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2.4.1 Tipos de definición
En Wright y Budin (1997: 337), los sistemas conceptuales y, por lo tanto, las definiciones en terminografía están basados principalmente en la extensión y la intensión de los conceptos, lo que hace que podamos hablar de definiciones terminográficas extensionales y definiciones terminográficas intensionales.
La intensión de un concepto es el conjunto de características que lo constituyen. Por ejemplo, para los habitantes de países con climas polares, la intensión del concepto invierno incluye: temperaturas bajas, hielo, viento, frío y nieve, entre otros (Wright y Budin 1997: 339). Las definiciones intensionales, pues, se basan en la enumeración de estas características y son el tipo de definiciones más comunes en terminografía (Rey 1995: 43). Por otro lado, las definiciones también pueden enumerar la extensión de un concepto, en otras palabras, la totalidad de los objetos a los que ese concepto se refiere. El ejemplo clásico de una definición extensional es la que se facilita para el concepto planet, en (De Bessé 1997: 68):
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planet
The planets of the solar system are Mercury, Venus, Earth, Mars, Jupiter, Saturn, Uranus Neptune and Pluto.
Por otro lado, una definición terminográfica partitiva enumera todas las partes que constituyen el todo. Si esta misma definición que hemos facilitado arriba fuera de solar system, en lugar de ser de planet, la definición ya no sería extensional, sino partitiva (Wright y Budin 1997: 339).
Las definiciones extensionales y partitivas pueden resultar muy útiles para la comprensión del concepto a definir. Sin embargo, son menos utilizadas que las intensionales, ya que en ocasiones puede resultar muy difícil enumerar todos los ejemplos o todas las partes de un concepto. Otras veces no es que sea difícil, sino absurdo intentar enumerar la extensión; por ejemplo, en el concepto hígado no ayuda a la comprensión una disección fisiológica del hígado. Quizá pueda ser mucho más interesante señalar que se trata de un órgano y que cuenta con una funcionalidad como parte del cuerpo humano.
No debemos olvidar que una definición extensional tan sólo es posible en taxonomías muy bien delimitadas, que sean fiel reflejo de una jerarquía conceptual concreta. Este tipo de taxonomías no suelen existir ni en el lenguaje general ni en el especializado, por mucho que se pretenda extender la idea de éste como un vocabulario nítidamente estructurado. Como afirma Rey (1995: 42), al estar la definición formada por palabras pertenecientes al lenguaje natural, ésta se encuentra condicionada por las mismas ambigüedades, polisemias y connotaciones propias de cualquier lengua. La definición podrá superar estas dificultades que vienen dadas por el propio medio de expresión, pero nunca podrá escapar de ellas.
De Bessé (1997), por otro lado, considera que la diferencia clave que clasifica el tipo de definición es la naturaleza descriptiva o prescriptiva de la misma. El hecho de que De Bessé, como vimos en §1.4.2.1, no comparta la opinión generalizada de que la terminología se ocupa del aspecto teórico, mientras que la terminografía lo hace del práctico, determina su visión de la definición. Así, para él existen definiciones terminográficas en contraposición a las definiciones terminológicas. Las primeras tienen como objetivo describir los conceptos que pertenecen a un sistema ya existente, mientras que las definiciones terminológicas tienen la potestad de crear conceptos y nombrarlos. En el caso de la elaboración de la estructura definicional terminográfica, se trata de un trabajo meramente descriptivo que llevan a cabo los terminógrafos. Por el contrario, en la elaboración de la arquitectura definicional terminológica, los terminólogos en primer lugar, clasifican los objetos de acuerdo a un campo de conocimiento antes de proceder a nombrarlos. Este tipo de definiciones prescriptivas se formulan por legisladores, normalizadores u organizaciones estandarizadoras creadas a tal efecto (De Bessé 1997: 65).
Por otro lado, a juicio de Sager (1996: 47) existen tres tipos de definición: la terminológica, la intensional y la enciclopédica. Comenzando por las dos últimas, la definición intensional es la utilizada por los expertos para determinar la referencia específica de un término. La definición que ofrece la base de datos Medline®, a la que nos referiremos en §4.4.3, servirá como ejemplo para ilustrar lo que Sager entiende por definición intensional:
Figura 2.4: Definición de la base de datos Medline®
Como se puede observar en la Figura 2.4 al mismo tiempo que se facilita una definición nuclear de neoplasm: new abnormal growth of tissue, se incluye una frase en la que se establecen distintas relaciones que el término mantiene con otros términos. En una definición intensional, como la que se muestra, la exposición de las distintas relaciones no es de ninguna manera exhaustiva. El autor de la definición ha recogido tan sólo las relaciones que, a su juicio, son las más relevantes para el experto. Al mismo tiempo, en aras de la claridad, a la definición al término le corresponde un código alfanumérico, indicativo de su posición con respecto al resto de los términos así como un árbol organizado jerárquicamente1.
En cuanto al tercer tipo de definición según Sager (1996:47), la definición enciclopédica, se corresponde con la definición de palabras generales. Veamos un ejemplo de la entrada lexicográfica cáncer, según el Diccionario de Uso del Español de María Moliner (edición electrónica):
Figura 2.5: Entrada de cáncer en el DUE
En este tipo de entrada lexicográfica, se incluyen las distintas acepciones de cáncer. En la que podríamos calificar como de terminográfica, se limita a facilitar dos palabras relacionadas y definir cáncer como tumor grave. Este tercer tipo de definición, es útil para el usuario lego y no para el especializado (Sager 1996:47).
