ISSN: 1139-8736
Depósito Legal: B-39198-99

4.3.2 La jerarquía de animación

Según la jerarquía de animación1 las entidades humanas tienen prioridad sobre las entidades animadas, las cuales, a su vez, tienen prioridad sobre las fuerzas inanimadas (entidades como viento, lluvia, etc.) y las entidades inanimadas.

Si, de hecho, los constituyentes con referentes comunicativamente importantes se anteponen más al verbo, es de esperar que los constituyentes que en la jerarquía de animación se encuentran en una posición más alta, se anteponen más al verbo que las que están en una posición más baja. Consiguientemente, es de esperar que los PAs que se refieren a entidades humanas, se colocan más en la posición marcada, delante del verbo, que los que se refieren a entidades animadas; éstas, a su vez, probablemente se antepongan más al verbo que las fuerzas inanimadas y las entidades inanimadas respectivamente.

Ya que en nuestro corpus los casos de entidades animadas que no sean humanas, y los de fuerzas inanimadas son muy escasos, hemos dividido los ejemplos en las dos categorías ampliamente presentes, a saber, entidades humanas y entidades inanimadas, que son las categorías que se encuentran a los dos extremos de la jerarquía. La jerarquía de animación, por lo tanto, se reformularía en:

(b') humano > inanimado

De acuerdo con dicha jerarquía esperamos que los PAs que se refieren a entidades humanas, se anteponen más al verbo que los que se refieren a entidades inanimadas, ya que aquéllos comunicativamente son más importantes. Como en el cálculo de las personas gramaticales, hemos aplicado el presente a las categorías 9 a 13 de las oraciones principales. Se han excluído todos los ejemplos de se, tanto los de se reflexivo, como los de se pasiva refleja e impersonal, ya que en dichos casos o el referente del PA, el complemento de la acción, es a la vez el sujeto gramatical de la misma (casos reflexivos y de pasiva refleja), lo que podría influir en la supuesta importancia del referente, o no es posible identificar un referente concreto del PA (casos impersonales) (cf. García 1975: 59, 193, entre otros). Por lo tanto, los ejemplos de se constituyen un caso aparte y probablemente no se comparan con los de los demás pronombres. Además, han quedado excluidos los casos de dos PAs. La tabla 4.6 muestra los resultados:

Tabla 4.6: % de anteposición (frente a posposición) de los PAs humanos e inanimados en las categorías 9 a 13 de las oraciones principales

% (N/tot.) Fazienda Crónica Sumas
humano 20% (19/93) 4% (2/47) 16% (7/45)
inanimado 4% (1/26) 20% (10/49) 13% (2/16)

En la tabla 4.6 se ve que la expectativa de que los PAs que se refieren a entidades humanas aparecen más delante del verbo que los que se refieren a entidades inanimadas, se cumple en sólo dos de los tres textos (Fazienda y Sumas) y que, además, en Sumas la diferencia de porcentajes entre uno y otro grupo es muy pequeña (el 16% frente al 13%). Se podría concluir, por lo tanto, que la anteposición del PA no tiene que ver con que el referente sea humano o no. Sin embargo, esta conclusión desmentiría los resultados de la tabla 4.5, en el que hemos visto una clara correlación entre la 1a y 2a p. gramatical y anteposición del PA. Recuérdese que esta correlación se explicaba por el hecho de que las 1a y 2a p. tuvieran prioridad sobre las 3a p., siendo aquéllas comunicativamente más importantes. Ahora bien, puesto que las 1a y 2a p. siempre son humanas, se puede deducir de los resultados de la tabla 4.5 que los referentes humanos favorecen la anteposición del PA, contrariamente a lo que indican los resultados de la tabla 4.6.

