ISSN: 1139-8736
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3.1 La terminología: ciencia interdisciplinar

Alcanzar un entendimiento preciso de lo que la ciencia terminológica y su aplicación práctica (es decir, la terminografía) implican, supone partir de un análisis profundo de la importancia que la teoría y la práctica de la terminología poseen en la sociedad actual, en la que el flujo de información crece de forma exponencial, tanto en forma oral como escrita y en la que una parte importante de esa información está orientada a la comunicación entre especialistas de diversos campos de investigación y desarrollo.

Es un hecho indudable que la comunicación del conocimiento y la información especializada depende en gran medida de la creación y difusión de recursos terminológicos que den cuenta de los usos específicos que los especialistas hacen del lenguaje y de la evolución de dichos usos. La importancia de la terminología no se reduce al campo de las ciencias experimentales, sino que es también vital en otros ámbitos tales como el derecho, la industria, la administración o en la industria bio-sanitaria.

Aunque la práctica de la terminología se ha desarrollado de forma paralela a los avances científicos de los últimos tres siglos,25 el establecimiento de la terminología como ciencia independiente puede considerarse reciente y aún existen autores, como por ejemplo Sager (1990: 1), que niegan a la terminología la condición de disciplina independiente, aunque reconoce que existen (y deben existir) unas bases teóricas que subyacen a la práctica terminográfica.

No cabe duda de que la terminología, entendida como la recopilación, descripción, tratamiento y presentación de los términos de un área específica de conocimiento, no puede considerarse como "una actividad práctica que se justifique por sí sola" (Cabré 1993: 36). El trabajo de los terminólogos está destinado a facilitar y asegurar el correcto flujo de información entre especialistas y profesionales. En este sentido, nos parece muy acertada la posición expuesta en Cabré (1993: 71), en la que se considera la terminología como una ciencia que se define "en relación con otras materias, de las que toma prestados un conjunto específico de conceptos", es decir, una ciencia interdisciplinar que además, debe considerarse también transdisciplinar, puesto que no existen ninguna disciplina estructurada que no se sirva de terminología para comunicar el conocimiento especializado de su área de estudio (Cabré 1998a: 70).

Este carácter interdisciplinar no debe restar importancia a la definición específica del objeto y campo de estudio de la terminología, ya que ésta parte de elementos tomados de otras disciplinas para elaborarlos y adaptarlos a las necesidades propias de los terminólogos, en ocasiones aproximándose al objeto de estudio desde una perspectiva diferente o compartiendo recursos y metodologías en otros.

Wüster considera la terminología como una materia de encrucijada entre la lingüística, la ciencia cognitiva, la ciencia de la información, la comunicación y la informática (en Cabré 1993: 71), ya que las unidades terminológicas son a la vez unidades de lenguaje, elementos de cognición y vehículos de comunicación. El hecho de que los términos se usen en las comunicaciones especializadas hace necesaria la relación entre la terminología y la documentación, y el tratamiento informático de los términos en las bases de datos terminológicas hace imprescindible que los terminólogos se alíen con los informáticos.

Además de la polisemia de la palabra terminología, a la que hacíamos referencia en el capítulo introductorio de nuestro estudio26 y las diferentes posiciones que existen sobre su condición como disciplina de estudio autónoma (véase Sager 1990; Cabré 1993, 1996), la indiscutible interdisciplinaridad de la terminología hace que sea una ciencia que cuenta con múltiples facetas, dependiendo de la perspectiva que adoptemos para hablar de ella. Según la actividad fundamental que realicemos, podemos considerar la terminología como:

También debido a su carácter interdisciplinar, no se puede considerar que exista una única aproximación científica a la materia de la terminología. Cabré (1993: 37) destaca cuatro funciones fundamentales de la terminología que se corresponden con aproximaciones diferentes:

  1. Desde la lingüística, la terminología es una parte del léxico especializado por criterios temáticos o pragmáticos.
  2. Desde las disciplinas científico-técnicas, la terminología es el reflejo formal de su organización conceptual y, en consecuencia, un medio inevitable de expresión y comunicación.
  3. Desde la perspectiva del usuario (ya sea directo o intermediario), la terminología es un conjunto de unidades de comunicación, útiles y prácticas, que deben evaluarse en función de criterios de economía, de precisión y de adecuación de su expresión.
  4. Desde la perspectiva de los planificadores lingüísticos, la terminología es un ámbito del lenguaje donde se debe intervenir para reafirmar la existencia, la utilidad y la pervivencia de una lengua, y para garantizar, mediante su modernización, su continuidad como medio de expresión.

