ISSN: 1139-8736
Depósito Legal: B-35783-2001

1.4.3 Un mismo marco teórico unificador: la lexicografía especializada o lexicología terminográfica

Según la postura del grupo de investigación oncoterm, no se justifica la dicotomía entre lexicología y terminología, por un lado y entre lexicografía y terminografía, por otro, según la cual las logías y grafías se conciben como la rama teórica y aplicada de dos disciplinas con principios teóricos y metodologías dispares.

De la misma forma que, en un principio, el léxico no era objeto de estudio para después constituirse en centro de la atención de las corrientes panlexicistas, en la lexicología no ha mostrado gran interés por el léxico especializado hasta la fecha. Se ha apelado a una disciplina autónoma, la terminología. Sin embargo, no vemos la funcionalidad de la coexistencia de dos marcos teóricos para explicar un solo fenómeno, aunque con distintas formalizaciones, pero en definitiva un mismo fenómeno: vehicular conocimiento mediante el uso de unidades léxicas.

Defendemos pues que la disciplina de la lexicología se ocuparía de todos los elementos léxicos. Desde el punto de vista etimológico, incluso, la denominación lexicología no impide que se cubra el léxico especializado. La acuñación de terminología en contraposición a lexicología ha sido producto de una nueva tendencia, causada por unas necesidades también novedosas (§1.3.2). En nuestra opinión, es poco operativo buscar diferencias para justificar una nueva denominación. Los principios lingüísticos de la lexicología y lexicografía actuales son lo bastante dinámicos como para aplicar y adaptar este marco teórico dinámico a las diferentes ocurrencias de los elementos léxicos.

Tanto Bergenholtz y Tarp (1995) como Lerat (1197) apuestan por una denominación común para aglutinar en un único marco teórico diferencias que no son reales, entre lexicología y terminología: la lexicografía especializada o la lexicografía terminológica, es decir una lexicografía especializada basada en los conceptos de lenguas de especialidad y lengua general (Rey 1995: 119).

Por tanto, la diferencia real, contextual, entre las unidades léxicas especializadas y no especializadas es lo que determina que se apliquen unos criterios teóricos y se obvien otros, en una situación comunicativa determinada. De la misma forma, dibujando un paralelismo en el dominio biomédico, el hecho de no aplicar la prueba diagnóstica de la biopsia en la identificación de un resfriado no indica que aquella no exista, simplemente se utilizará o no dependiendo del caso real en cuestión. Desde nuestra perspectiva, la terminología no es más que un conjunto de términos que describen cada materia especializada. En este sentido seguimos la norma 1087 del CT 37 de la International Standardization Organization (ISO) que regula los aspectos que conciernen la terminología. Según ésta, "a terminology is a set of terms representing the system of concepts of a particular subject field" (ISO: 1087). Así, si aplicamos esta definición a los elementos léxicos cuchillo, tenedor y cuchara, incluidos en cualquier diccionario del lenguaje general, éstos serían catalogados como términos, ya que responden a un conjunto de términos que representan un sistema conceptual en un dominio de especialidad, el culinario.

En la siguiente tabla, se ilustran los dos enfoques, el que defiende la diferencia entre lexicología/lexicografía y terminología/terminografía y el que defiende, como es nuestro caso, un mismo marco teórico unificador. Veamos una a una las diferencias descritas en Cabré (1995)1 y nuestra propuesta a las mismas cuestiones que allí se plantean:

Enfoque terminográfico tradicional

Enfoque Proyecto oncoterm

SOBRE LA CONCEPCIÓN DEL LENGUAJE

La terminología, en cambio parte de un lenguaje real, (...) toma los datos de la documentación (...). [la lexicología] no concibe el significado si no está vinculado a la palabra, la terminología considera que el concepto, su núcleo de atención es previo (...) la lexicología jamás prescinde de la gramática. Para la terminología, en cambio, los términos interesan por sí mismos (…) sin ningún interés por su sintaxis (énfasis añadido)

Terminología actúa exclusivamente sobre la forma escrita de las palabras... (p. 24)

 

SOBRE LA CONCEPCIÓN DEL LENGUAJE

La lexicología parte de un lenguaje real, toma los datos de la documentación (Sinclair 1995b:18). En lexicología se concibe el significado aunque no esté vinculado a la palabra, se considera que el concepto es previo y puede ser considerado independientemente de la denominación o palabra que lo designa (Givón 1994). En terminografía sí se demuestra, y cada vez más, por la implementación en sistemas de PLN, un interés por la sintaxis (Proyecto TRANSTERM; Ahmad et al. 1996; Meyer y Mackintosh 1996).

