ISSN: 1139-8736
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5.6 Hacia una nueva regla de colocación

Comprobada la hipótesis en la mayoría de los casos, el hablante puede pasar a formular una nueva regla de colocación de los PAs respecto del verbo, en la que asocia, como hemos argumentado, la presencia de otro elemento delante del verbo con la anteposición del PA. Es de notar que el reanálisis de las oraciones con anteposición del PA y la nueva regla de colocación no resultan en cambios en el output, ya que el hablante sigue anteponiendo el PA en los mismos contextos que antes, si bien por otro motivo (cf. Heine et al. 1991: 215; Hopper & Closs Traugott 1993: 40).

Aunque teóricamente es posible que al introducirse la nueva regla de colocación ésta se aplique a todos los casos en que haya un elemento delante del verbo, es más lógico suponer que la misma gradualmente va extendiendo su terreno1, lo que resulta en una aplicación cada vez más general y, por consiguiente, un aumento gradual del porcentaje de anteposición general del PA. Esto es lo que precisamente reflejan los datos de las tablas 5.1 y 5.2.

En lo que sigue analizaremos cómo se desarrolla el proceso de la introducción y ampliación de la nueva regla de colocación.

Según la nueva regla la posición del PA delante o detrás del verbo depende de la presencia de otro(s) elemento(s) delante de ambos. Es de esperar que primero se aplica la regla en contextos muy claros, es decir, en contextos en que la presencia de otro(s) elemento(s) salte más a la vista.2 Esto será, sobre todo, cuando el elemento precedente consiste de más palabras, ya que, en general, más palabras implican un peso fonológico más grande que una sola palabra. La posibilidad, por lo tanto, de que se coloque el PA delante del verbo es más grande en caso de que haya más palabras delante del verbo y PA que en caso de que haya solamente una palabra delante de los mismos. Por eso, una correlación entre el número de palabras delante del verbo y PA (1 frente a > 1 palabra) y la posición de éste, en el sentido de que el porcentaje de anteposición es más bajo con una palabra delante del verbo que con más palabras delante del verbo, sería una comprobación del funcionamiento de la nueva regla de colocación. Por otra parte, es de esperar que si el verbo y PA están en primera posición absoluta, o sea, si no hay ninguna palabra precedente, el porcentaje de anteposición es aún más bajo que con una palabra precedente.

En la tabla 5.9 presentamos los datos del cálculo del número de palabras precedentes y la posición del PA en el conjunto de las oraciones principales. Como palabra precedente hemos contado cualquier palabra suelta que se encuentre delante del verbo y su PA, con tal de que aquélla y éstos formen parte de la misma oración principal, considerando, asimismo, como palabras precedentes las que pertenecen a una oración subordinada o cláusula absoluta, si ésta, por lo menos, sintácticamente depende de la oración principal en que se encuentran el verbo y su PA. Puesto que la nueva regla de colocación se basa en el número de palabras que precede al verbo y PA y puesto que en el conjunto de las oraciones principales las confirmaciones de dicha regla claramente superan las excepciones (cf. la tabla 5.8b), no es de esperar que haya mayores diferencias entre las categorías de variación por una parte y el conjunto de las oraciones principales por otra parte (véase la nota 4 aquí abajo). Hemos incluido los datos de Sumas, para poder comparar los del período de transición con los del período relativamente estable.

Tabla 5.9: % de anteposición (frente a posposición) y número de palabras precedentes al verbo y PA en las oraciones principales

% (N/tot.) Sumas Generaciones Varones Guerras
0 palabras 0% (54) 3% (1/38) 24% (9/37) 60% (21/35)3
1 71% (5/7) 100% (13) 100% (11) 100% (22)
> 1 37% (19/52) 69% (42/61) 88% (43/49) 98% (111/113)