La discrepancia parece darse porque las dos jerarquías de persona y animación no son independientes, o sea, que la influencia de una jerarquía parece manifestarse al medir la influencia de la otra. Aclaremos más este punto. En la jerarquía de animación el grupo de entidades humanas consiste en todos los PAs de la 1a y 2a p. y en los de la 3a p. que se refieren a entidades humanas. Sin embargo, hemos visto en la tabla 4.5 que los PAs de la 3a p. en general no favorecen la anteposición. Por lo tanto, puede ser que la inclusión de parte de los PAs de la 3a p. en el grupo de los humanos haya incidido en los resultados de la tabla 4.6. Para sacar en claro esto es necesario establecer una nueva jerarquía, combinando la de persona y la de animación, en la que se divide el grupo de entidades humanas en las de la 1a y 2a p. y de las de la 3a p. (cf. Dik 1989: 35):

(a/b') {1, 2} > 3 humano > 3 inanimado

Si aplicamos la combinada jerarquía de persona y animación a nuestro corpus, excluyendo otra vez los casos de se y los de dos PAs, se aclara la discrepancia señalada antes:

Tabla 4.7: % de anteposición (frente a posposición) de los PAs de la 1a/2a persona, de la 3a persona humano y de la 3a persona inanimado en las categorías 9 a 13 de las oraciones principales

% (N/tot.) Fazienda Crónica Sumas
1a/2a p. 100% (15) - 67% (2/3)
3a p. humano 5% (4/78) 4% (2/47) 12% (5/42)
3a p. inanimado 4% (1/26) 20% (10/49) 13% (2/16)

La tabla 4.7 muestra que el factor que realmente favorece la anteposición del PA es el de la persona gramatical, tal como ya habíamos comprobado en la tabla 4.5. El que el PA de la 3a p. se refiera a una entidad humana no parece tener influencia alguna (en Fazienda y Sumas los porcentajes de 3a p. humanos e inanimados son casi iguales) o incluso desfavorece la anteposición del PA (en Crónica el 4% frente al 20%). Los resultados de la tabla 4.6 que mejor encajaban con la hipótesis formulada ahí se veían en Fazienda con un 20% de anteposición con los PAs humanos y un 4% con los PAs inanimados. Éstos, sin embargo, se debían exclusivamente a la inclusión de los PAs de la 1a y 2a p. en el grupo de los humanos, ya que, como se ve ahora en la tabla 4.7, los PAs de la 3a p. humanos casi no favorecen la anteposición del PA, en todo caso no más que los inanimados. Lo mismo vale para Sumas, donde también es la presencia de la 1a y 2a p. en el grupo de los humanos la que hace que el porcentaje de anteposición de los humanos (tabla 4.6, el 16%) sea un poco más alto que el de los inanimados (tabla 4.6, el 13%).

De los resultados de las tablas 4.5 a 4.7 podemos concluir, por lo tanto, que la colocación del PA en el español antiguo en las categorías de variación obedecía a la siguiente jerarquía:

(a) +participantes (1a y 2a p.) > -participantes (3a p.) del acto de habla

Se anteponen los +participantes mucho más que los -participantes, dado que lo que comunicativamente es importante suele moverse hacia la izquierda de la oración y dado que los +participantes desde el punto de vista comunicativo son más importantes.

Si bien con dicha jerarquía se explican los casos de anteposición de 1a y 2a p. (salvo el caso único de Sumas, cf. el ejemplo (1)) en las categorías de variación, la misma no nos aclara los motivos de la anteposición de ciertos PAs de la 3a p. (cf. la tabla 4.5). Por lo tanto, el siguiente paso en la investigación será analizar más en detalle la colocación de los PAs de la 3a p. y, si es posible, formular algún principio que la rija. Para eso pueden ser de interés la jerarquía de género y de agentividad, ya que son justamente los PAs de la 3a p. los que expresan género por formas específicas y los que marcan caso (véase el esquema 1.1b del apartado 1.2).


NOTAS

1. Cf. Hopper (1993: 157), que discute la influencia de esta jerarquía sobre un cambio lingüístico en pérsico. Asimismo, Kuno & Kaburaki (1977: 653), basándose otra vez en la noción de empatía, emplea la jerarquía de humano > animado no-humano > cosa, para explicar la (in)aceptabilidad de ciertas oraciones con pronombres reflexivos.

Anterior   I  Siguiente   I  Índice capítulo 4   I  Índice General


ISSN: 1139-8736
Depósito Legal: B-39198-99