El marco de trabajo en el que se encuadra nuestro estudio considera fundamentales tanto los aspectos comunicativos de la terminología (la terminología como recurso imprescindible para la comunicación de conocimiento especializado), como los aspectos lingüísticos y metodológicos que intervienen en la creación de bases de datos terminológicas.

La relación de la terminología con otros ámbitos de estudio es tema de discusión de casi todas las publicaciones y manuales clásicos sobre terminología, de forma que no nos detendremos aquí a detallarlas. Sin embargo, en las secciones que siguen en nuestra exposición, desarrollaremos algunos de los elementos de conexión que, a nuestro entender, la terminología tiene (o debería tener) con otras disciplinas. En particular, nos detendremos en la relación que existe entre la terminología (o más estrictamente, la terminografía) y la lexicografía y en el capítulo 5 integraremos la representación de la información terminológica en el contexto más amplio de la representación del conocimiento, tal y como se entiende dentro del ámbito de la Inteligencia Artificial (IA).

Nos gustaría terminar esta sección con la definición de terminología que propone la International Association of Terminology. Según Sager (1990: 4), esta definición ha sido bastante controvertida, quizá por lo integrador y amplio que considera el campo de acción de la terminología:

Terminology is concerned with the study and use of the systems of symbols and linguistic signs employed for human communication in specialised areas of knowledge and activities. It is primarily a linguistic discipline –linguistics being interpreted here in its widest possible sense- with emphasis on semantics (systems of meanings and concepts) and pragmatics. It is inter-disciplinary in the sense that it also borrows concepts and methods from semiotics, epistemology, classification, etc. It is closely linked to the subject fields whose lexica it describes and for which it seeks to provide assistance in the ordering and use of designations. Although terminology has been in the past mostly concerned with the lexical aspects of specialised languages, its scope extends to syntax and phonology. In its applied aspect terminology is related to lexicography and uses techniques of information science and technology.

En esta definición de terminología se encuentran reflejados casi todos los aspectos que de ella queremos resaltar en nuestro trabajo de investigación: el hecho de que sea una herramienta para la comunicación de conocimiento especializado y que partiendo de una interdisciplinaridad indiscutible, sea una disciplina de carácter eminentemente lingüístico. También queda resaltada en la definición un aspecto que discutiremos más adelante en nuestro trabajo: el estudio de los términos no puede ser sólo una cuestión semántica. Al igual que en otras áreas del estudio lingüístico (véase sección 2.2) pensamos que el estudio del significado de los términos no puede deslindarse del estudio de su forma y comportamiento sintáctico: léxico y sintaxis son siempre interdependientes. Tampoco puede, por supuesto, deslindarse del contexto en el que los términos son usados para comunicar conocimiento especializado.

También nos parecen destacables las disciplinas con las que la definición de la International Association of Terminology asocia a la terminología, puesto que son fundamentalmente aquellas desde las que nosotros hemos acometido nuestro estudio: la lexicografía (véase § 2.7 y § 3.3 en el que tratamos su relación con la terminografía), las ciencias de la información y la tecnología.


Notas

25 Cabré (1993: 21) señala los trabajos realizados en el siglo XVIII por Lavoisier y Berthold en química y Linné en botánica y zoología, que responden al interés en fijar las denominaciones tanto de los conceptos como de los descubrimientos científicos de la época. Ya en el 1786 se publica el extenso Diccionario castellano con las voces de ciencias y artes y sus correspondientes en las tres lenguas francesa, latina e italiana. Crystal (1995:82), por otra parte, relata el interés que el vocabulario científico despertó en el siglo XIX, sobre todo a través de las sociedades científicas y culturales. Este interés se materializó en la publicación, tan sólo en la primera mitad del siglo XIX, de más de 200 diccionarios y glosarios especializados, entre los que se encuentran obras de carácter tan especializado como por ejemplo A Dictionary of Botanical Terms (1840), Dictionary of Sea Terms (1841) o Dictionary of Military Science (1844).

26 Sager asigna tres significados diferentes a la palabra terminology: "(1) the set of practices and methods used for the collection, description and presentation of terms. (2) a theory, i.e. the set of premises, arguments and conclusions required for explaining the relationships between concepts and terms which are fundamental for a coherent activity under 1. (3) a vocabulary of a special subject field." (Sager l990: 3).


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