ISSN: 1139-8736
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1.1. Introducción

En el presente trabajo partimos de la observación de que las obras lexicográficas, al igual que las terminográficas, son un reflejo de las corrientes y actitudes lingüísticas predominantes en la historia. Así, se puede decir que las relaciones entre lexicografía teórica y lexicografía práctica han mejorado mucho en los últimos años1, plásmándose los avances que han ido ocurriendo dentro de las distintas vertientes de la lingüística en las obras lexicográficas monolingües. Sin embargo, los nuevos adelantos en la investigación basada en córpora y la importancia del contexto2no se han reflejado aún en las obras lexicográficas bilingües como tampoco lo han hecho en las herramientas terminográficas.

Los estudios que defienden un cambio no son pocos. Ya en 1935, Firth (1935, 1957) postula una teoría revolucionaria que se ha resumido como la "teoría contextual del significado" y que lleva a un progreso significativo en la teoría gramática y léxica y a obras lexicográficas con características innovadoras. Sin embargo, mucha más influencia en el panorama científico han tenido las doctrinas taxonomistas y generativistas (Wotjak 1994). De hecho, la creación de obras lexicográficas ha estado claramente influida por la visión Chomskiana del proceso de producción del lenguaje, que implícitamente afirma que si la lingüística ha de tomarse en serio, los textos no pueden usarse.

In the study of language as in any other nontrivial inquiry, the phenomena are often dazzling in their apparent complexity and variety. Our glimmerings of understanding can only be expected to illuminate some narrow range. If we hope to proceed beyond taxonomy, it is necessary to select and discard, to concentrate on facts that seem to have some bearing on such explanatory principles as we can devise, ignoring much else in the hope that it will ultimately be explained by deeper theories or perhaps quite different grounds. (Chomsky 1977: 21).

Los traductores en general han apelado a la incorporación de mejoras en la micro y macroestructura de los diccionarios. Las exigencias del trabajo del traductor demandan prestar una mayor atención al entorno de la unidad léxica, con el fin de dar respuesta a preguntas como ¿qué palabra se emplea con esa otra palabra clave para expresar tal idea?, o ¿qué palabra se emplea de forma más habitual con aquella otra palabra? (Blampain 1993: 49). Sin embargo, la mayoría de los diccionarios presentan el léxico y sus relaciones de la forma tradicional, con sus convenciones de espacio y ordenación exclusivamente alfabética, recogida de datos de otras obras lexicográficas, ignorando los datos reales de la lengua y, especialmente, de su uso. A pesar de que la intuición es difícilmente fiable para establecer un criterio dirigido a la compilación de diccionarios, es la práctica más habitual en la compilación de diccionarios bilingües.

Además resulta paradójico observar cómo muchos diccionarios no recogen las combinaciones entre unidades léxicas, quizá el rasgo más estable del lexicón, y por tanto menos sujeto a los obstáculos para su tratamiento lexicográfico o terminográfico; incluso aquellos diccionarios que recogen los fenómenos de combinaciones entre unidades léxicas lo hacen sin un criterio sólido y homogéneo. El aspecto de combinación entre unidades léxicas en el discurso es de suma importancia en la traducción, que no sólo requiere un buen conocimiento de la representación semántica y la estructura sintáctica en dos lenguas sino que además implica el uso de los patrones de co-ocurrencia3 o coaparición, existentes en las lenguas (Smadja 1993: 143). Así, tal como han señalado Bolinguer (1975), Alexandrova y Ter-Minasova (1987), Hasan (1989), Casares (1992), Svartvik (1993) o Corpas (1996: 15), no todas las combinaciones de palabras son enteramente libres ya que existen una serie de bloques que se usan de forma más o menos fija en la construcción del discurso. Debido a la arbitrariedad de dichas co-ocurrencias, es condición sine qua non hacer una recopilación de las mismas por distintos dominios para la creación de repertorios en las múltiples especialidades.

En este estudio trataremos de recalcar la importancia de tener acceso a los datos sobre esta prototipicidad, a saber, la información sobre fraseología en los actos comunicativos de contenido especializado. En los campos de especialidad, y concretamente los traductores especializados en materias científicas, al igual que los científicos redactores de los textos4, se ven con frecuencia en medio de un mar de dudas que difícilmente encuentran su solución en las fuentes lexicográficas o terminográficas. Dichos problemas surgen, en gran medida, por el desconocimiento de las normas de expresión en el lenguaje científico, la difícil elección del término más adecuado y la falta de conocimiento de la fraseología especializada, principalmente en lo que se refiere a las colocaciones y el difícil acceso a información colocacional. En palabras de Picht (1991: 91):

  La experiencia ha demostrado repetidamente que aunque los traductores eran capaces en la mayoría de los casos de encontrar soluciones satisfactorias a problemas terminológicos, llegado el momento de incorporar los términos a segmentos lingüísticos, encontraban dificultades que, según se ha demostrado, sólo era posible resolver (en el mejor de los casos) parcialmente, con la ayuda de los recursos tradicionales de la lexicografía.

