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2.8. La evaluación de los alumnos
La evaluación de los alumnos consistía en una prueba que se llevaba a cabo de forma continuada, es decir, al final de cada una de las épocas o períodos que comprendía el programa de la asignatura. El examen consistía en un resumen escrito de las explicaciones del profesor, pero éste insistía en que dicho resumen debía incluir observaciones críticas sobre los temas tratados. Del mismo modo, se alentaba a los alumnos a expresar las objeciones, si las hubiera, y sus propios puntos de vista en clase, en forma de debate (Alcalá Galiano 1828: 28).
La importancia que Alcalá Galiano concedía al estudio de las lenguas modernas y de su literatura, y de las españolas en particular, estaba en relación con el provecho que representaban para el hombre moderno y para la sociedad británica en general y estaba también directamente ligado a la filosofía de la Universidad. Pero, asimismo, había otra consideración que pesaba más: el desarrollo del comercio como bondad social y promotor de los sentimientos pacifistas y de la comprensión entre los pueblos:
You all know that there are few studies which repay so well the labour bestowed upon them, as the learning of modern languages. To the reader it opens a new vista in the country of human intellect; to the traveller it is a source of constant pleasure and comfort. Dreary and unpleasant indeed is the situation of him who visits a foreign country without having become previously acquainted with its language. And this leads me to notice a peculiar advantage at present annexed to the study of the Spanish tongue. In the vast regions of South America, a wide field has been opened to British enterprise. British capital has flowed there in torrents; large establishments have been formed by British individuals; and though the first impulse which directed public attention towards those countries may be said to have subsided, still the permanent interests which have been created there cannot be abandoned, nay, must be cultivated and improved. The demand for Spanish scholars is likely to become in process of time very extensive. Through the whole of that vast continent the Spanish language is spoken; and it is a proud consideration for him who feels deeply and vitally concerned in the glories of that language, that it will be the common tongue of numerous and flourishing nations, who in future times will ennoble it by their thoughts, and adorn it by their writings (Alcalá Galiano 1828: 15). 49
Alcalá Galiano se muestra aquí "librepensador" (free-thinker) y defensor del libre comercio, uno de los elementos del ideal de progreso, preconizado con anterioridad por Adam Smith, y cuyo efecto en la sociedad británica fue el origen de una profunda transformación social (Bury 1971: 201). A pesar de este entusiasmo, las clases de lengua, así como las de literatura españolas contaron siempre con un número reducido de alumnos, en comparación con las de francés y alemán; a esto habría que añadir el problema de la variedad de niveles y de formación lingüística, que junto con la asistencia irregular de los alumnos desalentaron al profesor y motivaron el fracaso de las clases, como el mismo Alcalá Galiano narra:
Three students have entered the class of Spanish language, one of them from eight to nine o´clock a.m. and the other two from eleven to twelve.
The first of them, Mr. Mitchell, has shown great industry and zeal. His natural disposition for the study of languages appears to me excellent and his education as a scholar has mainly assisted his natural abilities. Though he knew nothing of Spanish when he entered the class he can now translate easily any Spanish book in prose and even poetry. I am sorry to say that he has discontinued his attendance to the class since the last week of May without any notice of his intention.
The second, Mr. W. Fry, is a very industrious and estimable young man, but I regret to say that his natural disposition for the study of languages is not great. He knew a little Spanish before he entered the class. But though he has very zealously attended, he has not improved considerably. Having lately found a mercantile situation he left the University after giving me notice.
The third, Mr. G. Beisan, is totally devoid of talent and industry and being almost uneducated is therefore the most unfit to be taught. He has been very irregular in his attendance, very inattentive while in the class and has discontinued to attend it even since the latter end of May.
The lectures upon Spanish literature were originally advertised for November last, but no students having entered the class, they were postponed to February when they were opened upon a new plan. Two students have entered them. One of them, Mr. Kilbey, an English gentleman who has made a long residence in Spain and Cuba in an official situation and is a good Spanish scholar did attend two lectures only. The other, Mr. Rocafuerte, a South American has attended the whole course of twenty lectures and seemed to listen to them with great attention. As the confined nature of the course has precluded the possibility of an examination I am capable to say how far he has been benefited by the instruction which I endeavoured to afford him.
