ISSN: 1139-8736
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3.4. La cátedra y los estudios de español en King's College de Londres. Segundo período: desde 1861 hasta finales de siglo. Las clases de lengua española en el departamento de clases nocturnas.

La enseñanza de la lengua y literatura españolas quedó interrumpida en King's College de Londres en los años que siguieron a la muerte de Juan Calderón. Hay que llegar al curso académico 1861-1862 para encontrarlas entre las disciplinas impartidas en la universidad. Este segundo período se caracteriza por la creación de nuevos departamentos en la institución y, debido a ello, por la difusión que la enseñanza de las lenguas modernas adquiere en la misma.

A diferencia del período anterior, el profesorado a cuyo cargo corrió la enseñanza del español en los diferentes cursos académicos en este segundo período no cuenta con nombres relevantes en el panorama de la lingüística y la literatura españolas; tampoco ninguno de ellos figura como catedrático (Professor) ni goza del prestigio académico de algunos de sus predecesores. Pocos datos poseemos de ellos, excepto que algunos, tal es el caso de Victoriano Carrias, habían sido profesores de inglés en España al mismo tiempo que colaboradores ocasionales en periódicos españoles y latinoamericanos (KCL, Council Minutes, testimonials de Victoriano Carrias, 1875, C81-92). Sin embargo, de esta época, a diferencia de la anterior, se encuentran más datos sobre las clases de lengua española, por incluirse información detallada de los programas de estudio y sus asignaturas en los calendarios de la institución.

El año académico de 1861-62 conoce la introducción del español dentro del programa de "Clases Nocturnas" (Evening Classes), las cuales habían quedado establecidas previamente, en el curso académico 1856-57, con un programa independiente del resto de los cursos impartidos y configurando un departamento propio dentro de la Universidad. En este departamento se impartían las siguientes materias: lenguas extranjeras, inglés, teología, lenguas clásicas, anglosajón, historia, geografía, aritmética, comercio y derecho mercantil, dibujo, química, mecánica, fisiología, botánica y física experimental (KCL 1861-1862: pág. 276). Estas clases, que eran impartidas de 7 a 9, dos veces por semana, gozaron de gran popularidad por estar dirigidas precisamente a un público poco usual dentro del ámbito universitario, pues se trataba de personas que, atendiendo a una ocupación durante el día, sentían la necesidad de obtener una titulación académica, al mismo tiempo que ampliar sus conocimientos en un campo útil para su profesión. Así pues, la Universidad se adhería a la corriente de pensamiento liberal que abogaba por la educación democrática y extensiva al mayor número posible de individuos; ideas que habían inspirado, en años precedentes, la creación de nuevos centros de enseñanza superior, como la Universidad de Londres.

Los alumnos matriculados en el Departamento de Clases Nocturnas solían ser oficiales y disfrutaban de los mismos derechos que el resto del alumnado de la Universidad, aunque abonando una cantidad extra; todo lo cual incluía el bonete y la toga así como el acceso a la biblioteca. A veces, una compañía o una firma comercial enviaba a un grupo de sus empleados y la Universidad ofrecía una reducción en el precio de la matrícula. Las clases no podían contar con menos de 10 alumnos y la asistencia era esencial para obtener certificados o premios al final del curso. La mayoría de las clases preparaban para los "Exámenes de Bachiller" (B.A. Examinations) de la Universidad de Londres, ya establecida como organismo regulador de exámenes (KCL 1861-1862: 276-281). Los alumnos estaban repartidos en dos secciones, en las que se impartían las mismas asignaturas aunque a diferentes niveles: la "División Superior" (Upper Division) y la "División Secundaria o Elemental" (Lower Division). La organización de los estudios en este departamento presentaba diferencias con respecto a los demás; así por ejemplo, el curso académico estaba dividido en el Curso de Invierno, de octubre a marzo inclusive, cuyas dos últimas semanas se dedicaban a exámenes), y el Curso de Verano, a partir de abril (KCL 1861-1862: 288).

