ISSN: 1139-8736
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3.3.3. COHERENCIA INTRATEXTUAL

Hemos dicho que la coherencia se manifiesta dentro de una cultura y en una situación dada, es decir que trasciende el texto, lo cual no excluye que podamos saber si un texto es o no coherente: los textos tienen esquemas estructurales y elementos cohesivos particulares a cada tipo de texto. Hay una unidad de sentido en la totalidad del texto, cuando éste es coherente, siendo la base de la coherencia la continuidad de sentidos entre los conocimientos activados por las expresiones del texto (Beaugrande & Dressler, 1981 y Marcuschi, 1986 citados por Villaça y Travaglia (1993, 24). Llamaremos este nivel de coherencia la coherencia textual, que quisiéramos distinguir de la cohesión.

Otro nivel de coherencia se da en relación con el tipo de texto. Sánchez (1993) distingue entre los órdenes del discurso o las materias a partir de las cuales se construyen los textos y los tipos de texto, es decir, los conjuntos de textos con características similares en lo formal, en lo semántico y en lo funcional. Así, para ella, órdenes del discurso son narración o exposición y tipos de texto: el cuento, la novela, la noticia, el artículo de opinión, la ponencia, la tesis de grado, etc., "textos que se construyen a partir de un mismo esquema estructural y que tienen un contenido característico y una función típica. Un tipo de texto puede combinar dos o más órdenes discursivos" (Sánchez, 1993: 75).

Östmann (1999) prefiere hablar de coherencia en relación con el tipo de texto, que de géneros discursivos. Dice este autor que cuando hablamos de género nos referimos a un producto, por ejemplo en el género cuento tendríamos los cuentos de hadas, los cuentos de terror, etc. Cuando hablamos del texto como proceso nos referimos más a la acción de narrar, reportar, contar, de modo que entendemos más la dinámica que el resultado. La coherencia textual se daría entonces primeramente en el acuerdo de los participantes sobre el tipo de texto que están generando. Los hablantes negocian contínuamente, en la conversación, si se están dedicando, por ejemplo, a una sesión de chismes, a un acto formal de saludo, a una felicitación efusiva. El tipo de texto surge por la acción de conjunto de los participantes: vamos a conversar un rato, estuvimos chismeandito, había una lectura de poemas, fui a darle el pésame a la tía, me felicitaron por el ascenso, él no sabe pedir excusas.

Los diferentes tipos de texto, con grados de cohesión y elementos cohesivos distintos y con otros tipos de pistas de la superficie lingüística, exigirían mecanismos de comprensión diversos para establecer la coherencia. Esto puede deberse a que los diferentes tipos de texto tienen diferentes esquemas estructurales, es decir, superestructuras distintas, o bien porque el número de elementos cohesivos es diferente en los diversos tipos de texto. Por ejemplo, un texto narrativo tiene generalmente más elementos cohesivos que un poema. También puede pensarse que los elementos cohesivos varían: en los textos poéticos se establece la cohesión a través de encadenamientos, que resultan típicos de este tipo de texto.

En este sentido, Sánchez (1993:79) muestra, en textos escritos, la correspondencia entre los órdenes discursivos empleados en la prosa escrita y los tipos de coherencia. Tal vinculación la lleva a concluir que las diversas maneras como segmentamos la realidad, así como los distintos modos de captar las relaciones entre los segmentos son factores determinantes en la producción/ comprensión de los varios órdenes del discurso. Estas relaciones determinan la coherencia de la porción discursiva, la cual puede manifestarse por medio de conectores, implícitos o explícitos. Sostiene asimismo que el estudio de los conectores está más ligado al estudio de la coherencia que al de la cohesión, al que usualmente se asocia. Para ella no es concebible una teoría de la coherencia que no tome en consideración los distintos órdenes discursivos4. Posteriormente, Álvarez y Domínguez (1998) encuentran una relación entre la sintaxis oracional y las partes de la narración en la que se inserta, por ejemplo, la orientación se articula fundamentalmente en el ámbito del sintagma nominal, para la presentación y la determinación de la referencia a espacios y personajes, en la complicación se centrará la atención a la sucesión de eventos que constituyen la narración misma, por lo que, casi naturalmente, se construye en el ámbito del sintagma verbal. Podemos ejemplificar esto en (11), cuando la hablante ha venido contando del sufrimiento de una mujer maltratada por el marido:

(11)

Hab:....el comportamiento de la señora C. fue siempre tan ...digno, yo nunca la vi llorando... Inv.: Ajá
Hab: Una vez. Una vez. Como ellos tenían el negocio....yo fui en la mañana y ella tenía los ojos llorosos, y entonces yo le digo "ay, señora C., ¿qué le pasa?" y entonces ella me dijo "no, que me acabo de bañar y me cayó agua en los ojos", ¿no?
Inv.: Mjm
(MDB3FB)

La orientación se ha dado anteriormente en ella fue muy digna; el comportamiento de la señora C. fue siempre tan ...digno, la complicación está, en esta historia en el decir: yo le digo" ay señora C., ¿qué le pasa?' y entonces ella me dijo "no que me acabo de bañar y me cayó agua en los ojos". La misma hablante, contando otro caso, viene orientando a su oyente sobre cómo se sentía con la situación de su amiga, M. para luego culminar en su deseo de no saludar al ex-marido, cuando se lo llega a encontrar (12): del verbo existencial en la orientación sus sufrimientos eran mis sufrimientos...los reconcomios de ella eran mis reconcomios, se pasa al verbo de dicción, más activo en la complicación: yo no le hablo....yo no lo saludo.

