ISSN: 1139-8736
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5.1 Nombres partitivos: aproximación funcionalista
y similitud con clasificadores


    Una especificación funcional de los nombres partitivos la hallamos para el inglés -pero dada la similitud entre ambas lenguas, es aplicable también en gran parte al español- en la gramática Collins Cobuild (Sinclair, edt., 1990). Veamos someramente a continuación el análisis que realiza de este tipo de lexemas.

    Como cuestión previa hay que tener en cuenta las nociones definidas en Sinclair (1990) de nombre contable, incontable y de masa (count, uncount y mass). Se considera contables a los nombres "que refieren a gente o cosas que pueden ser contadas", por lo que pueden combinar con numerales ('dos', 'tres'); e incontables a "los que refieren a cosas generales tales como cualidades, substancias, procesos..." (p.e. 'inteligencia', 'comida', 'agricultura', 'muerte', 'felicidad') y no pueden combinar con numerales.

    Tal diferencia se corresponde en inglés con diversas especificaciones de concordancia, determinación y cuantificación (alternancias 'much'/'many', 'some'/'any' etc.) que no es preciso detallar aquí. Se considera nombres de masa (mass) a aquellos en los que "cuando se está seguro de que el oyente entenderá que aquello que es referido es una cantidad de algo, no es necesario usar un cuantificador"; p.e. 'café' en expresiones como 'tres cafés', en que la información estricta 'tres tazas de café', se sobreentiende. Sinclair asume que es habitual que se produzca indeterminación sobre si un nombre es o no contable, dependiendo de diversos matices semánticos. Un caso típico de dicha alternancia se da cuando un nombre "puede ser no contable cuando se refiere a una cosa en general, y contable cuando se refiere a una instancia particular de la misma", p.e. 'éxito' vs. 'un éxito'.

    Entrando ya en el caso de los nombres partitivos, la aproximación de Sinclair (op. cit.) parte del supuesto de que 'cuando se quiere hablar de una cantidad particular de algo, puede usarse una estructura partitiva, la cual consiste en un particular partitivo unido por 'of' ('de') a otro nombre. Los partitivos son todos nombres contables.'

    Y detalla los siguientes tipos o usos de construcciones partitivas:

    • Con nombres incontables se usan partitivos como grain ('grano'), mountain ('montaña'), bit ('pedazo'), piece ('fragmento', 'trozo'), sheet ('lámina'), pile, heap ('montón'), slice ('rebanada', 'trozo'), etc.

    • Algunos de los partitivos antes referidos (p.e. heap o mountain) también se usan con nombres en plural cuando refieren a cosas que en conjunto forman una masa: a heap of stones ('un montón de piedras').

    • Muchos nombres que indican la forma de una cantidad de algo pueden ser también partitivos y combinan con nombres incontables y plurales: a ball of wool ('una bola de lana'), columns of smoke ('columnas de humo').

    • Muchos nombres que indican forma y movimiento tienen también dicho uso: a jet of water ('un chorro de agua')

    • Muchos nombres que refieren a grupos, como group ('grupo'), gang ('banda'), team ('equipo') o herd ('rebaño'), también se usan como partitivos, y combinan con nombres en plural: 'un equipo de inspectores'. Dicho uso es muy productivo en inglés ya que puede usarse de tal modo cualquier nombre que refiera a un grupo: 'un ejército de voluntarios'.

    • Los nombres que refieren a medidas (área, volumen, peso) pueden usarse también como partitivos: 'metro', 'kilo', 'litro', etc. Los que refieren a longitud combinan con nombres incontables ('dos metros de tela') y los que refieren a peso con incontables y plurales ('dos kilos de fresas', 'tres kilos de queso').

    • Se usan estructuras partitivas cuando se quiere hacer referencia a un contenedor al mismo tiempo que al contenido de dicho contenedor, p.e. 'un vaso de agua' para referirse a un objeto ('vaso') lleno de una sustancia ('agua'). Dichas estructuras también sirven para referirse únicamente al contenido ('un vaso de agua', con referencia únicamente al contenido 'agua').

    • A veces puede usarse un nombre de masa en lugar de la construcción partitiva ('un café' por 'una taza de café').

    • Partitivos como part ('parte'), portion ('porción', 'trozo'), section ('sección') o segment ('segmento') se usan para hablar de partes o fracciones de cosas particulares ('una parte de mi vida', 'diversos segmentos de la sociedad').

    • Partitivos como article ('artículo'), piece o item ('ítem', 'unidad') se usan junto con nombres incontables para referirse a una unidad en particular de cosas de un dierto tipo: 'a piece of news' ('una noticia')

    • El partitivo pair se utiliza para referirse a plurales que refieren a cosas que constan de dos partes o que suelen presentarse en pares: 'un par de calcetines', 'un par de medias'.