En un principio, solamente el francés y el alemán figuraban entre las lenguas modernas enseñadas, pero dada la importancia y aceptación que estas clases habían ido ganando, la oferta se incrementó y el español se introdujo, como ya hemos señalado, en los planes de estudio del curso académico 1861-1862. Las clases de español consistían en clases de lengua con fines prácticos y excluían el estudio de la literatura, tal y como se había llevado a cabo en el período anterior. Estas se desarrollaban a lo largo de cuatro horas semanales, repartidas en dos sesiones de dos horas, y sus contenidos y actividades se distribuían como sigue:

División Elemental:
  • Lectura y corrección de ejercicios.
  • Gramática.
  • Lecturas españolas: trozos escogidos de los mejores hablistas en prosa y verso, por Ochoa.
  • Diálogos españoles.
División Superior:
  • Traducción del inglés: Gil Blas.
  • Dictado: Correspondencia Comercial. -Conversación en español.
  • Lectura (KCL, 1861-1862: 276)

El esquema presentado se correspondería con cada una de las dos sesiones semanales, en los dos niveles en que se dividía al alumnado. Más que un programa que se seguía rigurosamente en cada sesión, se trataba de una guía de estudio para el alumno, para su orientación a lo largo del curso. Según las actividades y tareas del programa, podemos apreciar que tanto el enfoque utilizado como los objetivos que se perseguían eran fundamentalmente prácticos, aunque el aprendizaje se veía reforzado con algunos textos literarios.

Las clases en el nivel elemental estaban orientadas al aprendizaje de tipo receptivo: comprensión de un texto escrito, explicación de la gramática (posiblemente aplicada a los textos leídos previamente en clase), lectura en voz alta de pasajes en español, como medio de aprender y mejorar la pronunciación, y el dictado de diálogos situacionales, basados en escenas de la vida cotidiana. El hecho de que se incluyera el estudio de la gramática en las primeras etapas del aprendizaje apunta a un cierto carácter tradicionalista de la metodología; sin embargo, observamos que se presta atención a la adquisición de la correcta pronunciación mediante la práctica auditiva de pasajes leídos, actividad fomentada por diferentes métodos didácticos utilizados en la época 84.

A diferencia del nivel elemental, donde no se hacía hincapié en el aspecto interactivo del aprendizaje, así como tampoco en la producción en la lengua extranjera; en las clases de nivel más avanzado, correspondientes a la División Superior, el énfasis se ponía precisamente en la práctica de las destrezas escrita y hablada. En esta sección las tareas son específicas y requieren un mayor esfuerzo y dominio de la lengua por parte del alumno. Se hacen traducciones del inglés al castellano y la producción escrita no consiste en reproducir diálogos situacionales, sino en conocer y dominar las particularidades, el vocabulario y las expresiones propias del lenguaje de los negocios y del comercio. 85

Los textos de apoyo para las clases de lengua española que aparecen en el programa de la asignatura son de tipo literario. El primero que se menciona es la Antología Española, Colección de trozos escogidos de los mejores hablistas, en prosa y verso, desde el siglo XV hasta nuestros días, publicada por Carlos de Ochoa en 1862. Esta obra, que fue adoptada como libro de texto en las escuelas, estaba en la línea de colecciones antológicas como la Biblioteca Selecta de Pablo de Mendíbil, y la Floresta de Antonio Garrido, etc. cuya contribución a la enseñanza del español como lengua extranjera analizamos anteriormente 86. No obstante, el autor señala diferencias notables con respecto a aquéllas:

Nuestro principal objetivo, al formar la presente Antología, ha sido facilitar al público para quienes escribimos, compuesto principalmente de extranjeros, el conocimiento, completo en cuanto cabe, de la literatura prosaica española, no menos rica que la poética en obras de ingenio dignas de ser conocidas y estudiadas. Nos proponemos al mismo tiempo que el lector se forme con esta obra una idea clara y cabal en lo posible, de los procesos sucesivos de la hermosa lengua española, desde principios del siglo XV hasta el estado en que actualmente se halla (De Ochoa 1862: vi).

La configuración de la obra y el criterio cronológico por el que se rige la aproximan ciertamente a tratados similares. Pero el énfasis puesto en los textos narrativos y descriptivos hacían de ella un material especialmente apropiado para la enseñanza del idioma.

