ISSN: 1139-8736
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6.2.1.1. EL RELATO

Cuando hablamos del relato como tipo de texto, nos referimos bien a formas muy simples que tienen sólamente una unidad mínima, o bien una forma elaborada, que puede tener una estructura muy compleja. Labov (1972) considera como relatos simples a aquellos que contienen solamente cláusulas narrativas, es decir aquellas que están ordenadas siguiendo la secuencia temporal. En cambio, los relatos desarrollados tienen varias secciones que, si se dan en su totalidad, son: resumen, orientación, evaluación y coda. En el Cuadro 8 se observa el esquema ideal de un relato completamente desarrollado con todas sus partes.

Cuadro 8. El relato (Labov, 1972)

En los relatos del habla cotidiana se dan las más diversas estructuras que van, desde esas formas simples hasta aquellas más complejas, mostrando no solamente la estructura laboviana completa, sino también elaboraciones de la misma. Nos referimos a que, por ejemplo, puede duplicarse una de las partes, o varias de ellas y así desarrollarse más el relato. Asimismo, veremos otro tipo de elaboración en los fragmentos evaluativos, que forman uno de los recursos narrativos más importantes. No todos los relatos que se oyen están "completos", en cuanto a las secciones que presentan, de modo que puede observarse cierto tipo de variación en cuanto a la complejidad de las mismas. Para estudiar este tipo de variación en estos textos, en Álvarez (1998) se trazó un continuo en cuanto a las partes que presentan los relatos, considerándose como más elaborados aquellos relatos que tenían todas o casi todas las partes determinadas por Labov (1972) y se estudió el otro índice de complejidad, en la sección denominada evaluación, a través de lo que Labov (1972) designa como su "profundidad": como se sabe, Labov considera algunos tipos de evaluación como más profundos que otros, en el orden siguiente: evaluación externa, encaje de la acción, acción simultánea y suspensión de la acción (véase 4.3); sólo las narraciones más elaboradas tienen los dos últimos tipos de evaluación, mientras que los dos primeros corresponden a narraciones más simples.

En los textos menos elaborados, por ejemplo los de los niños, las unidades narrativas aunque poseen un orden temporal y cierta organización interna en principio, desarrollo y fin, no conforman una estructura sintáctica mayor que garantice su cohesión global y el tipo de evaluación que se encuentra es generalmente en forma de repeticiones de cláusulas (cf. Álvarez, 1998). En cambio, otros textos, como el que vimos en (20) se caracterizan por el logro del orden narrativo. La presencia o no de las secciones de la narración da una creciente complejidad en cuanto a su estructuración sintáctica. Algunos textos carecen de algunas de las partes de la narración que están presentes en todas las demás. Otra visión la obtenemos al analizar la más importante sección de la narrativa: la evaluación y veremos que habrá que considerar conjuntamente ambos criterios - la estructura sintáctica global que representa la complejidad sintáctica, y la evaluación que parece englobar la complejidad semántico-pragmática de la realización de la función interpersonal en el texto.

El relato del avión que se mostró en el ejemplo (20) de la sección 4.2.2. está completo, tiene: resumen, orientación, compli-cación, coda y evaluaciones, repitiéndose las tres primeras con variaciones a partir de la mitad de la historia: En el resumen se plantea el ofrecimiento de paz del presidente de los Estados Unidos a Gómez. Este quiere guerra y aquél le envía un regalo por avión. Vemos el mismo contenido, con variaciones en la forma, en los segmentos (1-9; 32-37). Hay dos orientaciones, la primera orientación aclara que se trata del primer avión que sobrevuela el páramo (10-15): que nadie conocía una cosa de esas...nadie...no habían carreteras todavía...no había carros.. porque...pues y un día domingo sentimos un estruendo en la altura...un estruendo terrible...y dijo un señor mayor...será que se va a acabar el mundo...

La segunda orientación se refiere al momento del día en que pasa el avión y la actividad que realizaban los campesinos (38-48): ...Tábamos nosotros arrancando una cosecha en ese monte fresco que ve usted ahí del árbol aquel grande en esa cañada... arrancando una arveja que teníamos ahí...cuando oímos el estruendo por ahí por este lado de acá...nosotros creíamos que era un barrando en el páramo...

La complicación se refiere simplemente al paso del avión, y son las unidades evaluativas en estos segmentos, las que confieren interés a la historia. También la complicación se repite en dos episodios (16-31) y (49-60).

La coda, en tres partes, que refiere la partida del avión y la llegada de la información sobre el hecho, así como la noticia de la construcción de un aeropuerto, reúne ambos segmentos y confiere unidad al texto (61-72): Al tiempo fue que se supo que era un avión...todo pasó..no se sintió más...no se sintió más...no volvió a pasar...eso se quedó como dormido en silencio...al tiempo fue que se dijo que iban a hacer en Mérida un aterrizaje pa'aterrizar los aviones...creo que se realizó.

La evaluación es la sección más compleja y portadora de emoción estética; ella se da como repetición (1-2; 3-6; 12-13; 14-15; 29-31; 40; 41 y 43; 53-54; 58-60; 66-69) en la exclamación del narrador (38); por medio de los hechos (20; 21; 26; 51; 53) y finalmente, suspendiendo la acción y reflexionando sobre el acontecimiento (18-19; 29-31; 50; 57) (ver para más detalles, el capítulo 4 de este libro). Hay, en todos estos textos, como dijimos al principio, una voz o un coro de voces que tienen una misma meta, el hacer discurrir un discurso en el tiempo, paralelamente al sucederse de los acontecimientos. Veremos, ahora, otra forma muy semejante a la narración como es la descripción, donde el discurrir no se da en el eje temporal, sino en el espacial.

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