    • Finalmente, es muy productivo el uso como partitivo de nombres de grupo que indiquen cantidad o naturaleza de las cosas, combinados con otro nombre de grupo que indique de qué cosa se trata, para hablar de una cantidad de algo, del área que algo ocupa, o para especificar otros rasgos que ésta posea. Por ejemplo 'un bosque de pinos' para referirse a una extensa área de pinos; o 'una marabunta de manifestantes' para referirse a una gran cantidad de manifestantes.

    Como veremos en la siguiente sección, desde mi punto de vista esta aproximación tradicional es mejorable a partir de la comparación del mecanismo de los nombres partitivos en el inglés o el español con el de los clasificadores en otras lenguas.
 

    Clasificadores

    Como hemos visto, la aproximación de Sinclair (op. cit.) parte de la consideración de los partitivos como cuantificadores. La misma visión es compartida por Langacker (1991), quien considera que son cuantificadores relativos, en el siguiente sentido:

    'Un cuantificador relativo recibe ese nombre porque especifica una cantidad en relación a una masa de referencia; en el caso por defecto dicha massa de referencia consiste en la instanciación máxima de la categoría pertinente (es decir, su extensión total en todos los mundos concebibles)'

Langacker (op. cit.)

    Sin embargo, menciona asismismo Sinclair que los partitivos comportan a menudo otro tipo de nociones semánticas, aparte de la de cantidad, como p.e. forma, naturaleza de las cosas. A tal respecto Lyons (1977) hace notar que los nombres partitivos guardan similitud con los clasificadores en ciertas familias de lenguas, dado que, de algún modo, clasifican la entidad denotada a partir de algunas de sus propiedades.

    La observación de Lyons merece ser examinada con detalle puesto que, como veremos, resultará de gran ayuda para comprender la gran diversidad de información semántica que puede expresarse mediante un partitivo.

    Veamos pues a continuación el caso de las lenguas con clasificadores, a partir de las cuáles observaremos como ciertas funciones semánticas que éstos realizan en las lenguas que disponen de ellos son realizadas por los nombres partitivos y análogos en español y lenguas afines. Presentaré la tipología de clasificadores realizada por Allan (1977) y prestaré atención al caso del japonés, dando cuenta del trabajo realizado por Bond et al. (1996) para el tratamiento del fenómeno en el marco de trabajo de la traducción automática de dicha lengua al inglés.

     Lyons (1977) refiere que muchas lenguas -no las indoeuropeas, quizá por eso se le ha prestado poca atención al fenómeno- disponen para la construcción de expresiones referenciales, aparte de determinadores y cuantificadores, de un tercer tipo de especificador del nombre: los clasificadores. Tales unidades lingüísticas tienen en principio las siguientes características definitorias (cf. Allan, 1977):

    • Se realizan como morfemas, como afijos de especificadores de un nombre, de forma que el nombre no puede interponerse en la realización superficial entre el clasificador y el especificador. Las únicas combinaciones observadas entre estos tres elementos léxicos en las lenguas con clasificadores son los siguientes: E-C-N (especificador-clasificador-nombre), N-E-C, C-E-N y N-C-E.

    • Tienen significado autónomo en el sentido en que denotan ciertas características destacables, percibidas o imputables, de la entidad a la cual refiere el nombre a que van asociados

    Para Lyons (op. cit.) existen básicamente dos tipos de clasificadores:

    • clasificadores clasales, semánticamente especializados en la referencia a tipos de entidades (p.e. seres humanos, animales, plantas, objetos planos, objetos redondos)

    • clasificadores mensurales, que individualizan en términos de cantidad (de forma similar a 'litro' en 'dos litros de agua').

    Dentro de los primeros cabe destacar la presencia en la mayoría de lenguas con clasificadores de uno semánticamente neutro (equivalente al inglés 'piece') no especializado en la referencia a ningún tipo de entidad en particular. En líneas generales, los clasificadores clasales aportan el significado de tipo de entidad basándose en su forma y nociones afines; 'un libro' podría ser parafraseado, p.e. en chino mandarín, como [una - entidad_plana - libro] . Los clasificadores mensurales, por su parte, aportan un significado de cantidad más o menos convencionalizada -aproximadamente, [dosis] -. Es asimismo general la existencia de clasificadores especializados en la referencia a cualquier tipo de pluralidad o colectividad que coocurren con demostrativos, pero no con numerales.

