ISSN: 1139-8736
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Copyright: © Alexandra Álvarez Muro

6.3.3. ORGANIZACIÓN TEXTUAL Y VARIACIÓN

En las historias merideñas se encuentra a menudo una forma poética de construcción del texto que consiste en lo que Jakobson ha llamado el paralelismo (cf. Jakobson, 1992) y que hemos estudiado en la sección anterior de este capítulo (5.4.1.).

La presencia o no del paralelismo nos permitió agrupar los textos (véase los Cuadros 10 y 11) en dos grupos: el primero (GI), caracterizado por una prosa más plástica, más rítmica con una manera de contar que, parece desarrollarse hacia atrás, haciendo gala de paralelismos y secuencias rítmicas muy variadas (i, ii, iii)) y el segundo (GII) compuesto por narraciones donde el interés se crea a partir del desarrollo sintáctico y del imbricamiento de la acción en el tiempo y en la sicología de los personajes (iv, v, vi) (cf. Álvarez y Domínguez, 1999).

Cuadro 10: El paralelismo

En estos textos podemos distinguir fundamentalmente tres tipos de paralelismo:

i) El paralelismo sonoro la repetición, como su nombre lo indica, de sonidos. Es el caso de la secuencia, que aunque discontínua, hace percibir la asonancia en la complicación de la historia Y era recién casado, como en el fragmento siguiente:

y no salía
y no salía
y no salía
y era recién casado
y no salía

En esta clase encontramos la repetición de sintagmas completos, que implican, claro está, la repetición tanto de la estructura fónica como de la estructura gramatical. Esto se da más en las narraciones del primer grupo, pero también en algún caso, en las del segundo.

Esto se da también, aunque muy esporádicamente, en el segundo grupo de relatos:

yo corrí y corrí
sino corre y corre y corre.
ladrones...ladrones...
mamá...mamá mira
vamos...vamos muchachos

tenía una camisa de cuadros
y había como cinco con camisas de cuadros

ii) El segundo tipo de paralelismo es el que Jakobson considera como paralelismo gramatical. En este tipo de secuencia, menos evidente, pero sin embargo muy eficaz para lo que el ritmo se refiere, lo que se repite es la estructura sintáctica. El siguiente ejemplo tiene, además de una rima asonántica, una serie de verbos:

se metió...al baño
y se mató
se resbaló
y se cayó
se murió

El paralelismo gramatical es la figura dominante del texto titulado No íbanos a la escuela, Domínguez y Mora (1998) que responde a la pregunta del encuestador: O sea que ustedes no fueron a la escuela y que transcribimos en (31):

(31)
Hab.: Ay no, sí fui, a la escuela, no fui a la escuela pero una madrina mía era muy brava, una madrina mía, y entonces nos mandaba a la escuela y nos íbanos para los potreros como le conté, nos íbanos para los potreros y bajábanos los bichos eso que... ¿tienen las matas? y nos... íbanos por esa falda rodando y las cabuyas las poníanos por dos palos, para mecernos, y... la otra parte nos íbanos a comer cínoras, que habían cosechas, y la otra parte nos íbanos a buscar mortiños... para comer, para que se nos pusiera la lengua morada, y la otra parte... dígame, habían guayabitas rayadas, que las llamaban por esa parte, y nos íbanos por esas faldas a coger guayabas y traíanos las guayabas todas en las faldas, y... las guayabas y... y... y la otra parte nos íbanos... le robábanos a una viejita que había por allá arriba, y era como ciega de un ojo, y nos íbanos y le robábanos la panela a la viejita... y nos íbanos para porque esa aguas eran todas aseadas de este mundo, ahorita es que esas aguas vienen cloacas, y vienen sucias, de todo mundo de sucias, ahora no sabe usted que mojábanos la panela y comí... y bebíanos y veníanos llenas de de comer agua y panela y... pero... pero... pero ay no no, ese era todo el chiste de ese... de.... de la juventud, no íbanos a la escuela y entonces llamaban a papá "que las muchachas no vinieron a la escuela, que no sé no sé que más" y nos cogía con esa correa, nos sacaba los pedazos de costillas y del rabo y mamá... ella lo odiaba y él nos sacaba los pedazos... de las piernas y nos rompía y entonces nos curaba mamá... (Domínguez y Mora, 1998: 322)

La complicación logra su enganche gracias a la secuencia de estructuras anafóricas formadas todas por dos partes: la primera, temática que contiene la forma y nos íbanos que vimos como un ejemplo de paralelismo sonoro, ya sea en su forma simple o acompañada por otra secuencia (para los potreros; a comer cínoras, a buscar mortiños; por esas faldas).