Contrariamente a lo que esperábamos, el porcentaje de anteposición con 1 palabra precedente es más alto que el correspondiente con > 1 palabra precedente en todos los textos. En cambio, en todos los textos el porcentaje de anteposición si no precede ninguna palabra es el más bajo, lo que no debe sorprendernos dada la dependencia fonológica del PA y la falta de casos antepuestos en la categoría 4 de la tabla 4.1. del capítulo 4. Además, a través del tiempo vemos que el porcentaje de anteposición sube en las tres categorías distinguidas (0, 1 y > 1 palabra), del 0% al 3%, 24% y 60%, del 71% al 100% y del 37% al 69%, 88% y 98% respectivamente. Esto encaja con el aumento general del porcentaje de anteposición a través del tiempo (cf. la tabla 5.1).4

Es curioso que en todos los textos de la tabla 5.9 el porcentaje de anteposición con 1 palabra sea más alto que con > 1 palabra. Sin embargo, el hecho de que, por una parte, no se cumpla la expectativa en los cuatro textos, y que, por otra parte, los demás porcentajes muestren un panorama coherente, hace sospechar que la manera de clasificar los ejemplos de alguna manera ha influido en los resultados.

Como ya se ha dicho, todas las palabras sueltas que se encuentren delante del verbo y su PA cuentan como palabras precedentes, con tal de que formen parte de la principal en que figuran el verbo y el PA o de una subordinada que sintácticamente dependa de dicha principal. En las categorías 5 y 9 se trata de ejemplos con dos oraciones principales enlazadas por una conjunción coordinante, con el verbo y su PA en la segunda principal. Los constituyentes a la izquierda de la conjunción claramente forman parte de la primera principal, en tanto que los que se encuentran a la derecha de la conjunción pertenecen a la segunda principal. La conjunción coordinante, en su función de relacionador, tiene una posición intermedia, ya que no pertenece a la primera ni a la segunda principal (cf. Dik 1989: 339 y el apartado 4.6.4 del capítulo 4). De ahí que en el cálculo de la tabla 5.9 las conjunciones coordinantes no hayan contado como palabras precedentes, ya que no forman parte de la principal en que están el verbo y su PA. Sin embargo, a la hora de decidir si hay otro elemento delante del verbo, puede ser que se considere la conjunción coordinante como tal, dado que claramente no forma parte de la oración principal precedente.5 Esta ambigüedad puede haber incidido en los porcentajes de la tabla 5.9, sobre todo en los de 0 y 1 palabra.

Si hacemos el mismo cálculo incluyendo las conjunciones coordinantes entre las palabras que preceden al verbo y su PA, se presentan los siguientes resultados:

Tabla 5.10: % de anteposición (frente a posposición) y número de palabras precedentes al verbo y PA en las oraciones principales; las conjunciones coordinantes cuentan como palabras precedentes

% (N/tot.) Sumas Generaciones Varones Guerras
0 palabras 0% (3) 0% (16) 0% (6) 8% (1/12)
1 2% (1/52) 25% (7/28) 35% (12/34) 90% (28/31)
> 1 40% (23/58) 72% (49/68) 89% (51/57) 98% (125/127)

Dejando aparte Sumas, vemos ahora que el porcentaje de anteposición con 1 palabra precedente es más bajo que con > 1 palabra precedente, lo que esperábamos partiendo de la idea de que se antepone más el PA si el elemento precedente consiste de más palabras. Los demás resultados de la tabla 5.10 se comparan con los de la tabla 5.9, puesto que aquí también el porcentaje de anteposición si no precede ninguna palabra es el más bajo y a través del tiempo el porcentaje de anteposición sube en las tres categorías distinguidas.

Es probable, por lo tanto, que los porcentajes inesperados de la tabla 5.9 se deban a que las conjunciones coordinantes no se hayan tomado como palabras precedentes.6

La tabla 5.10 muestra también que en el siglo XV, en Generaciones y Varones, la posposición todavía es la norma si al verbo y su PA los precede 1 palabra, aunque ya se dan casos de anteposición en este contexto (constituyendo el 25% y el 35% respectivamente), en tanto que si el verbo está en primera posición la posposición es la única opción. Un siglo más tarde, en Guerras, el contexto de 1 palabra ya está invadido por el PA antepuesto (90%), mientras que la anteposición también empieza a manifestarse si el verbo está en primera posición (8%).