    Ilustra Lyons el fenómeno mediante datos del tzleltal, lengua maya hablada en México, (37a,b) debidos a Berlin (1968) y del chino mandarín (37c-f), debidos a Chao (1968).

    (37)
    a. os-tehk te [tres-planta árbol] 'tres árboles'
    b. can-tul winik [cuatro-entidad_humana hombre] 'cuatro hombres'
    c. i ben shu [un entidad_plana libro] 'un libro'
    d. san ben shu [tres entidad_plana libro] 'tres libros'
    e. che ben shu [este entidad_plana libro] 'este libro'
    f. che hsie shu [este colectividad libro] 'estos libros'

    (37a,b,c,d,e) ilustran el empleo de clasificadores clasales, en el tzletal exclusivamente con numerales y en el caso del chino mandarín con numerales y demostrativos. 'Hsie', en (37f), es el clasificador pluralizador o colectivizador del chino mandarín. No aporta Lyons ningún ejemplo de frase con clasificador neutro; sin embargo informa de que en chino mandarín se emplea el clasificador 'ge' con el valor genérico de [entidad] o [cosa] y que en muchas lenguas su uso queda restringido a entidades no personales o incluso inanimadas. Además de en los contextos anteriores, los clasificadores "pueden utilizarse con una función pronominal o cuasi-pronominal en la referencia deíctica o anafórica" (Lyons, op.cit).

    De forma más precisa, Allan (1977), da cuenta de cuatro tipos de lenguas con clasificadores y de siete tipos de clasificación, los cuales describiremos a continuación.

    Los cuatro tipos de lenguas con clasificadores son los siguientes:

    • de clasificadores numerales
    • de clasificadores de concordancia
    • de clasificadores de predicado
    • de clasificadores intralocativos

    El primer tipo, lenguas de clasificadores numerales, es el más común y paradigmático. En ellas, los clasificadores son obligatorios en la mayor parte de las expresiones de cantidad -de ahí su nombre; sin embargo, el clasificador en sí no aporta información semántica de cantidad, sino de tipo de entidad cuantificada-. Suceden asimismo en expresiones anafóricas y deícticas. Veamos los siguientes ejemplos del tailandés:

    (38)
    a. khru. lâ.j khon [maestro tres persona] = 'tres maestros'
    b. mâ. sì. tua [perro cuatro cuerpo] = 'cuatro perros'
    c. mâ. tua nán [perro cuerpo ese] = 'ese perro'
    d. tua nán [cuerpo ese] = 'ése (animal, objeto, etc.)'
    e. sì. tua [cuatro cuerpo] = 'cuatro (animales, objetos, etc.)'

    En las lenguas con clasificadores de concordancia los clasificadores son morfemas que se afijan no sólo al nombre sino además a sus modificadores y predicados, marcando la concordancia entre todos ellos. P.e. nótese la siguiente frase del swahili en dónde 'vi' es el clasificador plural para objetos inanimados:

    (39)
    visu vidogo viwili hivi ambavio nilivinunua ni vikali sana
    [vi+pequeño vi+dos vi+ese vi+que vi+yo+compré son vi+afilado muy]
    'esos dos cuchillos pequeños que compré son afilados'

    En las lenguas con clasificadores de predicado (observación debida a Hoijer, 1945, cf. Allan, 1977) los verbos de movimiento y locación consisten de dos partes: un tema (p.e. 'estar') más un afijo que varía de acuerdo con ciertas características de las entidades que participan en la acción o situación. Veamos los tres ejemplos del navajo en (40) en dónde un verbo aproximadamente equivalente a 'estar' o 'descansar en un lugar' se forma mediante el tema , con significado estativo perfectivo, al que se le afijan clasificadores diferentes dependiendo de matices atribuibles al nombre que ejerce de sujeto, béésò ('dinero'), en concreto dependiendo de si el dinero en cuestión aparece en forma de [una moneda] , [un billete] o [calderilla] (=muchas monedas):

    (40)
    a. béésò sìPá [dinero está+entidad_redonda] = 'Hay una moneda' (sobreentendido 'ahí')
    b. béésò sìnìl [dinero está+colección] = 'Hay calderilla/algo de dinero'
    c. béésò sìltsòòz [dinero está+entidad_plana-y-flexible] = 'Hay un billete'

    Finalmente, en las en las lenguas con clasificadores intralocativos los clasificadores se realizan como afijos de las expresiones locativas que obligatoriamente acompañan a los nombres en diversos entornos pragmáticos (tales como 'cosas que están a la vista', 'cosas que entran o salen del campo de visión', etc.). Tales clasificadores conllevan el contenido semántico de nociones generalmente relacionadas con la forma o la situación de las cosas denotadas por los nombres en cuestión, como por ejemplo [vertical] , [horizontal] , [notoriamente tridimensional] , etc. Lenguajes de este tipo son el esquimal y el dyirbal.