Por último, volviendo al tipo de definición objeto de nuestro estudio, hablaremos de la definición terminológica descrita por Sager. En este caso, se presupone que el usuario sabe la intensión del término que se obtiene de las definiciones existentes en los contextos, consultas a especialistas y a través del conocimiento del objeto de estudio. Su función es destacar las características esenciales de la intensión y delimitar la extensión por medio de referencias a otros términos. Sager ilustra con el siguiente esquema la estructura ideal de dicho tipo de definición:
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X is a type of Y differentiated from the other co-types Z and G by ...
A is a part of B, differentiated from the other parts C, D and E by...
Sager (1996: 48)
Como ya hemos indicado, tales definiciones terminográficas (Sager 1996: 48) presuponen que el usuario está familiarizado con el dominio de especialidad ya que los términos que se han utilizado en la definición (Y, Z, G y B, C, D, E) están al mismo nivel de especialización que el término que se pretende definir (X y A).
Este esquema, aunque innovador desde el punto de vista terminográfico, cuenta con una larga historia en la literatura sobre lexicografía. No es más que una de las posibles formalizaciones de las relaciones taxonómicas de hiponimia y de meronimia, dejando al margen relaciones tan productivas como las no-jerárquicas.
Como último ejemplo de tipos de definición en terminografía, hemos dejado la contribución del equipo GALEN, en el dominio biomédico. En Rector (1995: 21) se propone la estructura jerárquica y más concretamente la taxonomía, como la mejor forma de expresar lo que él denomina relaciones transitivas (véase §2.4.3). No es que existan diferentes tipos de definición como ocurría en Sager (1996) sino que se puede estructurar la definición terminográfica de diferente forma dependiendo del concepto que se intente definir. Así, un concepto se puede definir funcional o estructuralmente (Rector 1995: 22). El modelo CORE de GALEN (§4.4.2.1), incorpora estos dos tipos de definición, con el inconveniente, como veremos más adelante, de que la elección de un tipo de definición descarta automáticamente la otra forma de estructuración. Así, las definiciones funcionales, como la del sistema digestivo o prueba diagnóstica, por ejemplo, están compuestas de entidades con el requisito "función", mientras que las definiciones estructurales, como es el caso del esqueleto o del aparato diagnóstico, el sistema las procesa simplemente como colecciones (Rector 1995: 23).
El interés que para el equipo GALEN suscitan los tipos de relaciones conceptuales que se formalizan en la estructura definicional, hace que este proyecto sea uno de los más relevantes dentro del ámbito de la terminografía. Nunca antes se había tratado de forma tan exhaustiva la inclusión, en la arquitectura definicional, de relaciones conceptuales formalizadas mediante el lenguaje natural y procesables desde el punto de vista informático. El potencial informativo de la definición está empezando a ser reconocido por la comunidad terminográfica internacional a partir de la implementación de este proyecto (Rogers et al. 1998: 849).
No obstante, el claro éxito de dicho proyecto no implica que esté exento de críticas y de posibles mejoras. El hecho de determinar a priori si la definición va a ser estructural o funcional y la imposibilidad de tratar informáticamente ambas opciones de forma simultánea, limita la información que llega al usuario. Si bien es cierto que en toda definición unas relaciones son más pertinentes o más informativas que otras a priori, es el usuario, en última instancia, quien decide qué tipo de información desea marcar como más importante.
Aunque para la mayoría de los usuarios una definición estructural de prueba diagnóstica no sea relevante, puede darse el caso de que algunos necesiten saber de qué se compone dicha prueba diagnóstica y no sólo para qué sirve. Si el terminógrafo ha decidido de antemano que la definición de prueba diagnóstica va a estar sesgada, ya que no incluye la composición del concepto, el usuario no podrá acceder a esa información, que es precisamente la que necesita. En otras palabras, establecer la diferenciación entre funcional y estructural puede que sea acertado sólo cuando tenemos en mente a un tipo determinado de usuario.
Lo que sí está claro es que la naturaleza de la definición terminográfica dependerá en gran medida del objetivo de la aplicación o sistema de gestión, por un lado, y del dominio de conocimiento, por otro:
The nature of terminological definitions is finally determined by the nature of the systems envisaged for particular subject fields, and by the classes of objects in question (Rey 1995: 43).
No contarán con el mismo tipo de arquitectura definicional un diccionario especializado multilingüe de ciencias sociales, en formato papel, que una aplicación basada en el conocimiento como la de OntoTerm®.
Al contar con una gama relativamente amplia de tipos de usuario, nuestra propuesta es, por un lado, formalizar la mayor parte de relaciones conceptuales posibles y, por otro, que sea el usuario el que marque la información relevante o simplemente necesaria. Debido a la importancia de este tipo de formalización, hemos visto la necesidad de incluir un apartado dedicado exclusivamente a los tipos de relaciones conceptuales y las diversas propuestas para su lexicalización en la definición terminográfica.
NOTAS
1 Para una explicación más detallada de la estructuración definicional en la base de datos Medline, véase el Capítulo 4.
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