Incluimos Sumas en las tablas 5.9 y 5.10 para poder comparar el período estable del español antiguo con el período de transición. Era de esperar que no encontraríamos ninguna correlación entre el número de palabras precedentes y la posición del PA, puesto que suponemos que la nueva regla de colocación no se formula antes del siglo XV. Si bien en Sumas el porcentaje de anteposición con 1 palabra es más bajo que con > 1 palabra (tabla 5.10, el 2% frente al 40%), la diferencia de porcentaje entre 0 y 1 palabra es mínima (el 2% en la última categoría constituye un solo caso). Esto implica que el hecho de que haya un elemento delante del verbo y su PA, base de la nueva regla de colocación, en Sumas todavía no es motivo para anteponer el PA. El porcentaje del 40% con > 1 palabra es relativamente alto en comparación con los porcentajes de las otras dos categorías. Sin embargo, en esta categoría pueden hallarse ejemplos en que el motivo de anteposición es otro que la mera presencia de algunas palabras delante del verbo. Por ejemplo, es probable que estén incluidos aquí los casos de distancia referencial, es decir los casos en que hay una distancia de > 5 palabras entre el PA y su referente, lo que, como hemos visto, claramente favorece la anteposición.

Por el momento podemos tomar la diferencia de porcentajes entre 0, 1 y > 1 palabra como una confirmación de la existencia de una nueva regla de colocación del PA. Sin embargo, sería interesante si al analizar más el grupo de > 1 palabra también encontráramos una correlación entre el número de palabras y la posición del PA. Por eso, en la tabla 5.11 presentamos los datos de la tabla 5.10 de los tres textos del período de transición, divididos el grupo de > 1 palabra en 2 a > 5 palabras.

Aquí también sería lógico que a través del tiempo el porcentaje de anteposición del PA para cada número de palabras precedentes aumentara según fuera más reciente el texto analizado. Además, es probable, si nuestra hipótesis acerca de la extensión de la anteposición del PA en relación con el número de palabras precedentes al verbo y PA es correcta, que dentro de un texto el porcentaje de anteposición aumente según suba el número de palabras precedentes.

Tabla 5.11: % de anteposición (frente a posposición) y número de palabras precedentes al verbo y PA en las oraciones principales

% (N/tot.) Generaciones Varones Guerras
0 palabras 0% (16) 0% (6) 8% (1/12)
1 25% (7/28) 35% (12/34) 90% (28/31)
2 100% (11) 100% (8) 97% (29/30)
3 50% (4/8) 100% (7) 100% (18)
4 83% (5/6) 100% (7) 100% (12)
5 80% (4/5) 75% (3/4) 100% (19)
> 5 66% (25/38) 84% (26/31) 98% (47/48)

Como se puede ver, en líneas generales se confirma la expectativa de que para cada número de palabras a través de los textos aumenta el porcentaje de anteposición del PA. Hay dos casos que no se ajustan a la expectativa, a saber, un caso de posposición con 2 palabras en Guerras, siendo el porcentaje de anteposición allí el 97% (en Varones, el texto anterior, el porcentaje correspondiente es del 100%) y un caso de posposición con 5 palabras en Varones, siendo el porcentaje de anteposición allí el 75% (en Generaciones, el texto anterior, el porcentaje correspondiente es del 80%). Los dos ejemplos rezan como sigue:

(1) Y ansí luego se retiró afuera, diciendo:
-Valeroso Muza, paréceme que para negocios de fiestas hacer tan sangrienta batalla como hacemos, no es justo; ... (Guerras, p. 33, l. 28)

(2) E este rey, seyendo príncipe, diole el rey su padre la ciudad de Segouia, ... (Varones, p. 10, l. 1)

En el caso de Guerras se trata de un vocativo (Valeroso Muza) que se encuentra delante del verbo y su PA. Como hemos dicho en el apartado 4.6.5 del capítulo 4, los vocativos son constituyentes extraoracionales que no forman parte de la oración con la que están asociados (Dik 1989: 264-265). Separan sintácticamente lo que los precede de lo que los sigue. En el ejemplo (1), por lo tanto, el verbo podría considerarse el primer constituyente de la oración, lo que, como hemos visto en la tabla 5.10, favorece la posposición del PA. El caso de Guerras de posposición con 2 palabras precedentes, por lo tanto, deja de ser sorprendente si tomamos en cuenta la función sintáctica del elemento precedente.