    El número de clasificadores de que dispone cada lengua es muy diverso, sin embargo, para Allan (1977), se pueden agrupar de forma genérica de acuerdo con el tipo de clasificación que realizan en los siete tipos que se detallarán a continuación. Téngase en cuenta sin embargo que dichos tipos y sus subtipos pueden y suelen mezclarse entre sí de modo que existen clasificadores que incorporan componentes semánticos de varios de ellos. Hace notar Allan que los tipos de clasificadores que ha detectado y postula se corresponden de forma notoria con las cualidades primarias de los cuerpos de Locke (1689): solidity ('consistencia'), extension (nociones de forma y tamaño), motion or rest (movimiento o 'descanso'), number (número, cantidad) y figure (también nociones asociadas a forma y aspecto). Lyons (1977) por su parte considera que los clasificadores suelen corresponder a los tradicionalmente llamados tipos naturales (cf. Putnam, 1970). Los siete tipos definidos por Allan son: esencia de la entidad, forma, consistencia, tamaño, lugar, disposición y cantidad. A continuación los examinaremos someramente citando sus subtipos y algunos ejemplos de entidades que clasifican:

    • esencia de la entidad. Es el más habitual, correspondiendo a cualidades intrínsecas de los denotandos. Es subclasificable en: animacidad, inanimacidad y abstracción-verbalidad. Es asimismo habitual en muchas lenguas el disponer de un clasificador general o residual usado para todo tipo de objetos no clasificables directamente mediante el resto de clasificadores de que dispone la lengua en cuestión.
 

    • animacidad. Probablemente todas las lenguas que tienen clasificadores de 'esencia de la entidad' clasifican las entidades en animadas y no animadas. En algunos casos simplemente existe un clasificador para entidades animadas, pero es más habitual que existan clasificadores distintos para seres humanos y animales. Dentro de los clasificadores para humanos, algunas lenguas establecen diferenciaciones de tipo honorífico, y muchas tienen clasificadores diferenciados para hombres y mujeres (incluso algunas tienen un clasificador para hombres e incluyen a las mujeres bien en la clase de animales bien en la general).

    • inanimacidad. Existe un gran número de subtipos de clasificadores para objetos inanimados. El más común es el clasificador para árboles (incluyendo a menudo objetos de madera), que suele estar relacionado con la clase de objetos alargados. Otras clases muy comunes son: partes del cuerpo, comida, herramientas, líquidos (incluyendo a menudo ríos etc.), objetos puntiagudos o afilados y barcas (muy usado en un sentido primigenio de vehículo: curiosamente en hausa nombres como 'tren', 'camión' o 'avión' son compuestos a partir del clasificador para botes o barcas).

    • abstracción-verbalidad. Es una categorización poco usada. Sólo el vietnamita y las lenguas bantús tienen clasificadores para nombres abstractos o que denotan acciones.
 

    • forma. Es subclasificable a partir de las nociones de dimensionalidad y no dimensionalidad.
 

    • dimensionalidad. Existen gran cantidad de clasificadores asociados a las nociones de alargado, plano y redondo. Los clasificadores para objetos alargados suelen asociarse con objetos con forma de cuerda y con árboles y objetos de madera, combinando a menudo con nociones relativas a la consistencia de las entidades: alargado+flexible (cuerdas etc.), alargado+rígido (palos, etc.), plano+flexible (tejidos y objetos similares), plano+rígido (planchas, tablones...).

    • no dimensionalidad. Los subtipos más notables de clasificadores basados en la forma pero no directamente en la dimensionalidad de los objetos son los que atañen a objetos prominentemente curvados (colinas, montones, cuernos, uñas...) y los que clasifican contenedores y similares (botellas, pipas, etc.). En algunas lenguas pueden combinar con clasificadores para objetos anulares (anillos, adornos, y diversos tipos de agujeros y huecos)
 

    • consistencia, con tres subtipos: flexibile, rígido y no discreto. Los dos primeros suelen darse, como hemos visto, en combinación con nociones de forma. El tercero clasifica sustancias o masas informes (barro, líquidos, etc.)

    • tamaño, con los subtipos grande y pequeño, que suelen combinar con nociones de forma, e incluso de esencia de las entidades, p.e. para distinguir animales grandes de animales pequeños.

    • lugar. Las lenguas bantúes tienen prefijos locativos de concordancia que se dividen en prefijos de estado inherente y de locación contingente. Diversas lenguas, además, disponen de clasificadores para parcelas de terreno, campos, países, pueblos, etc. Sin embargo, éstos podrían considerarse como pertenecientes al tipo de 'esencia de la entidad'.

