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3.3.1. Pablo de Mendíbil
Pablo de Mendíbil fue el primer catedrático de español en King's. Personalidad conocida y apreciada entre sus correligionarios de la emigración por sus conocimientos lingüísticos y literarios, fue el editor de uno de los periódicos más representativos del exilio liberal español, Ocios de Españoles Emigrados, que se publicó en Londres desde 1824 hasta 1827, y en el que figuraron como colaboradores Vicente Salvá, José Canga Argüelles, Joaquín Lorenzo Villanueva, etc. A esto añadía un buen número de colaboraciones en revistas inglesas como Fraser's Review y Foreign Magazine, y en otras publicaciones destinadas al público de habla hispana como los No Me Olvides del editor Rudoph Ackermann, Variedades o el Mensajero de Londres y el Repertorio Americano 57.
Este afrancesado había formado parte de la primera emigración liberal de 1813 al país galo. Allí, concretamente en Burdeos, se había dedicado a la enseñanza en un colegio fundado por otro compañero de exilio, Manuel Silvela, con quien publicó en 1819 una obra antológica que logró gran divulgación, la Biblioteca Selecta de Literatura Española 58. A su regreso a España, en 1820, coincidiendo con la amnistía otorgada por Fernando VII, dirigió en Álava El Liberal Guipuzcoano, pero en 1823 volvió a emigrar, esta vez definitivamente, a Londres, donde, además de sus actividades literarias ya mencionadas, se empleó en dar clases particulares de español y francés durante algún tiempo 59. Junto con José Mª de Alcalá y Antonio Alcalá Galiano, Pablo de Mendíbil presentó su candidatura para la cátedra de español en la Universidad de Londres, en 1827. Su experiencia en la enseñanza y su reputación como hombre de letras le avalaban para el puesto, que él juzgaba, sin modestia alguna, al alcance de sus posibilidades:
As for the professorship of the Spanish language, grammatically taught, my long practice in teaching it, both in France and in this country, having been an immigrant in that Kingdom from 1824 to 1820, and in London from 1824 till the present, encourages me to believe that I possess the necessary fitness to fill the situation. Therefore, my persuasion is that in either of the two professorships to which I aspire, I shall be able to discharge it, should I be so fortunate as to be thought worthy to be appointed to any of them (University of London, Applications, carta de Mendíbil, 26-1-1828) . 60
La enseñanza "gramatical" (grammatical) a la que se hace referencia en estas afirmaciones significa una enseñanza elemental o básica, basada en el aprendizaje de los principios y reglas gramaticales y, por lo tanto, en una metodología con un enfoque tradicional. Es de suponer que este modelo fuera asimismo, utilizado en King's College por Mendíbil. A pesar de ser un candidato con sobrados méritos para desempeñar el cargo, como él mismo señalaba, Pablo de Mendíbil no fue seleccionado. Las razones han quedado expuestas en la correspondencia que mantuvo con miembros del Consejo de la Universidad, de la que se ha tratado en el capítulo segundo; como ya conocemos, el puesto le fue concedido a Antonio Alcalá Galiano. En 1831, sin embargo, obtuvo la cátedra de español en King's College, pero su carrera profesional fue muy breve, ya que falleció a los dos meses de haber pronunciado la Lección Inaugural (Llorens 1979: 75).
Para apreciar la aportación de Pablo de Mendíbil a la enseñanza de la lengua y la literatura españolas, hay que revisar su producción escrita en la que subyace siempre una finalidad pedagógica. Desde esta perspectiva, su obra más representativa es la Biblioteca Selecta, antología de textos de los escritores españoles más conocidos desde el siglo XIV hasta el XIX. La composición y publicación de este libro tenía un propósito fundamentalmente instructivo pues, como afirma el autor, estos modelos:
Pueden servir de lecciones prácticas a los que se dediquen al conocimiento y estudio de esta lengua [...].
Hace ya mucho tiempo que la necesidad de una obra como la presente se hallaba indicada dentro y fuera de España, por la escasez de ediciones cómodas y correctas de muchos de nuestros buenos autores [...]. Por el anhelo con que la multitud de los que de cierto tiempo a esta parte se dedican, en Francia sobre todo, a aprender la lengua castellana, apetece buenos libros en que conocerla a fondo y universalmente: enfín, [sic], por el incompleto desempeño de cuantas colecciones de esta clase se han dado a luz y anunciado hasta ahora, estimables muy pocas por el gusto de los editores en la elección de ciertos trozos; pero ninguna suficiente, ni para dar una idea cabal de nuestra lengua y literatura, ni para ocurrir a los inconvenientes e indicaciones que se acaban de apuntar (Mendíbil 1819: v-vi).
