ISSN: 1139-8736
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5.4.1. EL PARALELISMO

Veamos entonces lo referente a los recursos formales, como el paralelismo. Dice Hasan "La estructura paralela es textualmente significante, es una afirmación acerca de la centralidad del trabajo que realiza un modelo en la construcción de un texto. En cierta forma, el efecto de los modelos y el texto son una y la misma cosa, ya que, sin el trabajo que hacen los modelos de lenguaje, no habría texto, o al menos habría un texto diferente. Los modelos que producen la complejidad de la cláusula, la coordinación y la subordinación, la estructura paralela, son todos textualmente significativos" (Hasan 1989:12).

El paralelismo, según Jakobson (1992) es una estructura poética- porque según este autor se basa en el camino hacia atrás de una secuencia- propia del verso, en contraposición con el camino hacia adelante, que corresponde a la prosa. Paralelismo y ritmo son elementos conformadores del texto, nucleares para éste. Tanto el ritmo como el paralelismo forman además lazos cohesivos, que hacen del texto una unidad de lenguaje en uso. Ritmo y paralelismo conforman la textura, la calidad del texto que lo hace funcionar como unidad (Álvarez y Domínguez, 1999).

El paralelismo es para Jakobson la repetición de estructuras de diferente tipo, ya sean éstas sonoras o gramaticales. Según se dé el paralelismo en el nivel fónico, sintáctico o semántico, puede hablarse de paralelismo sonoro o gramatical: en el paralelismo sonoro encontramos la repetición de sintagmas completos, que implican, claro está la repetición tanto de la estructura fónica como de la estructura gramatical. En el paralelismo gramatical, un tipo de secuencia, menos evidente, pero sin embargo muy eficaz para lo que el ritmo se refiere, lo que se repite es la estructura sintáctica (Jakobson, 1992).

En el relato incluido en (19), vemos paralelismo sonoro en la repetición de secuencias como yo me aburría,/era recién casado, y no salía y no salía. En cambio, y se metió al baño /y se mató; se resbaló/ se cayó; y no salía/ se murió; y tumbaron la puerta/ y era que se había muerto, son ejemplos de paralelismo gramatical porque en ellos se da una repetición de la estructura sintáctica en la sucesión de los verbos.

El paralelismo no se detiene en la clase de palabras, en el hecho de que lo repetido sean precisamente verbos: se da además en estas secuencias un juego en cuanto al aspecto verbal: y se metió al baño/ se mató y se resbaló y se cayó son todos de aspecto perfectivo, dinámico y puntual. Lo mismo ocurre con las secuencias y yo cogí los trapiticos/ abrí el portón/ y salí volada/ y me fui otra vez para la casa/ /y no me estuve. Esto incrementa el ritmo rápido del segmento y acelera el pulso de los acontecimientos. En las secuencias y no salía/ y tumbaron la puerta se da en cambio un contraste de aspectos: el imperfectivo vs. el perfectivo; repitiéndose el esquema en y era que se había muerto/ se murió. Una forma perfectiva denota una situación vista en su totalidad, sin relación con su constitución temporal interna: el imperfectivo en cambio ve una situación con respecto a su estructura interna (Comrie, 1976: 19). En las dos secuencias anteriormente citadas, el sucederse el perfectivo después del imperfectivo da la impresión de algo súbito y repentino.

Hay además ciertas figuras, que más que sintácticas podríamos considerar semánticas. El paralelismo se manifiesta en una serie de acciones semejantes pero que tienen, sin embargo, un sentido contradictorio: en estas oposiciones de sentido se forma una figura llamada tradicionalmente antítesis. Es el caso de los ejemplos siguientes, cuando se contraponen las expresiones me iba para Mérida...mm...a pedir por allá... con y yo venía por comer una migajita al menos, y en se metió al baño y tumbaron la puerta en la complicación de la misma; y quizás también en la secuencia era recién casado - y era que se había muerto.

Para Jakobson, el paralelismo es una estructura poética, porque se basa en la repetición de una secuencia; la prosa se caracteriza en cambio, para este autor, por transitar el camino hacia adelante, y ese es el fundamento de otras texturas que encontramos entre estas narraciones. La misma etimología del termino latino versus contiene, según Jakobson, la idea de una recurrencia regular, al contrario de la prosa, cuya etimología latina (provorsa) sugiere un movimiento hacia adelante (Jakobson, 1992: 43). El que el paralelismo sea propio de la poesía, no significa que "en la prosa no haya paralelismos o repeticiones o cualquier otro recurso. específi-camente asociado con la poesía; sino que tales simetrías no son el recurso constructivo de la prosa y no se utilizan tan sistemáti-camente (Jakobson 1992: 205). No hay que confundir forma poética, versificación, con función poética: sólo así se entiende que en la prosa haya también poesía.

La repetición parece ser una forma elemental de creación de texto que puede darse inclusive en las conversaciones entre dos o más hablantes, convirtiéndose las intervenciones de ambos en dos caras de un mismo tejido. Esto se ve claramente en los diálogos de Mérida, Venezuela, en los que alternan las oraciones declarativas e interrogativas, y donde se repite gran parte del segmento inicial, con igual o con distinta modalidad pudiendo ser ésta declarativa, interrogativa o imperativa. En el ejemplo (25) vemos en (a) repeticiones donde ambos segmentos son declarativos, donde uno de los segmentos niega al anterior, o donde el segmento interrogativo cuestiona al declarativo anterior. En (b) vemos la respuesta, declarativa, a la interrogación anterior.

(25)

(a)

Inv.: Para lo que le sirvió.
Hab.: Para lo que le sirvió.
Inv.: No sirvió para nada.
Hab.: Sí, ¿para qué le sirvió?
Inv.: Necedad, y ¿para qué le sirvió?
(MDB3FB)

(b)

Hab.: Mi padre nació en Mérida, en la casa que estaba...donde
se construyó el liceo Libertador...
Inv.: ¿Tu padre es merideño?
Hab.: Mi padre es merideño.
(MDB1MA)

La repetición puede sustituir una sintaxis elaborada, como en el ejemplo (17), donde el texto se hila con el repetirse de las cláusulas y por ende, las ideas expresadas en ellas. Estas repeticiones, a veces con variaciones, permiten hacer énfasis y a la vez suplen una sintaxis narrativa elemental. La sintaxis adquiere relieve por un mecanismo pragmático como es la reiteración. La sintaxis está conformada casi exclusivamente de oraciones yuxtapuestas y coordinadas; por lo tanto, la sensación de textura surge a partir de los lazos que se tejen por la reiteración, con variaciones, de los elementos. De modo pues que no pueden dejarse de lado los llamados recursos formales como repetición y ritmo cuando se piensa en los elementos constitutivos de la textura. Textura y poética son, a veces, recursos similares, caras de un mismo proceso.

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