ISSN: 1139-8736
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3.1.5. La cláusula como unidad de información

No siempre es fácil determinar el comienzo y/o el fin de una cláusula en un discurso oral. En el apartado anterior vimos que la cláusula se codifica semánticamente (verbo y los argumentos pertinentes), sintácticamente (estructura SVO) y pragmáticamente (Tema-Rema). Pero no todas las cláusulas reflejan la estructura típica. Muchas veces faltan algunos elementos y la cláusula aparece en forma truncada. Puede faltar el verbo y más a menudo el sujeto o el (los) objeto(s) (Givón 1992 : 7). Entonces, ¿cómo los hablantes podemos producir emisiones comprensibles y cómo los oyentes podemos comprender tales estructuras?

La respuesta normal a la pregunta ¿Quién abrió la ventana? no sería Mi hermana abrió la ventana. sino simplemente mi hermana. Por el contexto lingüístico, se pueden recuperar fácilmente tanto el verbo como el paciente que tiene la función sintáctica del objeto. Se entiende lo que pasa (proceso) y quiénes son los participantes, aunque no hace falta realizar léxicamente cada ítem.

En términos funcionales tendríamos que decir que existe una estructura clausular en la lengua5 y una en el habla real. Las dos no necesariamente tienen que coincidir pero su existencia es obligatoria para codificar y descodificar un mensaje. La lengua provee los medios para expresar lingüísticamente el mundo y las experiencias de los hablantes en él, es decir, los estados y eventos, los participantes involucrados o las circunstancias. La estructura clausular de la lengua (proposición) se organiza mediante el modelo de transitividad en un verbo y los argumentos nominales (participantes) que son necesarios para que la acción expresada por el verbo se complete en una predicación. Así, un verbo como escribir exigirá la presencia de los sintagmas nominales que denoten el agente, el paciente, el beneficiario y, eventualmente, el instrumento y las circunstancias. De esta manera, la lengua refleja nuestro mundo tal como lo vemos y entendemos. Ahora bien, la proposición semántica debe codificarse sintáctica y pragmáticamente y en este proceso el hablante tomará ciertas decisiones acerca de la codificación adecuada en su discurso. Para este paso, deberá calcular lo que ya ha dicho, el saber compartido por su interlocutor, la relevancia que tenga la información para este, etc. Entonces, en el texto no aparecerá la proposición en tanto constituye un modelo abstracto sino la cláusula que no solicitará la actualización de todos los constituyentes de la proposición.

Queda claro, entonces, que no podemos guiarnos por las características gramaticales para determinar lo que es una cláusula. Más nos ayuda su expresión fonética reflejada en la entonación como propone Givón:

..., the clause [...] is best recognized by its INTONATIONAL contours ..., rather than by its gramamtical characteristics (ibid)

Chafe, por su parte, irá aun más lejos e interpretará la entonación como el reflejo de los procesos cognoscitivos que están detrás de la producción de la cláusula.

Nuestro cerebro es capaz de almacenar grandes cantidades de información, por ejemplo, los recuerdos de nuestras múltiples vivencias. Sin embargo, cuando queremos recurrir a ella, solo podemos concentrarnos en piezas o partes muy limitadas. Al hablar, activamos solo una cantidad limitada de toda esta información. Y aunque una determinada experiencia tenga gran importancia para nosotros o nos haya causado una emoción sin igual, no somos capaces de recordar cada detalle de esta, siempre resaltan ciertos aspectos más que otros. Esto significa, que la información almacenada en nuestras mentes debe estar organizada y jerarquizada de alguna manera. Este hecho, según Chafe, se refleja lingüísticamente en las unidades que se pueden establecer en un texto, tales como párrafos, oraciones simples y compuestas. La unidad mínima que contiene la información activada en un momento determinado tiene su expresión fonética y aparece en una unidad de entonación.

When a speaker is speaking, he or she verbalizes one piece of temporarily active information after another. Each such piece is expressed in what I will call an "intonation unit". An intonation unit is a sequence of words combined under a single, coherent intonation contour, usually preceded by a pause. (1987 : 22)

La cláusula es, entonces, una secuencia de palabras bajo una curva de entonación coherente demarcada por una pausa inicial. Es esencial ya que constituye el núcleo de la verbalización de los estados y eventos (Chafe ibid : 38). Se estructura sintácticamente y Chafe encuentra que:

In terms of syntactic structure, about two thirds of them consist of single case frames (a verb with its associated nouns). (1979 : 164)

Las cláusulas muestran entonces una fuerte tendencia de coincidir con la proposición que Givón define como existente en la lengua. ¿Qué pasa con el tercio que no coincide con la proposición? Estas cláusulas conforman unidades típicas del discurso oral como lo son las hesitaciones, falsos arranques, pausas planificadoras, etc., o bien, "lo que Chafe llama ‘unidades reguladoras’ tanto del fluir del texto como de la interacción verbal" (Domínguez ibid : 138)

Para ilustrar mejor las características de la cláusula quisiera dar un ejemplo. A continuación presentaré una pequeña parte de la narración de un hablante del corpus utilizado para este trabajo (MDD5FB). Segmenté la transcripción en unidades de entonación.