Demanda cada vez mayor de información sobre la pronunciación, en el caso de la interpretación (Setton 1999)

SOBRE EL OBJETO DE ESTUDIO

La lexicología se ocupa del estudio de las palabras; mientras que la terminología lo hace del estudio de los términos . Prevalencia de sustantivos sobre otras categorías gramaticales, en terminología

Los modos de formación de términos no tienen la misma frecuencia que las palabras del léxico general

Los usuarios de las palabras son los hablantes de una lengua; los usuarios de los términos son los profesionales.

Las palabras se utilizan en situaciones comunicativas muy variadas, los términos suelen limitarse al ámbito profesional correspondiente.

En cuanto a la temática, los repertorios de términos se suelen utilizar para referirse a los conceptos relacionados con la materia de especialidad.

Los repertorios léxicos, para hablar de cualquier tema de la vida cotidiana, para expresar sentimientos (…),

e incluso, para referirse al propio lenguaje.

SOBRE EL OBJETO DE ESTUDIO

Para oncoterm, las unidades léxicas tanto especializadas como no especializadas son objeto de estudio2. Parece obvio que en un texto científico el número de sustantivos sea significativamente superior, de la misma forma que en un texto publicitario el número de apelativos e imágenes es mayor y no por ello necesita de una disciplina propia, para su estudio.

Los neologismos, tienen una gran productividad en el lenguaje común (…) chatear o emilio son ejemplos de unidades que pertenecen al uso general3.

(Manual de Uso Urgente, Agencia EFE: 178)

Los traductores, intérpretes, documentalistas y otros profesionales participan, como mediadores, en la comunicación especializada, por lo tanto son usuarios de los términos (véase §1.4.2.1).

Un término puede utilizarse en situaciones comunicativas muy variadas Es una falacia pensar que el término vive sólo en los textos especializados, ya que también se encuentra en documentos primarios como las sesiones clínicas, comunicaciones paciente-doctor, documentalistas, congresos, y un largo etc (Véase §4.2.1).

Es evidente que la temática varía en terminografía, de la misma forma que es distinto, dentro del ámbito de la lexicografía, hablar de sentimientos o del mobiliario de una cocina. No obstante, no hay razón para establecer una división disciplinar en el primer caso y no en el segundo (Véase §1.2.1).

Se podría hablar también de una metaterminología, como conjunto de términos que se utilizan para definir otros términos, tanto en el marco teórico como en la praxis terminográfica.

SOBRE LOS OBJETIVOS TEÓRICO- DESCRIPTIVOS

La lexicología se ocupa de las palabras con el objetivo de dar cuenta de la competencia léxica de los hablantes; la terminología se ocupa de los términos para fijar una forma de referencia.

En terminología se pretende identificar segmentos de una realidad profesional especializada de forma unívoca.

SOBRE LOS OBJETIVOS TEÓRICO- DESCRIPTIVOS

En lexicografía también se fija, no olvidemos el caso del DRAE (Seco 1985: 210). Por otro lado, en el caso de la terminografía descriptiva, no se intenta fijar sino dar cuenta de la competencia lingüística del experto.

No existe acuerdo entre los especialistas en el dominio biomédico en la utilización de numerosos términos, lo que no impide que la comunicación sea satisfactoria, ya que este fallo lo suplen con conocimiento experto compartido (Rodríguez del Castillo 1997a: 110).

 

SOBRE LOS OBJETIVOS APLICADOS

La lexicología trabaja a partir de hipótesis teóricas, que refuta o valida a través del análisis de muestras (no necesariamente representativas) de producciones de los hablantes).

El proceso de trabajo del lexicógrafo es semasiológico, en contraposición al del terminógrafo que es onomasiológico).