En el ejemplo (2) precede al verbo y su PA una cláusula (seyendo príncipe) que modifica el complemento este rey. En las tablas anteriores hemos calculado como palabras precedentes las de las oraciones subordinadas y cláusulas absolutas precedentes si éstas semántica y sintácticamente dependen de la oración principal en que se encuentran el verbo y PA. Sin embargo, dichas categorías se prestan a una interpretación doble, ya que también se puede argumentar que el verbo y su PA se encuentran en primera posición de la principal y que en la misma principal no los preceden otros elementos. En el ejemplo (2), además, a pesar de que la principal empieza con un complemento en posición preverbal, éste está separado sintácticamente del resto de la oración principal por la cláusula, por lo cual el verbo dio parece ser el primer constituyente de la principal.7 De ahí que no sea de extrañar que en el ejemplo (2) el PA aparezca detrás del verbo.8

Si bien parece que la segunda expectativa de que dentro de un texto aumenta el porcentaje de anteposición según suba el número de palabras precedentes, no se cumple, esto se debe en gran parte a la presencia de unas oraciones subordinadas y cláusulas absolutas precedentes. Como ya hemos dicho antes, dichas categorías de oraciones pueden verse como constituyentes que forman parte de la oración principal y así se consideran como elementos precedentes al verbo y su PA o como constituyentes que sintácticamente dependen de la principal pero que no están integrados en ella como, por ejemplo, los complementos.9 Si se hace el mismo cálculo sin tomar en cuenta los casos de oraciones subordinadas y cláusulas absolutas se presentan los siguientes porcentajes:

Tabla 5.12: % de anteposición (frente a posposición) y número de palabras precedentes al verbo y PA en las oraciones principales, excluidos los casos de oraciones subordinadas y cláusulas absolutas precedentes

% (N/tot.) Generaciones Varones Guerras
0 palabras 0% (16) 0% (6) 8% (1/12)
1 25% (7/28) 35% (12/34) 90% (28/31)
2 100% (11) 100% (8) 97% (28/29)
3 67% (4/6) 100% (7) 100% (17)
4 100% (4) 100% (7) 100% (7)
5 100% (4) 100% (3) 100% (16)
> 5 86% (24/28) 100% (11) 100% (18)

En la tabla 5.10 -que incluía las oraciones subordinadas y cláusulas absolutas precedentes- ya habíamos visto que con > 1 palabra precedente se prefería la anteposición. La tabla 5.12 muestra que a partir de 2 palabras precedentes la anteposición es absoluta en Varones y casi absoluta en los otros dos textos; en Generaciones hay 6 casos en total que no siguen la tendencia (2 casos de posposición con 3 palabras precedentes y 4 casos de posposición con > 5 palabras precedentes), los que por el momento no tienen explicación, y el único caso de posposición con 2 palabras en Guerras es el del vocativo, discutido aquí arriba. Dada esta preferencia casi absoluta por el PA antepuesto, la tabla 5.12 no permite comprobar, como esperábamos, que el porcentaje de anteposición aumenta según suba el número de palabras precedentes. En cambio, la tabla 5.12 sí muestra que la aparente tendencia contraria de que el porcentaje de anteposición baje con un número más grande de palabras precedentes, tal como se observa en la tabla 5.11, en realidad no existe, o, por lo menos, se debe a las oraciones subordinadas y cláusulas absolutas en el corpus.

