ISSN: 1139-8736
Depósito Legal: B-39198-99

5.5 Reinterpretación del motivo de anteposición

Como ya hemos dicho en varias ocasiones, mientras que hasta el siglo XV en las oraciones principales la posición delante del verbo es la posición marcada, tanto en las principales en general como en las categorías de variación, a partir del siglo XV dicha posición deja de ser numéricamente marcada, tanto en el conjunto de las oraciones principales como en las categorías 9 a 13. En la tabla 5.7 resumimos los datos relevantes:

Tabla 5.7: % de anteposición (frente a posposición) del PA en las oraciones principales en general y en las categorías 9 a 13

% (N/tot.) Fazienda Crónica Sumas Generaciones Varones Guerras
princ. general 18% (38/212) 15% (20/136) 21% (24/113) 50% (56/112) 65% (63/97) 91% (154/170)
princ. cat. 9-13 15% (23/152) 11% (14/125) 19% (19/100) 46% (32/69) 67% (51/76) 98% (141/144)

Si bien el aumento de los PAs antepuestos a partir del siglo XV es el reflejo de una aplicación más frecuente del principio pragmático, especialmente una interpretación más amplia de la distancia referencial, por eso a lo largo del siglo XV la anteposición deja de ser la posición marcada en contextos en que antes lo era y, consiguientemente, va perdiendo su función pragmática especial de advertencia. En tal situación es posible que en la oraciones de las categorías 9 a 13 ya no se reconoce el motivo original de la anteposición de los PAs y que se llegue a interpretar dicho fenómeno de otra manera, precisamente porque las estructuras son ambiguas y se prestan a más de un análisis (cf. Timberlake 1977).

Tal reinterpretación se basaría en cierto(s) aspecto(s) del contexto que casualmente coincidiera(n) con el PA antepuesto, sin que necesariamente hubiera una relación directa entre aquél(los) y la posición del PA. Se podría llegar a asociar dicho(s) aspecto(s) con la anteposición del PA, precisamente porque el motivo original de la anteposición del PA había dejado de sobresalir.

Puesto que en las categorías 9 a 13 de las oraciones principales, en las que desde el texto más antiguo ha habido variación de colocación, se ha observado un aumento de la influencia del factor de distancia referencial y, por consecuencia, un aumento del porcentaje de anteposición (cf. las tablas 5.2 y 5.7), es probable que allí se origine la reinterpretación del motivo original de anteposición del PA. De ahí que nos fijemos primero en esos contextos.

Hemos visto que en el período en que es vigente el factor de la distancia referencial la anteposición del PA se da sobre todo cuando hay > 5 palabras entre el PA y su referente. Dado que en nuestros ejemplos el referente siempre precede al PA, dicha distancia en la mayoría de los casos implica la presencia de uno o varios elementos delante del PA. Si en un momento dado el PA antepuesto deja de ser marcado numéricamente, perdiendo a la vez su función pragmática especial, es posible que se llegue a asociar la anteposición del PA con la presencia de otro(s) elemento(s) delante del mismo, algo que sí sigue siendo visible. Entonces ya no se toma como motivo principal de la anteposición el hecho de que el PA y su referente estén separadas sino el mero hecho de que el PA esté precedido por otros(s) elemento(s).

Supongamos, por un momento, que a base del input de las categorías 9 a 13 un hablante llegue a formular una hipótesis acerca del (nuevo) motivo de la anteposición del PA en dichos contextos, asociando la presencia de otro(s) elemento(s) delante del PA con dicha posición. En el resto del input, y más específicamente en el resto de las oraciones principales con un PA, dicho hablante encontrará numerosos casos que confirman su hipótesis. En las principales con anteposición absoluta siempre hay un elemento delante del PA, bien una negación, bien un pronombre interrogativo, bien un complemento (in)directo (cf. la tabla 4.1 del capítulo 4, categorías 1 a 3). Asimismo, dado que en el español antiguo el PA carece de independencia fonológica y siempre necesita apoyarse enclíticamente en otro elemento, en todo el input faltan casos en que el PA se encuentre en posición inicial absoluta (cf. la tabla 4.1 del capítulo 4, categoría 4). Por lo tanto, en dicho tipo de oraciones la posposición del PA coincide con la falta de un elemento delante del PA, lo que de manera inversa también confirma la hipótesis del hablante acerca del (nuevo) motivo de anteposición. Además, extendiendo el input a las oraciones subordinadas, la anteposición del PA casi absoluta allí coincide con la presencia de por lo menos un elemento delante del PA, ya que en dicha clase de oraciones la P1 siempre se llena con una conjunción o pronombre relativo.

Por otra parte, en el mismo input el hablante tendría que encontrar pocos casos de posposición del PA con un elemento delante del verbo, puesto que éstos, tomando en cuenta su hipótesis, constituirían «excepciones» que la invalidarían.

Por lo tanto, si la asociación entre la anteposición del PA y la presencia de un elemento delante del mismo es correcta, es de esperar que en el siglo XV, período en que tendría que producirse tal asociación, el porcentaje de casos que corroboran la misma será relativamente alto, en tanto que el porcentaje de casos que la invalidan será relativamente bajo.