    • disposición. Se han detectado clasificadores que agrupan objetos de acuerdo con su configuración; de tres tipos: configuración no inherente (cosas plegadas, como piezas de tela, rollos, ovillos, p.e. de cuerda, rizos, etc.); posición específica (objetos dispuestos en perpendicular, en horizontal, o agrupados en paralelo, en fila, ...); y distribución específica no inherente, una categoría subsidiaria que intersecta con las de cantidad: montón, rebaño, etc.

    • cantidad. Este tipo agrupa gran número de clasificadores en muy diversos subtipos que, como se ha dicho, pueden combinar con otros tipos de clasificadores. Subtipos notables son: colecciones (rebaño, par, racimo, grupo, manada, enjambre); volúmenes (cesto, puñado); de instancia (tipo, clase); partitivos (unidad, cabeza, mitad, uno de un par); medidas (de dimensión, de peso, de tiempo). Debe destacarse que es prácticamente universal el uso de medidas basadas en el cuerpo humano: pies, palmos, brazos, bocados, puñados, etc. Finalmente, de forma similar a lo que sucede en las lenguas que nos son más familiares, las lenguas con clasificadores de concordancia y de predicado disponen de clasificadores de número gramatical (singular, plural, dual, colectivos incontables, masas, colecciones ordenadas...).

    En las anteriores clasificaciones y subclasificaciones hemos podido reconocer en los ejemplos de clasificadores multitud de equivalentes a los nombres que en español ocurren en los sintagmas del tipo 'un X de FN', haciéndose evidente que su uso en dicho tipo de lenguas es el recurso utilizado para diversos modos de construcción de la referencia que en las lenguas indoeuropeas se realizan mediante otro tipo de mecanismos. Tal constatación, por una parte, abre un camino sumamente sugerente hacia la comprensión de la naturaleza de ciertos aspectos de la semántica de los nominales -y en definitiva de la comunicación lingüística- que pueden considerarse, si no universales, sí notablemente independientes de lenguas o familias de lenguas específicas; por otra parte, plantea problemas muy interesantes para la formalización y el procesamiento del lenguaje, siendo un ejemplo obvio el de la traducción (especialmente la traducción automática) de sintagmas nominales entre lenguas con clasificadores y lenguas sin clasificadores.

    En dicho campo, Bond et al. (1996) exponen los problemas más notables que plantean las diferencias entre el japonés -una lengua del tipo de clasificadores numerales, cf. Allan (1977)- y el inglés: (i) el japonés no dispone de una categoría equivalente a los determinantes en inglés; (ii) tampoco dispone de marca gramatical de número; y (iii) en japonés los numerales no pueden modificar directamente a los nombres comunes -se precisa de un clasificador afijado al numeral-.

    El efecto es que, por ejemplo, el equivalente del sintagma 'one dog' ('un perro') sea en japonés 1-hiki-no-inu (41a), en dónde hiki es el clasificador para [animales pequeños excepto conejos y pájaros] , no equivale a la preposición 'of' ('de'), e inu es la traducción de 'dog' ('perro') -sin marca de número-. Sin embargo, no todas las construcciones con clasificador de tal tipo son traducibles al inglés por numeral+nombre (obviándose el clasificador): las características del nombre en inglés fuerzan traducciones mediante sintagmas partitivos, como en (41b,c), con la particularidad de que el nombre del todo puede estar, en inglés, en singular o en plural (diferencia no inferible a partir del japonés).

    (41)
    a. 1-hiki-no-inu [1-animal-de-perro] = 'one dog' ('un perro')
    b. 1-tsubu-no-kome [1-grano-de-arroz] = 'one grain of rice' ('un grano de arroz')
    c. 1-hako-no-pen [1-caja-de-pluma] = 'one box of pens' ('una caja de plumas')

    Para solventar este tipo de desajustes en la traducción al inglés de sintagmas nominales con clasificador en japonés, Bond et al. (1996) organizan los clasificadores del japonés en siete grupos que asocian a traducciones típicas en partitivos del inglés y a restricciones de traducción relativas a la contabilidad del nombre inglés para el todo como por ejemplo:
 

   tipo     ejemplo     traducción     restricción
unidad- general     -tsu     piece     clasificador por defecto si nombre inglés incontable; no traducir si nombre inglés es contable
unidad- especial     -kire     slice     traducir clasificador y forzar nombre inglés a incontable

    Como puede verse se trata de una aproximación fundamentalmente aplicada y basada en la casuística, que sin embargo topa con importantes problemas de decidibilidad, principalmente en cuanto a la capacidad combinatoria (restricciones selectivas) de los partitivos en relación con la contabilidad o incontabilidad y el número gramatical de los nombres del todo en inglés (F. Bond, comunicación personal).
 