El que las oraciones subordinadas y cláusulas absolutas precedentes constituyan una categoría ambigua, susceptible a una doble interpretación por lo que se refiere a la posición del verbo en la oración (en primera frente a no primera posición) lo sugiere también el último ejemplo de posposición en una oración subordinada, que proviene de Varones:

(3) Entre las cuales acaesció que entrando una vez en el reino de Granada con toda la gente de su capitanía a fazer guerra a una tierra que dizen el Exerquía, que es cercana a la mar, e confina con la ciudad de Málaga, como fué sentido por los moros que en aquellas partes moran, juntáronse grand multitud dellos, ... (Varones, p. 50, l. 10)

En (3) la oración subordinada juntáronse grand multitud dellos, ... sintácticamente depende de la forma verbal acaesció que. Sin embargo, entre los mismos se encuentran varias oraciones subordinadas y una cláusula absoluta. Por eso, es posible que la noción de subordinación haya disminuido tanto que parece que con la forma verbal juntáronse empieza la oración principal, precedida por varias subordinadas. En tal caso juntáronse se encuentra en primera posición de la oración, lo que hasta en Guerras mayoritariamente conlleva a la posposición del PA. De ahí que no sea de extrañar que en el ejemplo (3) el PA aparezca detrás del verbo.10

Las tablas 5.10 y 5.12 confirman nuestra hipótesis acerca de una nueva regla de colocación a partir del siglo XV, en la que la posición del PA depende de la presencia de otro(s) elemento(s) que precede(n) al verbo. Los datos demuestran que la selección de contextos por los que se extiende el uso de la anteposición no se hace de manera arbitraria sino que sigue un camino lógico y ordenado, de > 1 a 1 y 0 palabras precedentes, es decir, de mayor a menor prominencia del elemento precedente.11


NOTAS

1 Cf. Aitchison (1991: 101), que afirma que los cambios sintácticos en principio pueden producirse de cuatro maneras: 1. introducción rápida, extensión rápida; 2. introducción rápida, extensión gradual; 3. introducción gradual, extensión rápida; 4. introducción gradual, extensión gradual. A base de varios ejemplos Aitchison concluye que sólo se da la última posibilidad, es decir, la introducción y extensión gradual de un cambio.

2 Cf. Timberlake (1977), que sostiene que la actualización de un cambio, es decir, la introducción gradual de las consecuencias que surgen a raíz de un reanálisis, se hace ver más pronto en contextos más naturales para el cambio, o sea, contextos que son más compatibles con él. Para un ejemplo muy bonito del español antiguo en que la forma innovadora se extiende por contextos cada vez menos específicos, veáse García (1991).

3 Pueden sorprender los porcentajes de anteposición en Generaciones, Varones y Guerras con 0 palabras, ya que no hemos registrado ningún caso de anteposición en la categoría 4 (cf. la tabla 4.1 del capítulo 4), cuando el verbo está en posición inicial absoluta. No obstante, los casos de anteposición con 0 palabras son los en que precede la conjunción e o mas o en que se trata de una unión paratáctica. En todos esos casos lo que precede no forma parte de la oración principal en la que están el verbo y su PA, motivo por el cual han sido incorporados en la categoría de 0 palabras precedentes. Como se puede ver en la misma tabla 4.1 (y en la tabla 5.I para Generaciones) detrás de las conjunciones mencionadas y en caso de unión paratáctica sí hemos registrado la anteposición.

4 A modo de comparación presentamos aquí el mismo cálculo para las categorías de variación.

Tabla 5.III: % de anteposición y número de palabras precedentes al verbo y PA en las categorías 9 a 13 de las oraciones principales

% (N/tot.) Sumas Generaciones Varones Guerras
0 palabras 0% (50) 0% (19) 32% (9/28) 91% (20/22)
1 67% (4/6) 100% (7) 100% (2) 100% (20)
> 1 34% (15/44) 58% (25/43) 87% (40/46) 99% (101/102)

Si comparamos los datos de las tablas 5.9 y 5.III vemos, en efecto, que no hay mayor diferencia entre las categorías 9 a 13 y el conjunto de las oraciones principales. En las categorías 9 a 13 tampoco se cumple la expectativa de que el porcentaje de anteposición con 1 palabra precedente será más bajo que el correspondiente con > 1 palabra precedente; se cumple la expectativa de que el porcentaje de anteposición con 0 palabras será el más bajo y a través del tiempo se ve un aumento del porcentaje de anteposición en las tres categorías de 0, 1 y > 1 palabra.