En cuanto al segundo texto, se trata de una versión inglesa de la obra dieciochesca del autor francés Le Sage, Gil Blas de Santillana, más conocida a través de la traducción española realizada por el Padre Isla (McClelland 1975: 265). Esta obra, en sus diferentes versiones y traducciones, aparece como texto favorito en los manuales y cursos de español de esta época, recomendada para las etapas iniciales del aprendizaje 87, como demuestra el hecho de que continúe figurando entre los libros utilizados en las clases de español en King's, en decenios posteriores.

Además de las obras referidas en el programa de la asignatura, se proporcionaba una bibliografía o lista de libros recomendados que incluían varias gramáticas y libros de ejercicios, así como diccionarios:

-McHenry's Grammar and Exercises.
-Newman & Baretti's Dictionary (KCL, 1861-1862: 278).

No se indica la edición utilizada, aunque en el caso de la Spanish Grammar y de los Exercises of the Spanish Language de McHenry debió ser la quinta, de 1837, pues no sabemos de otra más próxima hasta la sexta de 1866, debida a Alfred Elwes y a Sánchez de Santa María 88. En cuanto al Diccionario de Newman & Baretti, es de suponer que se trataba de una de las muchas ediciones de la revisión que el emigrado constitucional Mateo Seoane realizó, en 1831, del trabajo original publicado en 1799, el cual refundía el Diccionario Español e Inglés del italiano Joseph Baretti, con el Diccionario de Términos Navales de Henry Newman 89. La obra de Seoane, en cuya elaboración participaron conocidas figuras de la emigración como Vicente Salvá, Pablo de Mendíbil y Mariano Lagasca, entre otros, tuvo un éxito enorme y de él se hicieron numerosas ediciones pues, como señala Sofía Martín Gamero (cf. 1961: 245), realmente supuso un gran avance con respecto a otras obras anteriores. Una de estas ediciones, la de 1853, corrió a cargo de Mariano Velázquez de la Cadena bajo el título A Pronouncing Dictionary of the Spanish and English Languages: composed from the Spanish dictionaries of the Spanish Academy, Terreros and Salvá upon the basis of Seoane´s edition of Newman and Baretti´s and from the English dictionaries of Webster, Worcester and Walker; with the addition of more than eight thousand words, idioms and familiar phrases, the irregularities of all the verbs, and a grammatical synopsis of both languages, New York, D. Appleton and Company. Esta obra, en su edición de bolsillo90 será utilizada en las clases de español en King's en el curso 1893-1894 (KCL, 1893-1894: sin nº de pág.).

El programa aquí descrito se mantiene durante bastantes años, aunque en el curso académico 67-68 aparece con ciertas variaciones: en la División Inferior o Elemental, la lectura de Gil Blas reemplaza a la obra de Ochoa y en la División Superior el Don Quijote de Charles Jarvis se utiliza como texto de traducción al castellano 91.

No sabemos ciertamente qué conocimientos previos de español se requerían para matricularse en estas clases; es difícil imaginar que alumnos con sólo dos años de estudio pudieran realizar traducciones del Gil Blas a la lengua extranjera. Por otra parte, es posible que este esquema se ajustara a las exigencias del temario de exámenes impuesto por la Universidad de Londres, o que siguiera el modelo implantado por otras lenguas con más tradición en la enseñanza universitaria, como el francés. El nombre de B.B. Aguirre aparece como el responsable de impartir las clases de lengua española en este departamento, desde 1861 hasta 1873 (KCL, 1861-1873). A pesar de haber realizado el trabajo durante más de diez años no poseemos datos de ningún tipo sobre este personaje ni sobre su tarea en King's.

Al comenzar la década de los 70 se inicia una etapa de expansión para los estudios de español. El Departamento de Clases Nocturnas está solidamente establecido y claramente especializado en cursos de instrucción técnica:

[...] With a view to systematize the teaching of the Evening Classes and so at once to make it more valuable in itself, and to bring it into connexion with the present movement for technical education, the following schemes for definite courses of instruction have been drawn up by the Principal and Board of Professors and Lecturers, and are hereby strongly recommended to the attention of students. These schemes are intended to prepare students, as far as possible, for the following professions and trades: the Law, Civil Service, Mercantile, Chemical Manufacturer, Engineering or Mining, Architecture (KCL, 1870-1871: 269). 92

Se concedían diplomas especiales a los alumnos que aprobaban satisfactoriamente cada curso y se intentaba que estos diplomas fueran reconocidos por las empresas y sus directivos. Los alumnos debían poseer una educación general básica antes de entrar en el "Curso Técnico" (Technical Course), pero, además, antes de acceder al Curso propiamente dicho, debían seguir un año preparatorio en educación general, en el que, al lado de asignaturas como el inglés, el latín y las matemáticas, se incluía una lengua moderna. En un principio, entre todos los programas ofrecidos sólo dos, los estudios de Funcionarios al Cuerpo Diplomático y los estudios mercantiles, contenían asignaturas de lenguas modernas y entre ellas el español (KCL, 1870-1871: 270).

