ISSN: 1139-8736
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Copyright: © Matilde Gallardo Barbarroja

4.2. La institución tayloriana y la enseñanza de las lenguas modernas

En 1848 comienza a funcionar la Institución Tayloriana con los fondos legados a la Universidad por Sir Robert Taylor cincuenta años antes. La finalidad de dicho centro era fomentar la enseñanza y el aprendizaje de las lenguas europeas, siguiendo así el deseo de su patrocinador. La creación de la Institución supone el primer paso y el más serio intento de elevar el prestigio académico de las lenguas modernas y de equiparar su enseñanza con la de otras materias impartidas en la Universidad.

A diferencia de las dos universidades anteriormente estudiadas, University of London (University College) y King´s College London, en la Institución Tayloriana no se crearon cátedras individuales en cada una de las lenguas, sino que se contaba con un único departamento de lenguas modernas, a cuya cabeza figuraba un catedrático de lenguas europeas o (Professor of European Languages), quien había de ser un experto en filología y literatura en general, dado que entre sus funciones aparecía la de impartir clases de filología comparada y literatura antigua de las lenguas europeas (8 conferencias por trimestre), materias muy en la línea de las tendencias en la lingüística decimonónica. La enseñanza de las diferentes lenguas corría a cargo de varios profesores ayudantes o instructores, (teachers), de quienes no se requería que fueran especialistas y cuyo salario, por otra parte, era considerablemente más bajo que el percibido por el catedrático104 y quienes, por consiguiente, debían remediar su situación económica impartiendo clases extras en su tiempo libre (Firth 1929: 41). Este profesorado estaba compuesto, en general, por individuos provenientes de diferentes esferas profesionales (religiosos, artistas, poetas, etc.), si bien todos compartían una formación humanística que incluía el dominio de las lenguas clásicas; así como cierta experiencia docente como profesores privados. A partir de 1868 la Universidad suprimió la cátedra de lenguas modernas por motivos económicos, aunque mantuvo al profesorado ayudante, con lo cual la enseñanza de las lenguas modernas estuvo a cargo exclusivamente de dichos profesores.

Hemos establecido dos períodos en el desarrollo de la enseñanza del español en la Institución Tayloriana. Cada uno de ellos se asocia, no sólo a las diferentes aportaciones y al magisterio de diferentes profesores, sino también a períodos de cambios internos en la Universidad, que se corresponderían con la evolución de las tendencias educativas y sociales en general.


Notas

104 Sólo recibían £100 al año por dos horas de clase diarias, en comparación con el salario percibido por el catedrático que consistía en £400 (Firth 1929: 41).



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