5 Obsérvese que la conjunción coordinante puede aparecer al principio de la oración pero nunca al final de la misma, motivo por el cual es más probable que se considere la conjunción como primer constituyente de la segunda oración principal que como último constituyente de la primera oración principal. Cf.

... fuxo a aquel logar cuydando se amparar y. Mas quando sopo que Hercules yua enpos el, nol oso y atender, ... (Crónica p. 10, l. 52 (a))
..., ca sin falla tod aquella tierra mas la gano el por premia que por amor. E desque ouo esto fecho, ... (Crónica, p. 10, l. 39 (b))

6 Para ser completo presentamos también los porcentajes de 0, 1 y > 1 palabra precedente en las categorías 9 a 13, tomando en cuenta como palabra precedente las conjunciones coordinantes (cf. la tabla 5.III de la nota 4).

Tabla 5.IV: % de anteposición y número de palabras precedentes al verbo y PA en las categorías 9 a 13 de las oraciones principales; las conjunciones coordinantes cuentan como palabras precedentes

% (N/tot.) Sumas Generaciones Varones Guerras
0 palabras - - - -
1 2% (1/51) 14% (3/22) 32% (9/28) 93% (27/29)
> 1 37% (18/49) 62% (29/47) 88% (42/48) 99% (114/115)

Como se puede ver, al contar las conjunciones coordinantes como palabra precedente, en las categorías 9 a 13 el porcentaje de anteposición con 1 palabra es más bajo que el correspondiente con > 1 palabra, igual que en el conjunto de las oraciones principales.

7 Es interesante que el complemento que precede al verbo (este rey) se retoma por medio del PA le. El ejemplo (2), por lo tanto, si bien está clasificado como un caso de cláusula absoluta precedente, también es un caso de reduplicación, categoría que hasta Guerras sólo muestra posposición (cf. la tabla 4.1 del capítulo 4, categoría 8).

8 Es verdad que en la sección 4.7 del capítulo 4 hemos argumentado que con una oración subordinada o cláusula absoluta precedente se puede anteponer el PA por motivos pragmáticos, puesto que aquélla sintáctica y semánticamente forma parte de la principal en que se encuentran el verbo y su PA y así puede servir de apoyo fonológico para el PA. La presencia de una oración subordinada o cláusula absoluta delante del verbo y el PA, sin embargo, no exige la anteposición, sino que sólo la permite.

9 Cf. de Dardel & de Kok (1996: 148-149), que argumentan que el surgimiento del PA en posición inicial absoluta (la fase VI en su hipótesis) en las distintas lenguas románicas puede deberse a que a la palabra tónica delante del verbo y su PA antepuesto se empieza a añadir una oración subordinada relativa o circunstancial. De ahí que a partir de ejemplos como L'homme me vit surjan ejemplos como L'homme <qui venait> me vit y L'homme <, quand il fut arrivé,> me vit. Además, señalan un paralelismo entre la oración subordinada circunstancial y el primer constituyente mayor (sujeto, objeto o atributo) de una oración principal y añaden que el hecho de que la subordinada circunstancial pueda considerarse como una oración o como un complemento circunstancial dentro de la oración principal, también puede haber favorecido la aparición del PA en posición inicial absoluta.

10 Granberg (1988: 120-122) sostiene que al utilizar la sintaxis de la oración principal (es decir posponiendo el PA) los autores podían dar más autoridad a sus afirmaciones. Según él, este fenómeno se da, entre otros, en oraciones subordinadas que dependen del verbo acaeçer que. No estamos de acuerdo con él, puesto que, como hemos argumentado, la posposición del PA en un ejemplo como (3) se debe más bien a la distancia entre la conjunción subordinante y la forma verbal por un lado y la presencia de varias oraciones subordinadas precedentes por otro lado, por lo cual parece que la forma verbal en cuestión está en posición inicial.

11 Cf. Aitchison (1991: 101): «Changes move outward and onward in an ordered way. Within the language, they saturate one linguistic environment at a time.»

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