El libro se ideó en relación con la enseñanza de los niños españoles y surgió ante la necesidad de los propios profesores, Silvela y Mendíbil, de compilar pasajes ilustrativos del buen uso de la lengua castellana. Las colecciones literarias como material de apoyo en la enseñanza de idiomas habían sido frecuentemente utilizadas desde antiguo (Sánchez Pérez 1992: 139); también a lo largo del siglo XIX son numerosos los autores que se sirven de textos literarios seleccionados como instrumento complementario de sus gramáticas o cursos de español para extranjeros 61.
La Biblioteca incorpora una visión histórica de la literatura española pero su planteamiento, a diferencia del presentado por Alcalá Galiano en su Lección Inaugural, intenta:
[...] conciliar el orden didáctico o de los diferentes géneros con el cronológico o el de los tiempos, hemos seguido éste en cada uno de aquellos, de suerte que, siendo cada capítulo un todo respecto de la historia literaria, resulta de la obra entera un cuadro general que por orden de tiempos y materias, comprende todas las figuras principales, acabadas en todas sus proporciones. El discurso preliminar, después de dar una idea sucinta de la literatura general, presenta la historia de la nuestra, haciéndola nacer y colocándola en el punto que le compete por su mérito y antigüedad; con lo cual, y las notas histórico-críticas que irán al fin sobre las vidas y escritos de nuestros principales autores, se pondrá complemento a la obra (Mendíbil 1819: v-vi).
Mendíbil presenta el cuadro de la historia de la literatura española en cuatro volúmenes, que se organizan en libros y éstos a su vez en capítulos. Los libros de los dos primeros volúmenes se corresponden con los diferentes estilos literarios: “templado”, “llano”, “grave” y sus capítulos con los tipos de escritos (introducciones, descripciones, narraciones, definiciones, diálogos, cartas, pensamientos y máximas, etc.). Los dos últimos volúmenes de la serie están dedicados a la poesía en todas sus modalidades (lírica, elegíaca, bucólica, burlesca, satírica, didáctica, etc.). La extensión dada a la parte poética está justificada por:
[...] ser sin duda alguna la poesía, el ramo de la literatura en que la España se distingue por la índole peculiar de su númen [sic] y estructura, e iguala, si no excede en pocos géneros, a las demás naciones, así por la abundancia, como por la bondad de las composiciones. Destinar una pequeña fracción de la obra para la colección de tan copiosos materiales habría sido despojarla de su principal ornamento y aun dejar incompleta la ejecución de nuestro plan (Mendíbil 1819: ix).
A diferencia de otras obras posteriores de similares características, los fragmentos incluidos en cada sección no están clasificados según su grado de dificultad, porque, como se ha expuesto, no se trata de un libro de lectura graduada, sino de un manual de literatura; el verdadero propósito de la obra era servir de preparación y texto a un curso de retórica y de literatura española (Mendíbil 1819: xiii) y este rasgo, precisamente, la diferencia de otras colecciones contemporáneas que se limitan básicamente a presentar en orden cronológico los autores y obras más representativos de cada período 62.
El prestigio de que gozó la Biblioteca Selecta en su época fue grande no sólo entre los emigrados, sino también fuera del círculo de la emigración, como demuestra el hecho de que fuera incluida en catálogos de libros españoles durante bastantes años, y que fuera utilizada como obra de referencia en antologías posteriores con finalidad similar 63. Por este motivo, es fácil suponer que Mendíbil se sirviera de ella para fijar el programa de la asignatura de literatura española en King's College durante el tiempo en que desempeñó su magisterio.
Pero no fue la única obra de este autor destinada a la enseñanza; además de su colaboración en la ya mencionada Floresta Española de Antonio Garrido y en la revisión de la Gramática de Vicente Salvá (Llorens 1979: 177), Mendíbil inició, en 1826, la Revista del Antiguo Teatro Español o selección de piezas dramáticas desde el tiempo de Lope de Vega hasta el de Cañizares; castigadas y arregladas a los preceptos del arte, colección destinada a la difusión y conocimiento del teatro antiguo español, de la que sólo llegó a publicar el primer número, que incluía El astrólogo fingido de Calderón de la Barca. Asimismo, en 1829, realizó la traducción libre de una obrita de carácter educativo dirigida al público infantil, titulada Clave de Conocimientos Útiles 64. En ella presenta una serie de vocabularios clasificados en secciones, relacionadas a su vez, con la vida familiar y diaria; cada elemento es objeto de una breve descripción y explicación en español, al modo de los vocabularios que acompañaban a las gramáticas y manuales de español para extranjeros 65.