En terminología la elaboración de diccionarios lleva directamente a la normalización en el sentido de estandarización. El objetivo es fijar para conseguir una comunicación profesional precisa, moderna y unívoca.

En terminología se privilegia una definición del concepto de carácter descriptivo y expresando a menudo las relaciones entre los distintos conceptos).

La terminología practica la ordenación sistemática de sus entradas, frente a la ordenación alfabética por la que opta la lexicografía.

Versatilidad del acceso a la información (onomasiológica o semasiológica).

SOBRE LOS OBJETIVOS APLICADOS

En lexicografía se trabaja a partir de los datos. En la lingüística del corpus la representatividad es clave, para validar o no la selección de las unidades léxicas (Atkins et al. 1992; Márquez Linares 1998)

El proceso de trabajo en el MLF es onomasiológico. En Martín Mingorance (1993), se hace un repaso exhaustivo de la tradición lexicográfica onomasiológica, que puede remontarse a Aristóteles. En este artículo se ponen de manifiesto los problemas con los que los compiladores de este tipo de diccionarios se han encontrado. Entre ellos están la dificultad de acceso en el orden onomasiológico y la falta de un método riguroso para el análisis onomasiológico que se refleje en un sistema coherente de definiciones4.

Según nuestro enfoque, en terminografía no se persigue una recopilación prescriptiva sino descriptiva y una estructuración sistemática. No siempre se pretende la univocidad en la comunicación, caso de comunicación doctor-paciente (Faber 1999).

En lexicografía también se privilegia una definición del concepto de carácter descriptivo y expresando a menudo las relaciones entre los distintos conceptos (Véanse §1.1 y Capítulo 3).

Tanto en terminografía como en lexicografía, en el caso concreto del MLF se practica la ordenación sistemática de entradas, frente a la ordenación alfabética por la que opta la lexicografía convencional (Véase Capítulo 3).

Aunque el medio de acceso a la información más común en los diccionarios electrónicos sigue siendo el alfabético, algunos incorporan un tesauro que permite búsquedas por áreas temáticas (Véase Capítulo 3).

Tabla 1.3: Enfoque termino-lexicográfico tradicional y enfoque del proyecto oncoterm

En la columna de la derecha hemos esbozado las razones por las que defendemos que, la aplicación de unos principios teóricos y no otros, es lo que define la distinción entre las dos ramas aplicadas del mismo modelo teórico. En el empeño de buscar diferencias entre la lexicología y la terminología, parece como si los terminólogos entendiesen la lingüística como disciplina estática, como si hubiera una sola concepción de la lingüística en contraposición a la terminología como interdisciplinar de carácter dinámico y sometido a continua evaluación. Sin embargo, también la lingüística es una interdisciplina de carácter dinámico y sometida a continua evaluación. Las diferencias se establecen pues, no entre las ramas teóricas sino entre las aplicaciones de las mismas.

Por otro lado, en la práctica de la lexicografía terminográfica se reflejan también los límites difusos existentes entre palabra y término (§1.2.1); el resultado son las bases de datos lexico-terminográficas (véase Capítulo 4) y la inclusión de términos en las obras de carácter general por lo que no se podrá trazar, de nuevo, un límite claro entre obras especializadas y generales.


NOTAS

1 Si bien estas citas corresponden a Cabré (1195), diversas publicaciones posteriores de la autora ponen de manifiesto la evolución hasta lo que se ha venido a denominar la Teoría Comunicativa de la Terminología de la que ella es su máximo exponente.

2 Según la estructuración de OntoTerm®, para poder ubicar conceptualmente el término quimioterapia (unidad léxica especializada), se ha debido definir con anterioridad su hiperónimo, tratamiento (unidad léxica no-especializada), así como las relaciones conceptuales jerárquicas y no-jerárquicas que se establecen (véase Capítulo 5).

3 Otra cuestión muy distinta es que éstos se incluyan en los diccionarios considerados como representativos de la lengua española como el DRAE o el DUE.

4 De hecho, el trabajo del grupo de investigación dirigido primero por el Dr. Martín Mingorance y después por los Dres Faber y Mairal ha estado orientado a subsanar estos dos problemas, con excelentes resultados en el ámbito de la lexicografía computacional (véase Faber y Mairal 1999).

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