 

    Relación entre clasificadores y nombres partitivos

    Como hablantes de lenguas de distinto tipo se nos plantean ante el caso de los clasificadores dos cuestiones interrelacionadas: en primer lugar, ¿para qué sirven exactamente los clasificadores?; y en segundo, ¿qué mecanismos utiliza el español (y lenguas relacionadas) para realizar las funciones que otras lenguas realizan mediante clasificadores?

    La respuesta a la primera cuestión es en parte paradójica: la clasificación no es la función primordial de los clasificadores.

    En cambio, la respuesta a la segunda, es, en cierto modo, obvia: en los casos en que es necesario, la función de los clasificadores del japonés o el swahili la realizan en español los clasificadores del español.

    Analicemos la primera cuestión. Por supuesto que los clasificadores sirven para clasificar: corresponden a una clasificación de las entidades en tipos, ligada en muchos casos a convenciones culturales que a priori nos pueden resultar, como mínimo, exóticas. Sin embargo no parece que clasificar entidades en tipos sea algo de inexcusable utilidad para referirse a entidades comunes y corrientes, como por ejemplo, para referirse a un libro o a cuatro perros. Es de esperar de que el conocimiento del hablante ya comprenda la información de que los libros son cosas aproximadamente planas y los perros son animales. Sin embargo, como hemos visto antes (37c, 41a), los equivalentes en chino mandarín y japonés de 'un libro' y 'cuatro perros' incorporan clasificadores para, respectivamente, [entidad plana] y [animal] .

    Se puede apreciar mejor su utilidad cuando se considera que los clasificadores (en las lenguas de clasificadores numerales) suelen tener función anafórica y deíctica. Recuérdense los ejemplos del tailandés en (38d,e), en dónde los pronombres 'ése' y 'cuatro' (refiriéndose, por ejemplo, a un animal) se construyen mediante pares demostrativo-clasificador y numeral-clasificador, parafraseables en dichos ejemplos por 'ese' + 'cuerpo' y 'cuatro' + 'cuerpo'. La especificación aportada por el clasificador, en cuanto que redundante o rememorativa, es susceptible de resultar de gran utilidad en la desambiguación del referente; correspondiendo exactamente al recurso, habitual en español -cuando el contexto no es suficiente para fijar con exactitud la referencia- de repetición del nombre o utilización de otro nombre taxonómicamente relacionado con el que es referido anafóricamente (o a la utilización alternativa de los sufijos '-one' o '-thing' en inglés).

    Sin embargo, para comprender totalmente la funcionalidad de los clasificadores, debe enmarcarse el fenómeno en la globalidad del sistema nominal característico de las lenguas que disponen de ellos. Para tal fin consideremos el caso de la cuantificación. Existen diversos modos de cuantificar, siendo los fundamentales los relativos a número de unidades discretas de entidades y a cantidades de una masa o acumulación indiferenciada (cf. Bunt, 1981, vid. §4.1.2), y es preciso que el modo de cuantificación se especifique mediante algún mecanismo lingúístico. En el caso del español, cuando un nombre es especificado mediante un numeral u otro determinante, dicho nombre se interpreta por defecto en términos de unidades discretas e individualizadas (gramaticalmente contables). Por ejemplo, sintagmas como 'una sopa' o 'una cerveza' se interpretan por defecto como dosis convencionales discretas de dichas sustancias. Y en el caso de que para la naturaleza del significado a comunicar el tipo no marcado de cuantificación resulte impreciso, incompleto, o no aplicable, se recurre a la utilización de sintagmas partitivos (o análogos): 'un plato de sopa', 'una jarra de cerveza'.

    En las lenguas con clasificadores, por el contrario, los nombres no denotan por defecto (es decir, en ausencia del contexto lingüístico adecuado) entidades discretas o enumerables. Por ejemplo, en japonés (ver 41a), 'inu' -[perro] - no incorpora en sí el significado de animal individual. Según Lyons (1977), en las lenguas con clasificadores, la mayoría de los nombres "pueden construirse con referencia (colectiva o distributivamente) a una clase de individuos, o bien a una materia o substancia". En otras palabras, en tales lenguas no hay diferencia gramatical entre nombres contables y no contables. Por tal razón, las funciones de individuación y enumeración deben ser marcadas por otro tipo de mecanismos: los clasificadores.