En esta enseñanza se empleaba una metodología aplicada, de acuerdo con el tipo de estudios que se ofrecían. Esta nueva orientación hace que el programa de español, sin excluir completamente los textos literarios, se concentre en aspectos más específicos del uso de la lengua que requieren textos más especializados y adecuados a las exigencias de las materias mercantiles. Así pues, en la lista de libros recomendados en el curso académico 1873-1875 predominan los diccionarios y cursos especializados en correspondencia comercial en lugar de los títulos literarios:

-McHenry's Grammar and Exercises.
-Meadows' Spanish and English Dictionary.
-Prendergast's Spanish Mastery Series, 3rd. edition.
-Dann & González's Spanish Commercial Correspondence.
-Gil Blas (KCL, 1873-1875: sin nº de pág.).

Del diccionario de Meadows, profesor en la Universidad de París, y autor de similares trabajos lexicográficos en relación con las lenguas francesa e italiana, tenemos noticia de las ediciones londinenses de 1843 y 1887. Se trata de un diccionario, de bolsillo, de fácil uso y manejo, que acompañaba a la gramática del mismo idioma 93. En ambas obras destaca el énfasis puesto por el autor en simplificar al máximo los contenidos y explicaciones dadas.

Más interesante, tanto desde el punto de vista lingüístico como didáctico, es, sin duda, la referencia al Spanish Mastery de Thomas Prendergast 94, obra representativa del método natural y de la que queremos destacar el importante papel que concedía a la comunicación oral desde el comienzo del aprendizaje, así como el rechazo del estudio de la teoría gramatical y del ejercicio de la traducción en las primeras etapas del mismo. La aceptación de este método como material de estudio indica el carácter progresista que la enseñanza del español había adquirido en King's en estos años. Tanto la tercera edición de 1771 de esta obra, como el resto de las ediciones del Spanish Mastery (un total de cuatro) contaron con la colaboración de José Sánchez de Santa Mª, de quien trataremos en este mismo epígrafe.

El siguiente libro citado en la lista era un trabajo conjunto de dos autores, J.T. Dann, profesor de español en Birbeck College (Birbeck Institution, en esa época), y Gabino González. The Spanish Commercial Correspondent with English grammatical and idiomatic notes and a general vocabulary, adapted for translation into English together with tables of coins, weights and measures for the use of schools and for self-instruction, London, 1871, Asher and Co. Formaba parte de una serie educativa, Asher's International Reading Books, especializada en libros para el aprendizaje y perfeccionamiento de lenguas modernas. El desarrollo de las relaciones comerciales con países de habla hispana requería la elaboración de obras tan específicas como ésta:

At this day, Spanish having taken its legitimate place among the commercial languages, and having become an instrument of international intercourse, second in importance to English alone, it is considered indispensable to all those engaged in business relations with Spain, the Antilles and the rising Republics of Central and South America (Dann & González 1871: vi). 95

La correspondencia comercial se había venido incluyendo a modo de apéndice en cursos y gramáticas de español como lengua extranjera 96, pero el libro de Dann & González es uno de los manuales que mejor sistematiza esta materia con una finalidad pedagógica . 97

El profesor de español durante los años 1873 hasta 1875 fue el ya citado José Sánchez de Santa María, de quien conocemos sus colaboraciones, en los años sesenta y setenta, en diversas ediciones de manuales y métodos para la enseñanza del español como lengua extranjera muy utilizados en la enseñanza superior 98. Asimismo, su nombre aparece como Examinador del Colegio de Preceptores y de la Universidad de Londres en 1872 (Prendergast 1872: viii). De todo ello se desprende que Sánchez de Santa María era una figura conocida y respetada en ambientes relacionados con la enseñanza del español en Inglaterra.

