ISSN: 1139-8736


1. La noción de significado sistémico y la microestructura semémica en el nivel simbólico de Trujillo 1996

Requiere particular atención el querer deslindar en las UL sistémicas (type) y aún más en las UL token, en su uso discursivo, lo que pertenece al nivel estrictamente idiomático y lo que pertenece a otros niveles de actualización de los recursos lingüísticos, en particular lo que pertenece al código simbólico en el sentido de Trujillo 1996. Sin querer dispensar la semántica lingüística de su responsabilidad para la descripción de los complejos fenómenos de este código simbólico, identificado al contenido tout court y que Trujillo, con su interés por el significado idiomático idiosincrático, bien discreto y aparentemente sólo concebible intuitivamente, parece considerar como limítrofe, a no ser ya externo a las preocupaciones lingüísticas, admitimos, no obstante, que hay que darle mayor importancia a la búsqueda y descripción de este significado unitario casi místico. Este último sirve como guía, como molde y patrono de construcción/generación y, al mismo tiempo, como controlador para tantas acepciones o significados simbólicos, microestructuras semémicas sistémicas y sus respectivas actualizaciones cotextual-discursivas alosemémicas. El significado genérico y básico según Trujillo y Morera 1998 o bien la forma semántica de Bierwisch 1983 serviría como molde cognitivo-semántico que permite extensiones específicas no totalmente arbitrarias ni variables y que darían cabida a las configuraciones semánticas, y a la vez cognitivas, en las que se encuentran condensados, “congelados” muy variados factores/rasgos socializados y usualizados del conocimiento sociocultural, socio-económico, político, administrativo, etc. compartido entre la comunidad lingüística y/o comunicativa en cuestión. 1.1 Podemos intuir que debe haber algo en común, una invariante básica para varias o quizá todas las microestructuras semémicas que constituyen el conjunto de significados que ahora llamamos “simbólicos” o de extensiones conceptuales de Bierwisch 1983 (véanse también Greimas 1966 y Agricola 1972 con la noción de “mensaje”; para estas “konzeptuelle Verschiebungen”, que siguen ciertos mecanismos socializados, canónigos como los de metáfora y metonimia de una semántica procedimental – cfr. Viehweger 1987). Podemos prever para estas microestructuras semémicas (= significados “simbólicos”), sin embargo, una validez intersubjetiva y cierto caracter convencionalizado e institucional, características típicas para los hechos de lengua, es decir, que nuestra medioestructura semántica dentro del plano del contenido del potencial comunicativo (cfr. Wotjak 1994), está conformada por un número más o menos grande, pero sincrónicamente limitado de significados “simbólicos” / microestructuras semémicas que constituyen el llamado campo semasiológico (Baldinger 1971) poco investigado aún (cfr. I. Busch 1995). El significado básico de la UL respectiva, esto es, ya categorizada morfosintácticamente, abre determinadas posibilidades para, respondiendo a nuevas necesidades referenciales designativas y comunicativas ocasionales o ad hoc (únicas y subjetivas), generar nuevos significados simbólicos, en cuya formación en cierto grado sí se toman en consideración las conformaciones semántico-conceptuales a nivel de código simbólico ya acuñadas, convencionalizadas, sememizadas (véase el concepto de sememización en Wotjak 1986; B. Wotjak / G. Wotjak 1995) y partes del conjunto disponible de extensiones conceptuales ya sancionadas de la medioestructura semántica de la UL en cuestión. La descripción de lo que les ha pasado semánticamente a los sutantivos al derivarse de su base verbal derivativa nos permite estudiar qué mecanismos de transposición/extensión semántico-conceptual desempeñan un papel importante en la conformación de distinciones semántico-designativas en el seno de la medioestructura cuyos límites externos se ven controlados por el significado básico de lengua.

1.2 No nos contentaríamos con postular tal significado básico como entidad lingüística por excelencia y resignarnos con comprobar su caracter apriorístico y solamente intuible. Tenemos que intentar describirlo, lo cual implica llevar a un elevado nivel de abstracción lo que ha servido de guía común y unitaria, de molde sememogenésico a la construcción de tantas configuraciones semántico-cognitivas a nivel de micro y medioestructura, en tanto que entidades del código simbólico ya convencionalizadas, codificadas, delimitables entre sí y reconfirmadas por su uso en múltiples contextos discursivos anteriores. No tenemos que confundir estas configuraciones semántico-cognitivas sememizadas y abstraídas del cotexto y contexto discursivo (= sistémicas) en primer lugar con sus actualizaciones alosemémicas cotextuales, en segundo lugar con las conceptualizaciones subjetivas que evocan en el discurso en la mente del hablante y, por último, con las configuraciones del conocimiento enciclopédico coactivadas o co-activables por el semema en cuestión. Es muy posible que buena parte de la vagüedad que se está achacando al significado léxico se deba a que no se tienen en cuenta estas diferencias de nivel, una confusión que se agrava al no diferenciar debidamente entre microestructura semémica, medioestructura semántica y significado básico (que pretendidamente sería el único que podría llamarse significado lingüístico en el sentido de Trujillo).

1.3 Para acceder a este último (que habría que diferenciar frente al significado global morfemático de Morera que no se refiere a ninguna UL marcada categorialmente), procede analizar las microestructuras semémicas aprovechándonos de nuestra intuición, del estudio de sus ocurrencias situativas múltiples así como, porque no, de las perífrasis significativas que - bajo forma de acepciones generalmente no bien diferenciadas, sino proliferantes - nos ofrecen las entradas en diccionarios. Una comparación sistemática, que no podemos intentar aquí, entre UL de distinta categoría morfosintáctica e indudable congruencia (parcial) semántica podrá aportar valiosas informaciones sobre lo que - eventualmente - divergirá entre ambas UL, siendo estas divergencias atribuibles no al contexto, sino únicamente a la diferencia categorial (con aportación directa o no del sufijo transcategorizador al respecto).







Volumen 23 (2006)
ISSN: 1139-8736