    En consecuencia, la función principal de los clasificadores es la construcción de expresiones referenciales -es decir, la individuación- por combinación con unidades lingüísticas denotadoras de clases de individuos o de masas. Ello es debido a que, en las lenguas con clasificadores, los lexemas no incorporan en ningún caso el significado de entidad individual, a diferencia de lo que ocurre con muchos nombres del español (y en general las lenguas de origen indoeuropeo), en los que la noción de individualidad se sobreentiende (está lexicalizada).

    Así, 'perro' en japonés no refiere por defecto a una entidad individual, y es parafraseable por 'aquello que es perro' -siendo equiparable, por ejemplo, a 'sopa' en español-. Por consiguiente, para referirse a una unidad, varias unidades, o a una cierta colección de entidades del tipo [perro] , es preciso construir un sintagma con clasificador, en tanto en cuanto el clasificador actúa como individuador, o constructor de una entidad diferenciada. Por tanto, lo que en español es referido como 'un perro', 'tres perros' o 'una jauría de perros', se compondrá en lenguas con clasificadores de forma similar a [un-entidad-perro] , [tres-entidad-perro] o [un-coleccion-perro] .

    En español las dos primeras paráfrasis suenan extrañas, pues nuestros lexemas del tipo 'perro' ya llevan incorporado en su significado la noción de entidad individual. La tercera ya nos resulta más familiar, pues sí utilizamos palabras, como 'rebaño', 'jauría', etc. que comportan el significado de grupo o colección como entidad diferenciada, significado que, evidentemente, no está incluido en el lexema 'perro'.

    La segunda cuestión que se planteaba era: ¿cómo solucionan las lenguas sin clasificadores lo que las lenguas con clasificadores solucionan mediante clasificadores?. Y aventuraba que lo hacían del mismo modo: mediante clasificadores -aunque en nuestra tradición lingüística los denominamos nombres partitivos-.

    Pero tal hipótesis debe precisarse: se realiza mediante clasificadores (partitivos), cuando la función de individuación o enumeración no es inferible, con la precisión deseable, a partir del resto de unidades lingüísticas. En español, a diferencia de lo que ocurre en las lenguas con clasificadores, se da le efecto prototípico (vid. §2.1) que Langacker (1991) denomina lexicalización inicial: ante la posible alternancia individual/masa, los nombres designan por defecto uno de dichos tipos. Palabras como 'pájaro', 'nube', 'berbiquí', etc. son interpretados en general y a menos que contextos muy marcados indiquen lo contrario, como entidades individuales. Por ello en muchos casos, el español no precisa de clasificadores que individúen, puesto que los lexemas de tipo 'individual' (sintácticamente 'contables'), por así decirlo, incorporan en su significado un clasificador genérico.

    Por otra parte, aún en casos en que se usen nombres que no designen entidades individuadas (nombres de masa, sustancia, etc.), la coaparición de los mismos junto a los determinantes y numerales propios de los nombres contables conlleva su interpretación por defecto como entidades individualizadas -casos de 'un café', 'dos inteligencias privilegiadas', etc.-. Nuevamente ello hace innecesaria en muchos casos la función individuadora de (el equivalente a) los clasificadores. Solamente en los casos en que ni la interpretación por defecto ni la individuación de masas por determinación son deseables o aplicables, el español utilizará construcciones con nombres partitivos -o nombres partitivos en función anafórico-pronominal- para referirse a entidades individualizadas.

    Desde otra perspectiva, adoptando el punto de vista de los hablantes de lenguas con clasificadores, este hecho puede ser visto de la siguiente manera:

    • en general, un sintagma nominal cuantificado en español, si no se construye con (el equivalente a) un clasificador (un nombre partitivo), debe interpretarse como si contuviera el clasificador genérico 'entidad individual'.

    Por otra parte, la ambigüedad clase/dosis (o alternancia masa/contable) en frases como 'tres vinos', en dónde un nombre habitualmente tratado como incuantificable aparece cuantificado -y puede ser interpretado según el contexto bien como [tres clases de vino] o bien como [tres vasos de vino]-, puede ser registrada como si en una de las interpretaciones apareciera un clasificador clasal -con significado [tipo] o [clase]-, y en la otra un clasificador genérico, o mensural -con significado [dosis]-. En las lenguas que disponen de tales clasificadores, tal ambigüedad no existe.