Notas
57 Sobre sus colaboraciones literarias escribe él mismo en la carta que acompaña su solicitud para la cátedra de UCL (UCL, carta de Mendíbil, 30-4-1827); asimismo, Llorens, al tratar de los artículos literarios del alavés, señala su eclecticismo, especialmente en lo concerniente a la literatura dramática, y lo califica definitivamente como crítico literario (Llorens 1979: 337-140).
58 Biblioteca Selecta de Literatura Española o modelos de elocuencia y poesía tomados de los escritores más célebres desde el siglo XIV hasta nuestros días y que pueden servir de lecciones prácticas a los que se dedican al conocimiento y estudio de esta lengua, Burdeos, en la imprenta de Lawalle joven y sobrino.
59 En la carta que acompaña a su solicitud para la cátedra
de español en UCL, Mendíbil se refiere a su trabajo como profesor
particular:
I will only add that I have been (and I am actually employed during the years
of my residence in London) in giving instruction in the Spanish language in
many families of the highest respectability, from whom I may venture to assert
that I could, if necessary, produce the most satisfactory testimonials of my
conduct (University of London, carta de P. Mendíbil, 30-4-1827).
Sólo añadiré que, durante los años que he residido
en Londres, he estado, y lo estoy en la actualidad, empleado en dar instrucción
en la lengua española por muchas familias altamente respetadas, quienes,
me aventuro a afirmar, podrían producir, si fuera necesario, las referencias
más satisfactorias sobre mi conducta (trad. nuestra).
Según nos recuerda Llorens (cf. 1979: 76-77), Mendíbil fue uno
de los miembros fundadores del Ateneo español en Londres, en el cual
se le encomendaron las clases de gramática.
60 En cuanto a la cátedra de lengua española enseñada gramaticalmente, mi larga práctica en su enseñanza, tanto en Francia como en este país, habiendo sido emigrante en aquel reino desde 1814 hasta 1820, y en Londres desde 1824 hasta el presente, me anima a pensar que poseo la capacidad suficiente para desempeñarla. Así pues, mi juicio es que cualquiera de los dos puestos a los que aspiro, podré llevarlos a cabo si tengo la suerte de ser considerado merecedor de ocupar cualquiera de ellos (trad. nuestra).
61 Sirvan como ejemplos ilustrativos las siguientes obras: Modelos de Literatura Española de E. Del Mar (1841), A New Spanish Reader según el método de Ollendorff (1857) y Hossfeld's New Spanish Reader (1890); de todas ellas se da información en los capítulos 5 y 6 respectivamente.
62 Una obra equiparable a la Biblioteca Selecta y en la que colaboró el propio Mendíbil es la Floresta Española o colección de piezas escogidas de los mejores autores, precedida de un discurso sobre el origen, progresos y decadencia de la literatura española, publicada por Antonio Garrido en Londres en 1826 y de la que se imprimieron hasta cuatro ediciones debido a su gran popularidad. Dentro de esta línea, también se incluyen el Teatro histórico-crítico de la elocuencia española de Antonio de Capmany, Colección de trozos escogidos de los mejores hablistas castellanos en verso y prosa de Alberto Lista, así como El Parnaso Español y las colecciones debidas a Manuel José Quintana y al Abate Marchena; todas ellas sirvieron de base para recopilaciones posteriores como la de Carlos de Ochoa, Antología Española, colección de trozos escogidos de los mejores hablistas en prosa y verso desde el siglo XVI hasta nuestros días, Paris, Carlos Hingray Editor, publicada en 1862, la cual será mencionada en relación con el segundo período correspondiente a la enseñanza del español en King's College.
63 La mencionada obra antológica muy posterior debida a Carlos de Ochoa, reconoce la deuda adquirida, entre otras, con el trabajo de Mendíbil y Silvela (cf. 1862: v). Asimismo, en el Libro de Lectura de Luis F. Mantilla publicado en 1866, del que se tratará en este capítulo, se acredita el precedente sentado por Mendíbil con la Biblioteca.
64 El título completo de la obra es el siguiente: Clave de conocimientos útiles o explicación breve y sencilla de las cosas más usuales en la economía doméstica mezclada con documentos morales. Acomodada del inglés al castellano, para el uso de las niñas aficionadas a lecturas útiles. Londres, 1829. R. Ackermann.
65 Sobre la tradición de los vocabularios y diálogos temáticos puede consultarse entre otros Carlos Clavería 1972: 24-26. En décadas posteriores los vocabularios y diálogos funcionales seguirán formando parte de gramáticas y textos de español tan populares como el de Ollendorff, del que se tratará convenientemente en el capítulo 6.
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