ISSN: 1139-8736
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4.2.2.1. Henry Butler Clarke

A la muerte de Lorenzo Lucena, en 1881 113, quedó vacante el puesto de profesor de lengua española en la Universidad. Debido al muy reducido número de alumnos se pensó en una solución transitoria y el Signor Coscia, profesor de italiano, se hizo cargo temporalmente de una clase elemental de español hasta que finalmente, en 1890, se designó a Henry Butler Clarke para impartir clases de lengua y literatura española en la Institución Tayloriana, dependiente de la Universidad de Oxford. A este intelectual se le puede considerar el verdadero impulsor de los estudios de español en Oxford. En la figura de este profesor encontramos al filólogo, al literato y al investigador, así como al maestro. Previamente a su elección como profesor de español, Butler Clarke había obtenido una de las Becas Taylorianas en 1888 y era el segundo ex-alumno de dicho centro que posteriormente ejerció como profesor en el mismo (Firth 1929: 48-63).

Butler Clarke era un viajero incansable, autodidacta apasionado y un gran conocedor de la literatura y la sociedad españolas; no sólo había vivido en España 114, sino que había dedicado muchos años al estudio de la cultura y las letras hispanas 115. Conocido en los ambientes literarios y políticos madrileños, era miembro de la Real Academia de la Historia (a propuesta de su amigo Antonio Cánovas del Castillo) y de la Real Sociedad Económica de Madrid (Butler Clarke 1906: xix). Durante el breve período en que desempeñó su magisterio, de 1890 a 1894, lo hizo con gran entusiasmo y dedicación, combinando la tarea docente con la erudita e investigadora.

Entre sus publicaciones figuran obras de carácter literario, histórico y filológico. Sobre literatura española, además de las conferencias pronunciadas en diferentes Sociedades en la Universidad, entre las que destaca la publicada por la Clarendon Press, a la que ya nos hemos referido previamente 116, realizó en 1897 una edición del Lazarillo de Tormes, conforme a la edición de 1554, publicada a sus expensas, de la que se imprimieron 250 ejemplares. En la ejecución de esta obra Butler Clarke siguió en todo momento el manuscrito existente en la Biblioteca Bodleiana, el cual insiste en que ha copiado y “publicado al pie de la letra con todas las faltas de imprenta y puntuación” (1897: advertencia, sin nº de pág.). Este trabajo, del que sin duda Butler Clarke se sentía orgulloso debido a su interés por el género picaresco español, sirvió al autor para hacer público su agradecimiento y admiración a sus colegas españoles, como él mismo afirma:

[...] a mis amigos literarios españoles, en señal de la gratitud y admiración que les profeso y del cariño que me inspiran su país y sus estudios (Butler Clarke 1897: advertencia, sin nº de pág.).

Asimismo, con anterioridad había escrito una breve historia de la literatura española, Spanish Literature, an elementary handbook, en 1893, cuya finalidad era esencialmente didáctica:

My aim has been to stimulate inquire rather than to satisfy it [...]. Existing bibliographies are chiefly occupied with the rare editions dear to collectors [...]. I have merely appended a list of the cheap and obtainable editions of the books best suited for a course of Spanish reading [...] (Butler Clarke 1893: viii). 117

La excelente acogida que tuvo esta obra en su época se debió, precisamente, a la fuerza y originalidad de su enfoque crítico.

Sobre temas de la historia de España realizó algunos estudios que formaban parte de colecciones o series, como The Cid Campeador, en 1897, de la colección Heroes of the nations; y “The Catholic Kings of Spain”, un capítulo en el volumen primero de Cambridge Modern History. En todos ellos destaca la rigurosa investigación de las fuentes primarias, así como la exhaustiva bibliografía sobre el tema que proporciona el autor. Pero, sin duda alguna, el estudio histórico más sobresaliente de este autor, con el que obtuvo verdadero reconocimiento a su labor investigadora es Modern Spain, 1815-1898. Publicado en 1906, se trata de un libro perteneciente a la serie sobre historia editada por G.W. Prothero, cuyos objetivos se ajustaban a la línea didáctica tan del gusto de Butler Clarke:

The series is intended for the use of all persons anxious to understand the nature of existing political conditions. “The roots of the present lie deep in the past”; and the real significance of contemporary events cannot be grasped unless the historical causes which have led to them are known (Butler Clarke 1906: preface, sin nº de pág.) 118.

Como se desprende de esta afirmación, este manual no era sólo útil a quienes se iniciaban en el estudio de la historia española, sino a quienes quisieran ampliar sus conocimientos de historia europea. En él se prestaba atención a la geografía política (y de ahí la inclusión de numerosos apéndices que contenían ilustraciones y mapas), al mismo tiempo que se proporcionaba información actualizada sobre el panorama sociopolítico y económico de España, desde una perspectiva crítica. En definitiva, en palabras del mismo autor, con esta obra se perseguía: “to get at the real facts of the political and administrative corruption of Spain” (llegar a la verdadera realidad de la corrupción política y administrativa de España) (trad. Nuestra) (Butler Clarke 1906: xix). En este sentido, hay que reconocer el carácter vanguardista y moderno de este tratado histórico. Butler Clarke murió, poniendo fin a su vida, antes de completar este volumen; su compañero y correligionario Fernando de Arteaga y Pereira revisó el manuscrito y le añadió el prólogo. La obra se publicó a título póstumo en 1906.