Como confirmaciones hemos clasificado todos los casos en que hay uno o más elementos delante del verbo (cf. la tabla 4.1 del capítulo 4, categorías 1 a 3, 6, 8, 10 a 13 y II)15 y el PA se encuentra en anteposición y todos los casos en que no hay ningún elemento delante del verbo (cf. la tabla 4.1 del capítulo 4, categorías 4, 5, 7 y 9)2 y el PA se encuentra en posposición; como excepciones cuentan todos los casos en que hay uno o más elementos delante del verbo y el PA se encuentra en posposición y todos los casos en que no hay ningún elemento delante del verbo y el PA se encuentra en anteposición. En la tabla 5.8a se encuentran los resultados de dicho cálculo para las categorías de variación, en 5.8b hemos tomado en cuenta todas las oraciones principales, incluyendo en 5.8c, además, las subordinadas; para cada cálculo hemos seguido los mismos criterios acerca de las confirmaciones y excepciones. A pesar de que el aumento de la anteposición no se da hasta el siglo XV, el período de transición, hemos añadido los datos de Sumas, para poder comparar (parte de) el período más antiguo, relativamente estable, con el de transición.

Tabla 5.8a: % de confirmaciones y excepciones de la hipótesis acerca de la presencia de otro elemento delante del verbo y anteposición del PA en las categorías 9 a 13 de las oraciones principales

% (N/tot.) Sumas Generaciones Varones Guerras
confirmaciones en princ. cat. 9-13 69% (69/100) 74% (51/69) 80% (61/76) 85% (123/144)
excepciones en princ. cat. 9-13 31% (31/100) 26% (18/69) 20% (15/76) 15% (21/144)

Tabla 5.8b: % de confirmaciones y excepciones de la hipótesis acerca de la presencia de otro elemento delante del verbo y anteposición del PA en las oraciones principales

% (N/tot.) Sumas Generaciones Varones Guerras
confirmaciones en princ. 69% (78/113) 82% (92/112) 81% (79/97) 86% (147/170)
excepciones en princ. 31% (35/113) 18% (20/112) 19% (18/97) 14% (23/170)

Tabla 5.8c: % de confirmaciones y excepciones de la hipótesis acerca de la presencia de otro elemento delante del verbo y anteposición del PA en las oraciones principales y subordinadas

% (N/tot.) Sumas Generaciones Varones Guerras
confirmaciones en princ. y subord. 83% (232/281) 92% (277/300) 93% (241/260) 93% (296/319)
excepciones en princ. y subord. 17% (49/281) 8% (23/300) 7% (19/260) 7% (23/319)

La tabla 5.8a muestra que en las categorías de variación la presencia de algún elemento delante del verbo y su PA coincide en la gran mayoría de los casos con la anteposición de éste (las confirmaciones de la hipótesis). De la misma manera, las confirmaciones de la hipótesis constituyen una mayoría en las oraciones principales en general (tabla 5.8b) y en el total del input que el hablante tiene a su disposición para comprobar su hipótesis (tabla 5.8c). Obsérvese que sobre todo en el total del input los casos que invalidan la hipótesis son muy escasos (a partir del siglo XV menos del 10%).

Se puede concluir, por lo tanto, que un hablante del siglo XV que ya no reconoce el motivo original de la anteposición del PA y llega a asociar dicha posición con la presencia de otro elemento delante del verbo, se encuentra con relativamente pocos casos que vayan en contra de dicha asociación.

Por otra parte, los porcentajes de Sumas muestran que las condiciones para la reinterpretación del motivo original de anteposición del PA ya están presentes en la lengua antes del siglo XV, es decir, antes de que se suponga que dicha reinterpretación tuvo lugar. Esto encaja con la idea de que la reinterpretación se basa en cierto(s) aspecto(s) del contexto que casualmente coincidan con el PA antepuesto; dicho(s) aspecto(s), lógicamente, no surgen en el momento mismo de la reinterpretación, sino que ya están presentes antes. No obstante, no es probable que se llegue a formular la nueva hipótesis acerca de la relación entre la posición del PA y la presencia de un elemento precedente antes del siglo XV, ya que sólo cuando el PA antepuesto deje de ser la forma marcada y pierda su función de advertencia el hablante puede interpretar las oraciones de las categorías 9 a 13 de manera diferente.


NOTAS

1 En este grupo están incluidos los ejemplos de la categoría 10, en la que al verbo y PA los precede una oración subordinada o cláusula absoluta que sintácticamente depende de la principal en la que se encuentran los mismos. Si bien la subordinada no está incluida en la principal, sintácticamente sí forma parte de la misma, igual que, por ejemplo, un complemento adverbial o preposicional.

2 De acuerdo con el análisis de Dik (1989: 339-340, 346-347) de relacionadores y relata consideramos los ejemplos de la categoría 7, en la que al verbo y PA los precede otra oración principal unida paratácticamente, como casos en que no hay ningún elemento delante del verbo, puesto que lo que precede sintácticamente pertenece a otra oración principal. Asimismo, incluimos las categorías 5 y 9, en las que al verbo y PA los precede una conjunción coordinante (pero/mas y e respectivamente). Como hemos visto, estos relacionadores se encuentran entre sus dos relata sin formar parte de ninguno de los dos.

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