La popularidad de los cursos impartidos en este departamento repercutió en la difusión de las lenguas modernas dentro de la propia Universidad. Como respuesta a la demanda que existía por los estudios técnicos, en 1887 el Departamento de Literatura y Ciencias Generales introduce el Curso Superior Mercantil, en el que las lenguas modernas eran un componente esencial (el español no se hará efectivo hasta el curso 1892-1893):

For students intended for a Mercantile Career, special arrangements may be made, additional instruction being given in Modern Languages (French, German, Italian and Spanish), including Foreign Business, Correspondence, Commercial Geography and Political Economy, with the study of Foreign Currencies, Commercial Arithmetic and the Elements of Insurance [...] the above mentioned subjects will take the place of Latin and Greek, but the course will include History and Literature, ancient and modern. A two years course occupying four hours in each week; Ancient History being treated without reference to language [...] (KCL, Special Committees 1887: 352-353). 99

En el curso 1992-93 se ofrece de nuevo la lengua española dentro de las clases diurnas en el Departamento de Literatura y Ciencias Generales aunque, a diferencia del francés y el alemán, ésta no constituía una materia troncal. Dado que los objetivos de la asignatura eran similares en ambos departamentos, se seguía el mismo programa en cuanto a actividades y textos de estudio. Sin embargo, en la "División Elemental" (Lower Division) se prestaba más atención a la lectura como método para la adquisición de la pronunciación, así como a los ejercicios gramaticales graduados y al dictado (KCL, 1893-1894). Entre los libros recomendados aparecen:

-Del Mar's Grammar of the Spanish language.
-J.M. Lopes and E.R. Bensley's Dictionary of the Spanish and English languages.
-Dann and González's Spanish Commercial Correspondence.
-Pepita Jiménez, J. Valera (KCL, calendars 1993-1994).

La gramática de Emanuel Del Mar, obra ya mencionada, es sin duda una de las obras más significativas en el desarrollo del estudio del español como lengua extranjera en Inglaterra. Esta gramática teórico-práctica, cuya primera edición vio la luz en Nueva York, en 1827, y de la que se hicieron numerosas ediciones en Londres, proponía el estudio y aprendizaje de las reglas gramaticales por medio del entendimiento y la práctica de las mismas a través del uso lingüístico, como alternativa a la simple memorización.

El diccionario de López y Bensley sustituía al trabajo de Meadows, visto con anterioridad. El Nuevo Diccionario Inglés-Español y Español-Inglés se publicó en Paris en 1878, en casa de los hermanos Garnier, prestigiosa firma a la cual se debían numerosas obras para el estudio de las lenguas antiguas y modernas, como el Diccionario español-inglés abreviado de D. F. Corona Bustamante 100, autor a quien, en un principio, se le encargó el trabajo que, posteriormente, fue completado y organizado por José M. López (responsable de la primera parte) y E.R. Bensley (responsable de la segunda) (López and Bensley 1878: iii). La obra se apoyaba en otras precedentes, entre las que figuraban los diccionarios de la R.A.E., de Salvá y de Seoane, pero fundamentalmente en el diccionario de Velázquez de la Cadena, mencionado con anterioridad. No obstante, los autores afirman que, a diferencia de la obra que sirvió de modelo, en la suya:

[...] la pronunciación está figurada por los medios más naturales y fáciles de comprender, sustituyendo a los signos fonéticos, empleados en el Diccionario de Velázquez, las letras y diptongos españoles que tienen más analogía con los sonidos ingleses, marcando cada palabra con el acento tónico que le corresponde (López and Bensley, 1878: iv).

Es importante destacar el uso de textos literarios como material de apoyo; sin embargo, en esta ocasión, éstos proceden de autores y novelas contemporáneos, como Pepita Jiménez de Juan Valera 101, en un intento de proporcionar, sin duda, un conocimiento más exacto y acertado del uso de la lengua castellana en el contexto social español del momento.