La faceta academicista e investigadora de Butler Clarke abarcaba también la filología. Él mismo nos habla de su estudio de los trabajos gramaticales sobre la lengua española de lingüistas tales como Díez, Wiggers, Grober y Bello; así como de su deuda con Don José Cuervo y H. Schuchardt, con cuya inestimable ayuda contó en la realización de A Spanish Grammar for Schools (Butler Clarke 1892: vi) 119. En esta línea también realizó una interesante gama de trabajos. Así, en 1891, siendo profesor en la Institución Tayloriana publicó A First Spanish Reader and Writer, London, Swan Sonnenschein and Co., y un año más tarde A Spanish Grammar for Schools, London, Parallel Grammar Series, Swan Sonnenschein and Co. (Apéndice xxxiii). Ambos libros formaban parte de una colección destinada a la enseñanza de las lenguas modernas en las escuelas, publicada por E.A.Sonnenschein: la Parallel Grammar Series, la cual se componía de gramáticas y libros de ejercicios y lectura en francés, alemán, inglés, latín, griego, italiano y español. Se trataba de librillos de fácil uso, y manejo con los principios básicos de cada lengua. La particularidad de esta colección era la uniformidad que se seguía en la clasificación y terminología, en el enfoque e incluso en la presentación material, así como en el formato de los libros.

Tanto la gramática como el libro de lectura y escritura en español habían sido pensados para preparar a los alumnos de nivel elemental e intermedio para la entrada en la universidad y se utilizaba como material de clase que complementaba las enseñanzas del profesor; por lo que es de suponer que Butler Clarke se sirviera de ellos como material de apoyo en sus clases elementales de español. A pesar de las ventajas y de la validez del método, Butler Clarke nunca se sintió satisfecho con estas obras, especialmente con la gramática, la cual tenía que conformarse al plan fijado por los editores y con el que el autor no estaba enteramente de acuerdo. Como afirmara el reverendo W.H. Hutton de St. John´s College, Oxford, en su introducción a Modern Spain: “he was never satisfied with the Grammar, which had to conform to a plan of the publishers of which he did not wholly approve” (nunca se sintió satisfecho con la Gramática, la cual tenía que ajustarse al plan de la editorial con el que él no estaba totalmente de acuerdo) (trad. nuestra) (Butler Clarke 1906: xvi).

Sin embargo, el objetivo fundamental que Butler Clarke perseguía con estas obras y con el resto de sus publicaciones en general, el cual aparece plasmado en frecuentes anotaciones en los prólogos de sus obras, se veía cumplido: el mayor y mejor conocimiento de la lengua española, cuyo estudio era todavía minoritario en las escuelas inglesas, con la importante repercusión que este hecho pudiera tener para los estudios de español en la enseñanza superior. Esta dedicación pedagógica es, en realidad, la única información de que disponemos sobre su trabajo como profesor de español; puesto que carecemos de otro tipo de datos sobre la naturaleza de sus clases, programas de la asignatura por él impartida, metodología, etc.

Butler Clarke abandonó el puesto de profesor de español en la Institución Tayloriana en 1894, por razones de salud, pero siguió estudiando e investigando sobre las letras y la cultura españolas. A este profesor, que, junto a su vocación docente añadía una inquietud investigadora (combinación perfecta que, por otra parte complacía a los directores académicos de la Universidad), se debe el haber impulsado en gran medida el desarrollo de la enseñanza de la lengua y literatura españolas en la Universidad oxoniense.


Notas

113 La impresión que Butler Clarke causó entre los examinadores fue excelente, como afirma la Sra. Ward, miembro del comité de selección:
The field that year, though small, was very good one, much better than on a previous occasion when I was also examiner. But Mr. Clarke´s work stood out from the rest as scholarly and mature, and showing a wonderfully all-round knowledge of his subject (Butler Clarke 1906: xiii).
El grupo ese año, aunque pequeño, era muy bueno, mucho mejor que en la ocasión anterior cuando también me tocó examinar. Pero el trabajo del Sr. Clarke sobresalía entre el resto por su madurez y academicismo, mostrando un excelente conocimiento general de su tema (trad. nuestra).

114Hijo de un presbítero anglicano, capellán en san Juan de Luz, Butler Clarke pasó tiempo en esta ciudad, donde recibió las enseñanzas del hispanista Wentworth Webster y creó su círculo de amistades, algunas de las cuales, como una tal Sra. Lilburn, le ayudarían años más tarde en la edición de su Spanish Literature.Sus estancias en España también se extendieron a Madrid, donde pasaba temporadas con frecuencia (Butler Clarke 1906: x).

115 Este excelente ornitólogo, deportista y pescador tuvo que renunciar a sus estudios de licenciatura en griego en la Universidad de Oxford, debido a sus frecuentes ataques de neurastenia. En su lugar (y dada su familiaridad con esta lengua) se decidió por los estudios de español, consiguiendo, como se ha dicho anteriormente, en 1888 una de las becas taylorianas. A partir de este momento, ésta sería la materia a la que se dedicaría de pleno (Butler Clarke 1906: xiii).

116 Nos referimos a “The Spanish Rogue Story”, incluida en el volumen Studies in European Literature 1889-1999, publicado en 1900 por la Clarendon Press y al cual ya nos hemos referido con anterioridad.

117 Mi objetivo ha sido estimular la búsqueda de información más que satisfacerla [...]. Las bibliografías existentes tratan, principalmente, de las ediciones raras tan apreciadas por los coleccionistas [...]. Yo, simplemente, he incluido una lista de ediciones baratas y fáciles de obtener, de aquellos libros más apropiados para un curso preliminar de lectura en español (trad. nuestra).

118 La serie está pensada para el uso de todas aquellas personas ansiosas de comprender la naturaleza de las condiciones políticas existentes. “Las raíces del presente subyacen en lo más hondo del pasado”, y el verdadero significado de los acontecimientos contemporáneos no podrá comprenderse a menos que se conozcan las causas históricas que han conducido a ellos (trad. nuestra).

119 Las afirmaciones de Butler Clarke sobre estos autores aparecen recogidas más adelante, en el capítulo 6.7.1.



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