    La correspondencia de partitivos y análogos con los clasificadores es apuntada, como se ha dicho, por Lyons (1977), para quién palabras como 'cabeza', 'hoja' o 'pedazo' en 'una cabeza de ganado', 'dos hojas de papel' o 'un pedazo de hierro', "ejercen exactamente la misma función -de individuación y enumeración- que los clasificadores en tzeltal, chino, birmano, etc." Desde este punto de vista, palabras como 'grupo' corresponden a clasificadores colectivizadores; otras como 'trozo' realizan únicamente la función básica del clasificador, la de individuación; otras como 'lingote' o 'lámina' realizan además la de los que Lyons denomina clasificadores clasales: indicar el tipo de objeto (en estos casos según su forma); otras como 'vaso' o 'trago' la de los clasificadores mensurales: indicar cantidad o dosis convencional; y otras como 'terrón' función mixta, mensural y clasal ([tipo de entidad/forma] y [cantidad] ).

    Asimismo, como hemos dicho anteriormente, los clasificadores pueden tener función anafórica o pronominal; es decir, en ausencia del nombre referencial, nombrado anteriormente o sobreentendido, refieren al mismo. El paralelismo con los partitivos españoles es inmediato: ni 'plato' -en el sentido de [dosis] , no en el de objeto- ni 'rebanada' son directamente referenciales, pues un 'plato' puede ser de sopa, de lentejas o de lenguado a la meunière; y una 'rebanada', de pan, de corcho, o de cualquier otra entidad susceptible de ser cortada en trozos más o menos planos. Pero sí pueden ser utilizados con función referencial indirecta, o anafórico-pronominal, como en (42):

    (42)
    a. Me encantó tu sopa. Pónme otro plato.
    b. Adoro el pan. Pásame otra rebanada.

    Vistos pues los claros paralelismos entre ambos tipos de unidad léxica, examinemos de forma más precisa en la tabla V.1, apoyándonos en la tipología de Allan (1977), la correspondencia de diversos tipos de clasificadores con los nombres partitivos del español.

    Como se ha dicho, en principio, los grupos partitivos individuan una entidad y definen para la misma una relación merológica respecto a un todo de referencia, especificando una cantidad del mismo; pero además, describen otro tipo de propiedades formales de la entidad designada.

    La tabla V.1 clasifica de forma exhaustiva de qué tipo son dichas propiedades formales, resultando incluso sorprendentede qué modo los clasificadores en lenguas africanas, asiáticas y precolombinas, y los partitivos en castellano (y por extensión, muy probablemente, las lenguas indoeuropeas) codifican un mismo tipo común de información semántica. En consecuencia, la anterior clasificación será susceptible de servir de pauta para la codificación formal de dicho aspecto de la semántica de los partitivos en español.
 

tipo de clasificador (Allan, 1977)     equivalente en español     ejemplos
    partes del cuerpo     miembro     los miembros del calamar
    comida     plato, ración     una ración de calamares
    objetos puntiagudos     punta     la punta de la lengua
    forma alargada     barra, tira, cinta, lingote     una barra de madera
    forma plana     hoja, lámina, plancha     una plancha de hierro
    forma redonda     bola     una bola de sebo
    forma alargada+flexible     cinta, brizna     una cinta de seda
    forma alargada+rígida     barra, listón     una barra de hierro
    forma plana+flexible     hoja     una hoja de papel
    forma plana+rígida     plancha, tablón     un tablón de madera
    forma curvada     montón     un montón de hojas secas
    contenedores     vaso, botella, plato     un plato de lentejas
    forma anular     anillo     un anillo de bailarines
    masas informes     zurullo     un zurullo de barro
    tamaño grande     mole     una mole de piedra
    tamaño pequeño     grano, pizca     una pizca de azafrán
    lugar     parcela, bancal     una parcela de regadío
    disposición     rollo, ovillo     un ovillo de lana
    posición específica     reata, columna, fila     una columna de soldados
    volúmenes     puñado, bocado, cesto     un puñado de arroz
    instancia     tipo, clase, especie     un tipo de fruta
    partitivos     unidad, cabeza, miembro     una cabeza de ganado
    medidas- genérico     metro, kilo, litro     un metro de tela
    medidas- antropomórfico     puñado, palmo, pie, bocado     un palmo de terreno
    genéricos     trozo, cacho, fragmento     un trozo de pan
    disposición no inherente /colecciones     rebaño, racimo, grupo, par, manada, enjambre     un enjambre de abejas, un par de limones

Tabla V.1: Equivalencia entre clasificadores y partitivos

    Tras haber presentado la aproximación funcionalista a la descripción de los nombres partitivos y haber analizado su similitud con los clasificadores, en la sección siguiente propondré las que a mi juicio son sus propiedades generales.
 


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Climent S. (1999) Individuación e información Parte-Todo. Representación para el procesamiento computacional del lenguaje. Estudios de Lingüística Española (ELiEs).

ISSN: 1139-8736
Depósito Legal: B-8929-00