(12)

Hab.: Pero, por ejemplo, a los hijos de X. yo los quiero mucho, y a los hijos de N. yo los quiero mucho, a... la mayor, por ejemplo, que es con la que más...
Enc.: Conoce.
Hab.: ... ay, yo la adoro.
Enc.: A L.
Hab.: Ajá, yo la quiero mucho mucho a esa carajita, y a N. yo la quiero mucho, a todas, a todas las quiero mucho, y que... pienso en el viejo, que M. le pase, los sufrimientos de M. eran mis sufrimientos...
Enc.: [[risas ]]
Hab.: Sí, yo... ¿cuántas noches yo no lloré con M.?, ¿no sufrí yo de verla... sufrir a ella?, esos eran mis sufrimientos, y... los reconcomios de ella, eran mis reconcomios.
Enc.: [[risas]]
Hab.: Y todavía, yo le digo a M., todavía, yo veo por ahí... al tercio aquel y uh... que Dios me perdone, Santísima Virgen, pero es que a mí se me retuerce... y él a mí (no se entiende), ay, yo lo miro que... ni lo hab... yo no le hablo.
Enc.: No, y qué le va a estar hablando uno a ese tipo.
Hab.: No, pero él sí, él sí, ay, a saludarlo a uno, y yo no, yo le volteo la cara y no lo saludo, que Dios me perdone chica, pero es que ése fue tan... canalla, tan malo, que uy...
Enc.: Tan muérgano.
Hab.: Uy, que que Dios me perdone, pero es que ese bicho no tiene perdón de Dios, uy, uy, cómo sufrió M. con ese hombre, [[aspiración]] y uno si es bolsa...
(MDB3FB)

Parece haber ciertas condiciones para que el texto sea coherente y tienen que ver con la recurrencia de la información (la repetición), la relación entre los hechos expresados la no contradicción entre los contenidos expresados, la progresión semántica de la información (en dado/ nuevo; tema /rema, etc.), el orden de los segmentos discursivos (de lo general a lo particular, por ejemplo) (cf. van Dijk 1989, Sánchez, 1993). Se habla por lo tanto de coherencia local, entre los enunciados, o coherencia global. Esta última descansa en la noción de macroproposición, o sea desde el punto de vista cognoscitivo, en la síntesis del contenido de una porción de texto en una sola idea, en una proposición. Las macroproposiciones de un texto se obtienen mediante la aplicación de una serie de estrategias llamadas macrorreglas, que son operaciones cognoscitivas que reducen la información a lo esencial5 (cf. Sánchez, 1993:73).

La coherencia global de los discursos radica también en la estructuración conforme a ciertos esquemas formales, también de carácter cognoscitivo, las superestructuras. Esto no parece ser un problema del sentido, sino de lo que el hablante pretende focalizar. Un texto es informativo en mayor o menor grado, cuanto más sea previsible la cantidad de información que se encuentre en él. En un saludo hay muy poca información, lo mismo en una despedida, en el titular de un diario hay más. Sin embargo, la información no está sólamente en lo que se considera información nueva, sino también en lo que el hablante focaliza. Las diferencias de focalización pueden causar problemas de comprensión: ese no es el punto, lo que quiero decir es..... Dentro de un mismo texto, cada enunciado es consistente con los enunciados anteriores. Más aún cada enunciado debe ser relevante para el mismo tópico discursivo; expresiones como no te vayas por las ramas, vamos al grano... pueden oírse cuando el hablante se dispersa. Hay un ejemplo divertido en El Habla de Mérida, cuando la informante entrevista a un joven de 22 años, florista, en una plaza tradicional de la ciudad, la plaza de Milla. Se da el siguiente diálogo:

(13)

Hab.: Hay otra que es... aún más delicada todavía, que son las brisas... no sé si las conoce, las pequeñitas.
Enc.: Unas blanquitas.
Hab.: Ajá .
Enc.: Mucha... lo utilizan mucho para los ramos.
Hab.: Sí .
Enc.: ¿ Esas vienen cómo? así ... en como uno compra los...
Hab.: Sí el ramo completo, viene... igual como un ramo de rosas pero... la diferencia es que son más pequeñas.
Enc.: Y las matas de donde ella... o sea ¿ella crece así, en montón?
Hab.: Sí .
Enc.: O es algún arbolito o algo...
Hab.: Bueno, e... como... yo las he visto es así , o sea, como las traen envueltas todo el tiempo en el periódico
y...
Enc.: Ajá.
Hab.: Igual como envolver un ramo de rosas....
( MDA5MA)

La investigadora tiene la función de hacer hablar al muchacho sobre su actividad diaria, las flores y él le responde con mucha precisión. Ella lo cree un campesino, porque también los hay que bajan a la ciudad con sus cultivos y los venden en sitios como ese. El hablante y la encuestadora no habían visto flores sino envueltas en un periódico, nunca sembradas en la tierra. La incomprensión se debe a los diferentes aspectos que ellos focalizan.


Notas

4 La referencia al trabajo de Sánchez será ampliado en el capítulo 5 de este trabajo.
5 Las macrorreglas son supresión, generalización y construcción. La supresión consiste en la omisión de todos los detalles irrelevantes. La generalización es la agrupación de varias categorías en una de carácter más general. La construcción es una macroregla que permite elaborar una proposición mediante la síntesis del contenido de toda una proposición. Para van Dijk la coherencia global radica en el ordenamiento jerárquico de las macroproposiciones (cf. Sánchez, 1993) .

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