Por estos mismos años también se creó el "Departamento de Señoras" (Ladies Department), introduciendo lenguas modernas entre las asignaturas ofrecidas (KCL, 1890-1991). La única diferencia que el programa de éstas presentaba con respecto al resto de las clases de español consistía en la omisión de la correspondencia comercial; en su lugar se reforzaba el estudio de la gramática, la práctica de las estructuras sintácticas, la traducción y la conversación (KCL,1893-94: sin nº de pág.). En todas las clases de español se seguía el mismo plan, fundamentalmente, porque todas corrían a cargo del mismo profesor. Victoriano Carrias fue responsable de la enseñanza de la lengua española en King's College desde 1875 hasta 1891. De este profesor conocemos los datos que se mencionan en las cartas de referencia que acompañaron a su solicitud para el puesto en King's, en las cuales se le define como:

[...] a Professor of the Spanish language and literature and a native of that part of Spain where Spanish is best spoken; a man of culture and well informed on all matters relating to his professorship. He is a contributor to La Época, which may be called The Times of Spain, as well as to other high class newspapers and reviews. He also combines proficiency in the English language, a rare advantage in a Spanish teacher (KCL, testimonials, carta de R. Hanley Caunter, 23-1-1875, C81). 102

A sus colaboraciones literarias en La Época hay que añadir las "valiosas contribuciones" (valuable contributions) en la Revista Latino-Americana de París (KCL, Council Minutes, testimonials, carta de A. Flores 25-1-1875, C81). Todos los testimonios y cartas de referencia presentados por este profesor santanderino, incluyendo una muy favorable de Pascual de Gayangos, coinciden en señalar su valía académica y sus conocimientos en el campo de las letras, como ensayista y articulista en lengua castellana. A esto unía su experiencia como profesor privado en Londres y un alto grado de competencia en la lengua inglesa, logrado gracias a los numerosos años de residencia en la capital británica (KCL, Council Minutes, testimonials, carta de P. Gayangos, 27-1-1875, C 81). Victoriano Carrias reunía, sin lugar a dudas, suficientes cualidades para llevar a cabo las tareas del puesto; de hecho, así lo estimó el Consejo Rector de la Universidad y su propio precedesor, Sánchez de Santa María, quien le recomendó como su sucesor (KCL, Council Minutes, testimonials, carta de M. E. Sánchez de Santa María, 19-1-1875, C81).

En la década de los noventa, concretamente en el curso académico 1896-1897, King's College sufre una serie de reestructuraciones: los departamentos se agrupan en facultades (Teología, Letras, Ciencias, Medicina, el Departamento de Señoras, el Departamento de Funcionarios y la Escuela), sentando así las bases para los futuros departamentos de lenguas modernas que se inauguran definitivamente en 1918 (Hearnshaw 1929: 248-250). Hasta ese momento las lenguas modernas siguieron impartiéndose en diferentes departamentos, pero ahora se incluyen también entre las enseñanzas ofrecidas en la Escuela, donde la División Superior se denominaba "Senior Class" y la Elemental "Junior Class" (KCL, 1896-1897: sin nº de pág.). Los programas y textos utilizados en la en ésta eran los mismos que en otros departamentos de la Universidad porque, una vez más, el mismo profesor cubría todas las clases. En el curso 1897-1898 los textos recomendados incluyen:

-Hossfeld Spanish Dialogues and Idioms (Senior Class).
-Sauer's Grammar (Junior Class).
-Mantilla's Libro de lectura nº 3 (Junior Class) (KCL, 1896-1897: sin nº de pág.).

Los manuales según el Nuevo Método de Hossfeld aparecieron en los años sesenta y pronto alcanzaron gran popularidad debido a su cómodo formato y clara organización de contenidos. El título correspondiente al idioma español se publicó en 1885 de la mano de Tomás Enrique Gurrín e iba dirigido a un público cuyo interés en la lengua era de carácter esencialmente práctico. El libro seleccionado en la lista anterior, Hossfeld's Spanish Dialogues with a vocabulary, a chapter on pronunciation and the conjugation of the regular and irregular verbs, Hirschfeld Bros., fue publicado en Londres, en 1889 por Henry Schaefer. El éxito comercial de los manuales de la serie Hossfeld viene avalado por las innumerables ediciones que se hicieron de los mismos y que llegan hasta bien entrado el presente siglo.