I am sorry to say that from the foregoing statement, it will appear that the Spanish classes have proved an almost total failure. I beg you will submit this statement to the Council assuring them of my earnest desire to do whatever they may think proper to insure success to my class for the next session [...] (University of London, carta de Alcalá Galiano, 25-6-1829) (Apéndice iv-vi). 50
El valioso testimonio de este profesor ayuda a recrear la realidad en la que se desarrolló la implantación del estudio aplicado de las lenguas modernas. La variedad de niveles y formación en el alumnado y quizás también la falta de respuesta e interés por parte del mismo, constituyó la más seria dificultad a la que tuvieron que hacer frente los profesionales de la enseñanza del español como lengua extranjera en la educación superior en esta época. Con estas afirmaciones, en las que muestra su desaliento y decepción por la falta de asistencia y de progreso entre los estudiantes de lengua y literatura españolas, Alcalá Galiano demuestra su gran profesionalidad e interés por la implantación y el desarrollo de las mismas en su país adoptivo.
Notas
49 Todos ustedes saben que hay pocos estudios que devuelvan con tanta gratitud el esfuerzo depositado en ellos, como el aprendizaje de las lenguas modernas. Para el lector, abren nuevas vistas en el paisaje del intelecto humano; para el viajero, son una fuente de constante placer y confort. Triste y desagradable, sin duda, es la situación del que visita un país extranjero sin haberse familiarizado previamente con su lengua. Y esto me lleva a señalar una ventaja, en particular, derivada del estudio de la lengua española. En las extensas regiones de América del Sur se ha abierto un amplio campo para la iniciativa británica. El capital británico ha fluido allí en torrentes; súbditos británicos han abierto grandes establecimientos, y aunque el primer impulso que atrajo la atención pública hacia aquellos países parece ser que ha disminuido, los intereses permanentes que se han creado allí no pueden ser abandonados, por el contrario, deben ser mejorados y cultivados. La demanda de especialistas españoles será muy grande en poco tiempo. Por todo ese vasto continente se habla la lengua española y es una consideración de orgullo para quien se siente profunda y vitalmente afectado por las glorias de esta lengua, que sea la lengua común de numerosas y florecientes naciones, que en tiempos venideros la ennoblecerán con sus ideas y la adornarán con sus escritos (trad. nuestra).
50 Tres estudiantes se han
matriculado en la clase de lengua española; uno de ocho a nueve por la
mañana y los otros dos de once a doce.
El primero, el Sr. Mitchell, ha demostrado gran esfuerzo y ardor. Su disposición
natural para el estudio de las lenguas me parece excelente y su educación
académica ha reforzado sus habilidades naturales. Aunque no sabía
nada de español cuando empezó, ahora puede traducir con facilidad
cualquier libro español en prosa e incluso poesía. Siento decir
que ha interrumpido su asistencia desde la última semana de mayo sin
haberme comunicado sus intenciones.
El segundo, el Sr. W. Fry, es un joven muy trabajador y estimable, pero siento
decir que su disposición natural para el estudio de las lenguas no es
muy grande. Sabía un poco de español cuando empezó las
clases, pero aunque ha asistido con mucho entusiasmo, no ha progresado considerablemente.
Dejó la universidad cuando encontró un puesto mercantil y después
de notificármelo.
El tercero, el Sr. G. Beisan, no tiene ningún talento y aplicación
y como no tiene casi ninguna educación es el menos adecuado para recibir
enseñanza. Ha asistido con mucha irregularidad, muy falto de atención
en la clase y ha dejado de asistir desde antes de finales de mayo.
Las conferencias de literatura española fueron anunciadas en un principio
para últimos de noviembre, pero no habiéndose matriculado ningún
alumno se pospusieron hasta febrero, cuando se inauguraron con un nuevo plan.
Dos estudiantes han asistido. Uno de ellos, el Sr. Kilbey, un caballero inglés
que ha residido largo tiempo en España y Cuba con un puesto oficial y
quien es un buen estudiante de español, asistió sólo a
dos conferencias. El otro, el Sr. Rocafuerte, un sudamericano, ha asistido todo
el curso de veinte conferencias y parece prestar mucha atención. Como
el carácter restringido del curso ha excluido la posibilidad de un examen,
me siento capaz de decir cuánto se ha beneficiado de la instrucción
que yo he intentado proporcionarle.
Siento decir, que según este informe, parece que las clases de español
han demostrado ser casi un fracaso total. Ruego que entregue este informe al
Consejo y les asegure de que haré todo lo que me sea sugerido para que
las clases de español sean un éxito la próxima sesión
(trad. nuestra).
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