ISSN: 1139-8736 |
3. El sustantivo: su significado y su potencial combinatorio (valencia)
El sustantivo no ha sido tratado con el mismo detenimiento e ímpetu por parte de la teoría de las valencias como el verbo, lo cual quiere decir que en español prácticamente no existen descripciones que les concedan valencias a los sustantivos. Hemos de tener presente que no todos los sustantivos pueden considerarse como portadores de valencia, por ejemplo no los sustantivos “concretos” o autoincidentes, sino solamente los heteroincidentes, ya que disponen de, por lo menos, un semema relacional, que presupone la coactivación o instanciación de una relación entre varios términos. Como lo demuestra un sustantivo como amistad, no se trata solamente de sustantivos deverbativos o deadjetivales, sino que, raras veces, también otros sustantivos pueden ostentar un significado relacional y ser hetero-incidente.
3.1 Siguiendo a Helbig 1992 (112-125) podemos distinguir tres fases en la descripción valencial del sustantivo; en una fase 1 la metodología utilizada para la descripción de verbos y adjetivos se ha aplicado indiscriminadamente a todas la nominalizaciones sugiriendo, además, que así podrían describirse virtualmente todos los sustantivos (cfr. Sommerfeldt/Schreiber 1977); en una fase 2 se ha precisado que sólo las nominalizaciones deverbativas y deadjetivales pueden ostentar valencia, pero que no todas las nominalizaciones son portadoras de valencia, sino solamente las que son reverbalizables en el sentido de Sandberg 1979; en una tercera fase se han puesto en duda postulados anteriores que parecían reconocidos, como por ejemplo la tesis de que el sustantivo sólo dispone de actantes facultativos y que los sustantivos pueden describirse con los mismos criterios como los verbos o adjetivos, en particular en lo que a la diferenciación entre actantes y circunstantes se refiere.
A continuación, nos centaremos en los sustantivos deverbativos, cuya relación morfosintáctica, semántica y lexicogenética con el verbo base = unidad heteroincidente por excelencia los parece predestinar como portadores de valencias; de hecho, sin embargo, habrá que ver si sólo lo son aquellos sustantivos deverbativos que se caracterizan por una lectura procedimental o eventiva (exclusiva o complementaria) y que son reverbalizables y si las sustantivaciones deverbativas no reverbalizables también han heredado al menos parte de la estructura argumental del semema verbal.
3.2 Recordemos que el mismo Tesnière en su obra postuma “Éléments de syntaxe structurale” 1959 había subrayado que las categorías gramaticales configuran los contenidos del pensamiento, si bien se puede observar que en no pocos casos se corresponden categorías gramaticales y categorizaciones cognitivas (cfr. p. 60 en la versión alemana de 1980). Dice Tesnière, refiriéndose a las llamadas palabras llenas (=lexemas autosemánticos con significado léxico), que las palabras que designan sustancia, se llaman sustantivos, mientras que las palabras llenas que designan un suceso (=estado, proceso, añadiríamos acción o actividad) se denominan verbos. Según Tesnière, sin embargo, la mayoría de las lenguas no suelen gramaticalizar las diferencias categoriales entre sustancia y suceso (o evento- p. 73). Mayoritariamente se concebiría, según él, la sustancia como suceso y por consiguiente el verbo como sustantivo, y sólo las lenguas europeas disponen de un concepto del verbo en sentido estricto.
Nos parece de gran relevancia combinatorio-comunicativa la distinción categorial entre sustantivo y verbo, manifiesta en nuestras lenguas europeas, incluso en los casos donde sustantivos “reverbalizables” parecen duplicar inútilmente el inventario, ya que ambos coactivan una sola y misma configuración cognitiva. En tales casos, que se dan con sustantivos en lectura procedimental (más concretamente una lectura accional-activa o de re), suelen persistir, sin embargo, notables diferencias en el plano de la expresión entre verbo y sustantivo deverbativo respectivamente: no coinciden ni en cuanto a la necesidad sintáctica de actantificar determinados slots argumentales que tienen en común, ni en el potencial designativo-comunicativo de estas palabras, ni en las posibilidades de su uso textual.
3.3 No podemos detallar aspectos funcionales y comunicativos correlacionados con las UL categorizadas morfosintácticamente, ni quisiéramos entrar en pormenores en cuanto a aspectos de distribución y combinatoria morfosintácticas. Basta con recordar que los verbos conjugados garantizan la deixis EGO-HIC-NUNC y posibilitan indicaciones de modalidad/modo y diatesis verbal, mientras que los sustantivos, incluso los “reverbalizables” y portadores de valencia, carecen de tales características discursivas. Como se muestra en textos, donde se han eliminado intencionadamente todos los verbos (cfr. Wotjak 1993), se requiere de algunos recursos específicos para garantizar, por lo menos, algunas de las especificaciones comunicativo-discursivas arriba mencionadas. Los sustantivos, deverbativos o no, suelen presentarse predominantemente como elementos discretos, mayoritariamente contables, que ocupan la función de sujeto, complemento directo o complemento indirecto, preferentemente para personas. En estas funciones sintáctico-discursivas, los sustantivos deverbativos posibilitan una actantificación selectiva, alternativa que puede reducirse a usos avalentes.
Semánticamente, las sustantivaciones suelen establecer relaciones inter o intrafrásticas anafóricas y – con menor frecuencia – catafóricas y coactivar configuraciones cognitivas más o menos complejas (parecidas o idénticas a las de los verbos) o bien sólo de partes de ellas, es decir, argumentos, modificadores e incluso co-partícipes de las escenas, los scripts o Geschehenstypen inducidos por el semema. Veremos que algunos sustantivos deverbativos se caracterizan, además, por determinadas modalizaciones y/o matizaciones del significado procedimental/eventivo y que, incluso, pueden no sólo focalizar co-partícipes de la escena co-asociada, sino también factores que se infieren del conocimiento enciclopédico almacenado.
Volumen 23 (2006) ISSN: 1139-8736 |