Es importante subrayar que, en los estudios de fraseología, las clasificaciones de las unidades fraseológicas, al igual que los límites del concepto de fraseología son demasiado esquemáticos y presentan lagunas (véase capítulo II). De hecho, numerosos estudios definen las unidades fraseológicas (UF) como expresiones fijas (Zuluaga 1980; Martínez Marín 1991; Alexander 1989; Gross 1988; Winter 1992). Sin embargo, sólo en algunos casos excepcionales estas expresiones son totalmente fijas (Gross 1988: 22). Nosotros nos interesamos precisamente por las combinaciones menos fijas, que son las que predominan en el lenguaje biomédico. Corpas (1996: 18) establece tres requisitos para considerar una unidad como fraseológica:

(a) Constan de al menos dos palabras ortográficas.
(b) Presentan cierto grado de lexicalización.
(c) Se caracterizan por una alta frecuencia de coaparición en la lengua.

Es preciso subrayar la variabilidad en el grado de lexicalización, la posibilidad de variación léxica y gramatical de muchas de estas unidades y los acortamientos que sufren en el discurso, en definitiva, la relativización de esta clasificación, que tendrá características especiales para cada dominio.

Es difícil encontrar en las obras terminográficas o lexicográficas respuesta a nuestras necesidades de traducción. La terminología y la lexicografía especializada podrían beneficiarse enormemente del análisis de textos que respondan a un amplio abanico de contextos comunicativos; como texto de gran divulgación, veamos el siguiente:

(1) Prostate cancer metastasis: Talking the walk

Observations of the pathologist are limited to dead, fixed cancer cells that are used as diagnostic and prognostic indicators. This view is only a static freeze-frame picture of what is now understood to be a far more dynamic and temporal process. Agressive cancer cells are on the move and rely on their own internal chemo-mechanical engines to wiggle their way out of their organs of origin and into distant metastatic sites where they can then proceed to produce their biological mayhem that is so often devastating and fatal. It is this cellular process of motility that often allows the cancer to move out of the range of surgical cure.
Texto extraído de Nature Medicine. Vol 2, nº12, diciembre 1996.
 

Como puede apreciarse, a pesar de que el texto aparece en una publicación dirigida exclusivamente a especialistas, la carga terminológica del texto mostrado es poco importante, mientras que la presencia de unidades léxicas de la lengua general es relevante. Tales unidades revelan patrones conceptuales preferidos en el dominio y su estudio sistemático puede ayudar a la estructuración conceptual del campo.

Tradicionalmente las obras terminográficas se ocupan de recoger términos especializados para contextos especializados. Sin embargo, los productos terminográficos rara vez muestran unidades del léxico general que, en un texto que pretende llegar a un lector lego en la materia concreta, toman especial relevancia, hasta incluso adquirir el carácter de términos.

La definición para el término motility que se ha usado en el texto expuesto es la siguiente:

(2) Aggressive cancer cells are on the move and rely on their own internal chemo-mechanical engines to wiggle their way   out of their organs of origin and into distant metastatic sites where they can then proceed to produce their biological mayhem.

Como puede observarse, se usan conceptos cercanos y conocidos para acercar un concepto desconocido al lector lego. Sin embargo, a juzgar por los resultados obtenidos de la consulta a obras terminográficas, el interés por hacer llegar los conceptos especializados al lector lego no es tarea del trabajo terminológico. Sin embargo, nosotros pensamos que la definición es clara y asequible para un lector no especialista, por lo que la consideramos adecuada para el traductor. El autor del texto ha dotado a la célula de características humanas, haciendo de este modo la explicación más comprensible para el no especialista.

El lenguaje biomédico tiene muchos elementos de la lengua general que hay que describir a partir de la coaparición en el texto, a saber, la fraseología de la lengua general y del lenguaje de especialidad, relevante en la transmisión de conocimientos especializados a todo tipo de público.


NOTAS

1. En B. Schaeder. 1981. Lexicographie als Praxis und Theorie (Reihe Germanistische Linguistik, 34).Tubinga,  pág. 7.

2. El proyecto más ejemplar e innovador en lexicografía monolingüe lo constituye a todas luces el proyecto Cobuild, dirigido por el profesor J.M.  Sinclair de la Universidad de Birmingham. A este respecto, véase Sinclair (1991a, 1992a y b, 1994). Para una visión de las perspectivas de la lexicografía multilingüe basada en córpora, Sinclair (1991b).

3. Co-ocurrencia es un calco del inglés co-ocurrence. Sin embargo, su uso está extendido en los estudios sobre fraseología en español.

4. Lockwood et al (1995: 250) ) explican la conexión y el acercamiento que se está produciendo entre las tareas de escritura técnica y las de traducción, especialmente en el ámbito de las grandes empresas.

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