En esta línea también se sitúa la Nueva Gramática de la lengua castellana de Carlos Marquard Sauer, publicada en 1871. Esta obra puede considerarse característica del método gramatical tal y como éste se había implantado en los centros educativos (cf. Sánchez Pérez 1992: 219), es decir, después de enunciar una regla se demostraba con abundantes ejemplos de palabras o frases. La obra también incluye un apartado de vocabulario bilingüe y otro de lectura con frases y pasajes cortos relativos a la teoría presentada previamente (Sánchez Pérez 1992: 219). Los manuales debidos a este autor siguieron editándose durante las primeras décadas del siglo XX.

El Libro de Lectura, nº 3 formaba parte de la serie publicada por Luis F. Mantilla, profesor de lengua y literatura españolas en la Universidad de Nueva York, bajo el título Mantilla's Classic Spanish Reader, en Nueva York, en 1866. La edición posterior de 1888 es a la que se hace referencia en la lista de libros recomendados. Se trataba de una selección de textos extraídos de autores españoles e hispanoamericanos, dedicada, como indica el propio autor, a los países de Hispanoamérica y que fue adoptada como libro de texto en los colegios norteamericanos (cf. 1866: 2). En ella también se incluía un capítulo de frases familiares, las cuales:

[...] no deberían nunca desterrarse del comercio diario, ni sustituirse por otras tomadas de idiomas extranjeros, pues ellas revelan toda la gracia y donaire de nuestra lengua y el carácter de los pueblos que las hablan (Mantilla 1866: 2).

Como en obras similares, se percibe la influencia de colecciones anteriores y la deuda contraída con la Biblioteca de Pablo de Mendíbil, cuyo "discurso preliminar" es seleccionado por Mantilla entre los textos que recoge la obra. Vemos, pues, que las obras antológicas siguen siendo instrumentos eficaces en la enseñanza del español como lengua extranjera, incluso en las postrimerías de la centuria.

Ricardo Ramírez sucedió a Victoriano Carrias en la enseñanza de la lengua española en King's, desde 1891 hasta 1905; pero a diferencia del primero, a éste se le contrató con el título de catedrático, aunque sus funciones siguieron siendo las mismas e, igualmente, estuvieron distribuidas entre el Departamento de Literatura, el Departamento de Señoras y las Clases Nocturnas (KCL calendars 1891-1900). No tenemos ningún dato sobre este profesor, con el que se cierra un capítulo importante en King's, en cuanto a la enseñanza de la lengua española se refiere.

Como ya se ha indicado, los departamentos de lenguas modernas, y entre ellos el de español, aparecen establecidos como tal en 1918. Al principio de la Primera Guerra Mundial se sintió la necesidad de iniciar las clases de lengua y literatura española, coincidiendo con la conmemoración del centenario de Cervantes, en 1916, por todo lo cual se comenzaron los procedimientos para crear la "Escuela de Estudios Españoles" (School of Spanish Studies). Los fondos para la financiación del puesto de Director de la Escuela vinieron de embajadores y de ministros españoles e hispanoamericanos y así, pues, en 1918 se nombró al prestigioso hispanista y catedrático de español en Liverpool, James Fitzmaurice-Kelly, Director de la Escuela de Estudios Españoles en King's College de Londres (Hearnshaw 1929: 248-250).


Notas

84 Véanse los métodos de Ollendorff, Hossfeld, etc., de los que se trata en el capítulo 6.

85 Algo similar a lo que caracteriza, en la actualidad, las metodologías para la enseñanza del español con fines específicos.

86 Sobre estas obras hemos aportado información con anterioridad en relación con la obra de Pablo de Mendíbil.

87 Alexander Monteith la recomienda, en 1844, en su adaptación al español del método de Robertson, en lugar de El Quijote por considerarla más fluida y chispeante en su estilo que la obra de Cervantes (véase capítulo 6). Asimismo, en décadas posteriores se realizó una edición en castellano dentro de la serie educativa Hossfeld destinada al mercado escolar (capítulo 6).

88 Sobre estas obras se tratará en detalle en el capítulo 5. Asimismo, sobre la participación de José Sánchez de Santa María en la sexta edición de esta gramática trataremos más adelante.

89 La novena edición de la obra de Seoane se publicó con el siguiente título: Neuman and Baretti´s Dictionary of the Spanish and English languages; wherein the words are correctly explained, agreeably to their different meanings, and a great variety of terms, relating to the arts, sciences, manufactures, merchandising, navigation and trade, elucidated. Thoroughly revised, greatly improved, enlarged by the addition of many thousand words, and the two parts most carefully collated, two volumes, London, Longman, Brown and Co.

