfasis añadido).
El concepto de 'predicado' está rodeado de cierta polémica. Según la sintaxis léxica de Subirats (2001) aunque tradicionalmente ha prevalecido la idea de que este concepto se identifica con el de verbo, el concepto de predicación es más amplio y abarca otro tipo de categorías gramaticales. Así, los predicados se definen como aquellas unidades que tienen un requerimiento argumental distinto de cero, es decir, su aparición depende de la entrada previa de otras unidades léxicas por lo que se diferencian de los argumentos, que no requieren la concurrencia de otras palabras. En el caso de los tradicionales predicados verbales, las marcas de número y persona (junto con las de tiempo y modo), se unen directamente a éstos, ya que su morfología les permite incorporarlas. Los predicados no verbales (nombres predicativos, adjetivos predicativos, grupos preposicionales predicativos...) se unen a una clase de verbos semánticamente vacíos que no son ni predicados ni argumentos, sino marcas de predicado y por tanto su significado es fundamentalmente aspectual. Puesto que sirven sólo de soporte para estas marcas, se denominan 'verbos de soporte' (Subirats 2001: 90):
(94)
tener aversión
ser capaz
prestar atención
Basándose en esta concepción de predicado, "el conjunto de oraciones de una lengua está constituido por proyecciones lineales de la relación de dependencia que se establece entre los elementos léxicos que constituyen dichas oraciones" (Subirats 2001: 28) y estas relaciones de dependencia se materializan entre predicados y argumentos, estableciéndose jerarquías en las que los predicados operan sobre sus argumentos. La teoría de los predicados surge como respuesta a los problemas que planteaba el modelo transformacional clásico (Harris 1968, 1981: 49-113) que partía de la hipótesis de que las oraciones estaban formadas a su vez por otras y, en consecuencia, el estudio de las oraciones de una lengua consistía en descomponerlas en sus oraciones integrantes. Dicha descomposición se realizaba mediante derivaciones, que se establecían cuando se detectaban diferencias formales constantes entre conjuntos de oraciones parafrásticas. Aquéllas que no eran susceptibles de ser descompuestas en oraciones más sencillas se denominaban oraciones nucleares e integraban un subconjunto, a partir del cual, se podían derivar las restantes oraciones de la lengua mediante la aplicación de transformaciones (Subirats 2001: 64). Sin embargo, este modelo planteaba dos problemas cuya solución motivó el desarrollo de la teoría de los predicados por parte de Harris (1981: 292-435, 1982, 1991). En primer lugar, el modelo clásico partía de la existencia previa de unas oraciones nucleares que, dado que no admitían una reducción transformacional, sólo se podían analizar distribucionalmente, descomponiendo una oración en sus constituyentes hasta llegar a las palabras, cuya pertenencia a una clase distribucional se había determinado previamente. El segundo problema es que no permitía ofrecer una explicación sintáctica del hecho de que se mantuviese el mismo significado entre las oraciones parafrásticas, que estaban relacionadas transformacionalmente.
En la teoría de los predicados, sin embargo, partiendo de las relaciones de dependencia y de la selección de los predicados del léxico, se generan las oraciones de base y, a partir de ellas, las oraciones derivadas mediante la aplicación de transformaciones (Subirats 2001: 64, 65) que no alteran la información que vehicula una oración. Por tanto, en el marco de esta teoría, las jerarquías de dependencia se proyectan mediante oraciones de base, proyecciones canónicas del requerimiento argumental de los predicados, y mediante realizaciones sintácticas alternativas de las jerarquías de predicación de las oraciones de base correspondientes. Éstas construcciones son semánticamente parafrásticas con las oraciones de base, ya que vehiculan la misma información que sus respectivas oraciones de partida, puesto que los cambios sistemáticos que introducen las transformaciones en las oraciones derivadas no alteran la relación de dependencia entre predicados y argumentos, que es la que determina la información oracional (Subirats 2001: 50). El uso de estas transformaciones en el estudio de la sintaxis significó un abandono del procedimiento distribucional.
De esta argumentación se concluye que no es necesario estudiar los predicados autónomos y todos sus derivados, puesto que estos últimos simplemente heredan las propiedades de los predicados de los que se derivan (Subirats 2000: 126). Así, al igual que en el MLF (§2.2), se tiene en cuenta el fenómeno de la herencia a partir de una estructuración previa que, para el propósito de esta tesis, implica que no será necesario describir y formalizar todas las posibles realizaciones combinatorias de los frasemas terminológicos que serán definidos como la proyección de unas jerarquías de predicación que se formalizan a través de una serie de combinaciones de categorías ontológicas (§5.3).
Para poder llevar a cabo una propuesta de estructuración conceptual basada en estos principios y poder representar terminográficamente estas unidades, se necesitará un sistema mucho más complejo que los convencionales cuyas limitaciones, sobre todo a la hora de tratar el fenómeno fraseológico, son importantes:
Awareness of collocational phenomena in terminology is by now mostly standard, it seems. But data models allowing the terminologist to adequately capture collocational knowledge in term banks, and tools to feed such termbanks are only upcoming and being used as prototypes. In these areas, we expect interesting developments over the next few years (Heid 2001: 806).
Respecto a la necesidad que menciona Heid (2001) de contar con bases de datos que permitan representar el conocimiento colocacional, la aportación del grupo ONCOTERM es la aplicación denominada ONTOTERM®, un gestor de base de datos terminológica basado en el conocimiento (Capítulo 4).
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