La segunda parte es remática, para indicar la finalidad de la acción de ese irse a algo (y bajábanos los bichos; y las cabuyas las poníanos por dos palos..para mecernos; que habían cosechas; para comer.. para que se nos pusiera la lengua morada; a coger guayabas; y robábanos a una viejita; y le robábanos la panela a la viejita). Estas figuras, que se repiten a lo largo de toda la sección, logran crear un ritmo cadencioso, característico de este texto.

y nos íbanos para los potreros.. como le conté
nos íbanos para los potreros
y bajábanos los bichos

y nos...íbanos por esa falda rodando
y las cabuyas las poníanos por dos palos..
para mecernos...

la otra parte nos íbanos a comer cínoras...
que habían cosechas

y la otra parte nos íbanos a buscar mortiños...
para comer
para que se nos pusiera la lengua morada

y nos íbanos por esas faldas
a coger guayabas
y traíanos las guayabas todas en las faldas...

y la otra parte nos íbanos...
le robábanos a una viejita
que había por allá arriba
y era como ciega de un ojo

y nos íbanos
y le robábanos la panela a la viejita...

y nos íbanos para arriba

El segundo tipo de textos carece casi totalmente de las estructuras basadas en el paralelismo. Más bien se caracteriza por formas más reflexivas, y el interés se crea a través de otros medios (cf. Álvarez y Domínguez, 1999). Vemos un ejemplo de esto último en el pensamiento de la hermana que, conociendo la situación del padre y la presencia de los ladrones en la casa, trata de distraerlos: Los ladrones andaban con Diana mi hermana..... registrando toda la casa... mi padre tenía ocho días de haber sido operado de una hernia...y entonces...bueno....Diana como pudo se las ingenió y los distrajo un poco por acá abajo... cuando fueron a entrar al cuarto de mi papá... pues ella les dijo que..que allí no entraran porque mi papá estaba enfermo y que lo acababan de operar...

En este segmento la acción es descrita, en una forma elaborada, paso por paso, explicando todas las circunstancias que deben tomarse en cuenta para comprender lo angustioso de la situación de la familia y el argumento que utiliza Diana para confundir a los delincuentes. Consideramos que esta distinción que se da entre ambos grupos de narraciones, GI y GII, se debe a que el primero está más imbuido en la oralidad y en las normas de ésta, mientras que el segundo, vive más en la escritura y en sus reglas. La oralidad parece más propicia a las formas poéticas que la escritura.

Igualmente se dan instancias de paralelismo gramatical en la argumentación, como en la del hablante 23, analizado en la sección anterior, donde los argumentos se suceden unos a otros en oraciones subordinadas sustantivas, introducidas por la conjunción que, además del que se da en los complementos circunstanciales de modo.

eso es lo que...e... le... quiero dar a... declarar a usted
que... vi en El... Nacional, an... antier...
de que... cómo puede ser posible...
que en Congreso Nacional... haigan tipos...
o que los... o que los haiga...
que ganen... cien mil bolívares mensuales

entonces... yo... esa declaración se la doy a ustedes
y que el Presidente de la República...
que el Presidente Carlos Andrés...y yo como adeco
que soy adeco... como Carlos Andrés Pérez

que modifique las leyes... de los pobres trabajadores
que le trabajaron al gobierno
              con toda la voluntad
              con todo el sentimiento...
              con todo
              con todo

y que nos dejen con... con dos mil bolívares ¿no?
MDD5MA

El paralelismo se siente bien en las estructuras sintácticas de los hablantes de clase baja. La cercanía con la escritura desprovee, al parecer, a los textos de las clases más favorecidas de estos instrumentos tan propios de la oralidad, porque por el momento parece estar en desprestigio. Sin embargo, la circulareidad y la formulareidad del habla ronda siempre cerca, siempre dispuesta a crear música, en todos los ámbitos. Se conoce el discurso de uso repetido, es decir aquel que un mismo hablante o hablantes diferentes, repiten periódicamente, como las leyes y los discursos socialmente relevantes. Lo que en sociedades más abiertas son literatura o poesía, en las sociedades más cerradas, que buscan la continuidad del orden social, son estos tipos de discurso jurídico y político (cf. Brioschi y di Girolamo, 1996). Si no es en las estructuras más pequeñas donde encontramos el retorno del verso, lo es en las estructuras mayores, tanto, que pasan desapercibidas.

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