90 (1878), A dictionary of the Spanish and English languages; abridged from the author´s larger work, London, Trübner and Co.

91 La traducción en inglés del Quijote, debida a Charles Jarvis y publicada por primera vez en 1742, es, sin duda, un clásico en el que se basaron versiones posteriores destinadas a servir como libro de texto para la enseñanza del castellano.

92 [...] Con vistas a sistematizar la enseñanza en las clases nocturnas y de este modo y con prontitud hacerla más valiosa en sí misma, y entroncarla con el movimiento actual para la Educación Técnica, los siguientes esquemas para cursos permanentes de instrucción han sido establecidos por el Rector y el Claustro de catedráticos y profesores, y por lo tanto, son altamente recomendados a los alumnos. Con estos esquemas se intenta preparar a éstos, en la medida de lo posible, para las siguientes profesiones y oficios: derecho, funcionariado, la profesión mercantil, manufacturas químicas, ingeniería o minería, arquitectura (trad. nuestra).

93 Nos referimos a New Grammar of the Spanish Language, comprehending in a most simple, easy and concise manner, everything necessary to its complete acquirement, London, 1846, printed for William Tegg and Co. Se trata de una gramática descriptiva que ilustra con múltiples ejemplos el uso de las diferentes reglas gramaticales. A ambas obras de Meadows, la gramática y el diccionario, hacemos referencia más adelante en el capítulo 5.

94 Esta obra, cuyo título era similar en los manuales correspondientes a todos los idiomas, aplicaba al idioma español las teorías plasmadas en el trabajo original de Prendergast publicado por primera vez en Londres, en 1864; nos referimos a The Mastery of Languages; or the art of speaking foreign tongues idiomatically.

95 En la actualidad, habiendo ocupado el español su legítimo lugar entre las lenguas del comercio y habiendo llegado a ser un instrumento en las relaciones internacionales, segundo en importancia, sólo después del inglés; está considerado indispensable para todos aquellos ocupados en relaciones comerciales con España, las Antillas y las jóvenes repúblicas de Centro y Sur de América (trad. nuestra).

96 Sirva de ejemplo A Theoretical and Practical Grammar of the Spanish language, with exercises and key, 1833, obra de Emanuel del Mar, autor mencionado en relación con Juan Calderón.

97 Otros trabajos del mismo tipo surgirán en las décadas siguientes, como el English-Spanish Commercial Correspondent publicado dentro de la serie Hossfeld, en 1905 .

98 Sánchez de Santa María colaboró con Alfred Elwes en la edición de 1866 que éste último realizó de la conocida gramática de McHenry, A New and Improved Spanish Grammar designed for every class of learners. Asimismo, a él se debe la revisión y ampliación de las diferentes ediciones correspondientes al idioma español de la serie Mastery de Thomas Prendergast. Ambas obras figuraron en las listas de lectura de la asignatura de lengua española en King's, como hemos tenido ocasión de comprobar.

99 Para alumnos destinados a la carrera mercantil, puede organizarse instrucción adicional en lenguas modernas (francés, alemán, italiano y español), incluyendo negocios internacionales, correspondencia, geografía del comercio, economía política así como el estudio de las divisas extranjeras, aritmética comercial y los elementos de seguros [...]. Las asignaturas antes mencionadas reemplazarán al latín y al griego pero el curso incluirá historia y literatura, antigua y moderna. Un curso de dos años de cuatro horas por semana; la historia antigua será tratada sin referencia a la lengua (trad. nuestra).

100 Sobre el conocido manual de conversación, español-francés, publicado por este autor en 1885, consúltese Sánchez-Pérez 1992: 227).

101 En el curso académico 1894-1895 Marianela de Benito Pérez Galdós sustituirá a la obra de Valera.

102 [...] catedrático de lengua y literatura españolas y originario de aquella parte del país donde se habla el mejor español; hombre culto y bien informado en todas las cuestiones relacionadas con su cátedra. Colaborador de La Época, al que se puede llamar The Times de España, así como de otros periódicos y revistas de calidad. A esto añade competencia en la lengua inglesa, una ventaja poco frecuente entre los profesores españoles (trad. nuestra).



ISSN: 1139-8736
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