(4)

1. ... ay Dios mío
2. yo tenía un enamorado
3. y usted no sabe la broma que...
4. ese enamorado...
5. entonces yo tenía dieciocho años cuando tuve el primer muchacho
6. y yo era una muchacha buena
7. sirviendo
8. si hubiera sido mala me hubiera quedado en San Cristóbal
9. que me fui con una señora
10. y la señora
11. y yo me salí de la señora y entonces me fui para San Cristóbal
12. en un hotel trabajaba
13. y las mujeres del carajo me...
14. me llevaban
15. estaba jovencita
16. y...
17. y me llevaban para Táriba que habían fiestas...
18. y...
19. esas coños bailando y de todo
20. y... bonchando y de todo
21. y entonces si hubiera sido así...
22. que yo que yo me cuidaba tanto que
23. que vendían del hotel comida para la policía y...
24. me mandaban con esas cestas... de la tienda
25. a llevar comida a la policía...
26. y yo tenia un enamorado allí
27. era un policía...

La mayoría de las unidades de entonación representan las estructuras semántica, sintáctica y pragmática típica anteriormente descritas. Son estas especialmente las que aparecen en 2, 5, 6, 8, 9, 11, 12, 15, 17, 23, 26 y 27. Concuerdan, entonces, con la cláusula prototípica o la proposición. Las otras unidades de entonación son ciertas desviaciones que ocurren, como ya hemos visto antes, muchas veces en el lenguaje oral. Se trata de señales de planificación, errores y sus correcciones.a

Algunas cláusulas proveen el sujeto pero no el predicado o un predicado incompleto, como por ejemplo:

13. y las mujeres del carajo me...

Chafe (1987: 38-39) sugiere que se trata en estos casos de información no proporcionada6 anteriormente. Por esta razón, el hablante tiene que hacer un esfuerzo cognoscitivo mayor y no es capaz de dar más información en la misma cláusula. Si decide terminarla, sigue el predicado en una de las próximas cláusulas, como sucede en nuestro ejemplo:

14. me llevaban
17. y me llevaban para Táriba que habían fiestas...

Como solo podemos verbalizar una cantidad limitada de información, generalmente, no se encuentran combinaciones de dos verbos y objetos en la misma cláusula sino el hablante tienen que recurrir a dos, como vemos en las cláusulas 24 y 25:

24. me mandaban con esas cestas... de la tienda

25. a llevar comida a la policía...

Algunas unidades de entonación son falsos arranques, es decir, comienzos de una cláusula que no se termina para formularlas de otra forma, cláusulas interrumpidas, pospuestas o simplemente no terminadas y abandonadas:

4. ese enamorado... (cláusula no terminada)
10. y la señora (reformulada en 11.)

Otras cláusulas tienen la función de agregar alguna información a la anterior que fue terminada demasiado pronto.

7. sirviendo
20. y... bonchando y de todo

En algunas ocasiones, los hablantes no han terminado de planificar lo que van a decir a continuación. Sin embargo, saben o, más bien, sienten que no pueden quedarse callados porque excederían la duración de las pausas permitida entre dos cláusulas. En este caso, el hablante tiene que señalarle al interlocutor que todavía está "dentro del discurso" y que va a seguir hablando. Ejemplos de tales "pausas llenas" [pause fillers] son las cláusulas 16 y 18.

En el ejemplo existen también palabras y expresiones enteras que no contribuyen a la narración que se produce pero sí a la evaluación de esta por parte del hablante. Son importantes para la cohesión de un discurso señalando la relación que tiene una cláusula con la anterior o las anteriores. Se trata de los llamados marcadores discursivos. Uno de estos encontramos en la primera cláusula con "Ay, Dios mío" frecuentemente utilizado en el discurso. Esta hablante tiende a "evaluar" en el arranque todas sus narraciones mediante dicho marcador discursivo.

Vimos entonces que el lenguaje oral, contrario a lo que se ha pensado por mucho tiempo, presenta igualmente una estructura y organización. Con esta característica forma parte del interés de la lingüística (y de los lingüistas).

El lenguaje oral también se organiza en subunidades. Si en el lenguaje escrito las "verdaderas unidades lingüísticas" las constituyen las oraciones, las unidades en el lenguaje oral son las cláusulas. Para efectos de este trabajo, la cláusula es definida en los términos de Chafe como unidad de entonación. La entiendo como una secuencia de palabras bajo una curva melódica coherente demarcada por una pausa de articulación inicial. Parafraseando a Halliday (1989 : 67/68) podemos decir que la cláusula es la unidad preferida en el habla pues es mediante esta que se puede representar las cosas como procesos interrelacionados. En ella se reflejan las tres metafunciones del lenguaje.

Dentro el marco del presente trabajo me interesa la función textual, la estructura de la cláusula que permite el flujo de información y relaciona las partes de un texto como un conjunto cohesivo.


Notas

5 Givón (1984 : 85) la llama “proposición” , contiene la información sobre los estados / eventos (“lo que pasó”) y los tipos de argumentos / participantes (“quién”, “a quién”, “cómo”, “cuándo”, “dónde”, “con qué”, “para quién”, etc).

6 Para una explicación y definición del término, véase el apartado 3.2.4. El estado de activación de la información de este mismo capítulo.


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