ISSN: 1139-8736
Depósito Legal: B-35783-2001

4.4.1 Sistemas numerativos de clasificación. La CIE y el MeSH

La CIE-9, editada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con sede en Ginebra y de ámbito internacional, es una clasificación numérica de términos con una estructura estática y cuyas relaciones, bastante limitadas, todavía se establecen de forma manual por expertos en medicina. La CIE-9 en conjunto ha sido diseñada para ser la clasificación nuclear de cada una de las familias de enfermedades y de circunstancias relacionadas con la sanidad. La utilización de caracteres adicionales, hasta cinco o seis, permite detallar más específicamente alguna de sus partes. Por el contrario, en ocasiones, puede ser necesario condensar las categorías para conseguir unos grupos suficientemente amplios como para la aplicación en atención primaria o en la práctica general. La familia de clasificaciones de información no contenida en la CIE-9 pero con importantes aplicaciones médicas o sanitarias incluye la clasificación de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías, la Clasificación de Procedimientos en Medicina y la Clasificación de los Motivos de Contacto de Enfermos con Personal Sanitario.

Precisamente para suplir una de las deficiencias más notables en cuanto a temática, nació la CIE-10. Mientras que la CIE-9 abarca casi todos los trastornos, la CIE-10 se centra en los mentales, con alguna que otra renovación en la enumeración de los códigos. Los códigos numéricos (001-999) de la CIE-9 han sido sustituidos en la CIE-10 por un sistema de codificación alfanumérico de códigos de una letra seguida de dos números que completan el nivel de tres caracteres (A00-Z99). Así se ha aumentado considerablemente el número de categorías disponibles para la clasificación. El capítulo que trata de los trastornos mentales en la CIE-9, por ejemplo, sólo tenía treinta categorías de tres caracteres (290-319). En el capítulo VI (F) de la CIE-10 hay cien categorías.

El primer problema que nos encontramos en clasificaciones como la CIE-9, es que un incremento, aparentemente pequeño, en el poder expresivo de un esquema supone un incremento enorme en el número de términos y relaciones. Consideremos el siguiente ejemplo, un esquema en el que hay mil términos. Si introducimos gravedad de la enfermedad y limitamos a tres los grados de gravedad, el número total de términos que representan la enfermedad en cuestión se multiplican de forma innecesaria. Así:

(47)

1000 enfermedades x 3 gravedades

+ 1000 términos originales = 4000 términos

Para aumentar el poder expresivo y cubrir la gravedad de una enfermedad cualquiera, el número de términos se ha cuadruplicado. Si además, introducimos el progreso de la enfermedad, también dividido en tres, el resultado es 16.000 términos. Pero aparte de este incremento de términos, existe también un incremento más notable en el número de relaciones entre los términos. Incluso en el ejemplo anterior, que nos llevó a 16.000 términos habría que añadir ahora unas 50.000 relaciones. Se trata de una explosión combinatoria, unidireccional y estática (Zanstra et al. 1995: 257).

Otro problema es la carencia de rigor conceptual en la estructura clasificadora. Observemos a modo de ilustración la Tabla 4.1. En la CIE-10, como hemos mencionado, se incluyen códigos alfanuméricos. Cada dígito tiene un significado. Éste es el caso del dígito denominado de comportamiento:

Any 0 210-229 Benign neoplasms
M8000-M8004 1 239 Neoplasms of unspecified nature
M8010+ 1 235-238 Neoplasms of uncertain behavior
Any 2 230-234 Carcinoma in situ
Any 3 140-195 Malignant neoplasms, stated or
    200-208 presumed to be primary
Any 6 196-198 Malignant neoplasms, stated or presumed to be secondary

Tabla 4.1: Sistema de codificación de la CIE-10

Según esta información, se puede afirmar que cualquier término que contenga el dígito 0 será una neoplasia benigna. Sin embargo, M8881/0 corresponde al término lipoblastomatosis. En nuestra opinión, en esta clasificación debería haber aparecido lipoblastoma en lugar de lipoblastomatosis. El diagnóstico es el mismo en ambos casos, lo que justifica su ubicación en el sistema de clasificación; sin embargo, ambos términos no son sinónimos. Lo mismo ocurre con carcinomatosis y carcinoma.

Hemos realizado una búsqueda en el Medline® de marzo de 2000, con el término lipoblastomatosis. Este ha sido uno de los resultados que muestra que lipoblastoma no es equivalente a lipoblastomatosis. El siguiente ejemplo pertenece a un resumen de un artículo, "Lipoblastomatosis: a clinicopathologic study of 25 tumors", publicado en American Journal of Surgical Pathology:

(48)
...Eleven tumors were discrete lipoblastoma, and 14 had irregular margins, i.e. lipoblastomatosis.

El tercer y último inconveniente al que haremos mención en este apartado es el hecho de que la CIE está diseñada con una finalidad concreta o con varios objetivos estrechamente relacionados entre sí para una comunidad lingüística específica. Lo que implica, por un lado, que en otros países que no sean de habla inglesa, se ha de contar con traducciones, con las consecuentes limitaciones y, por otro, que la reutilización de este tipo de clasificaciones numéricas en aplicaciones independientes, es muy compleja, si no imposible, y requiere formalismos intermedios que suelen caer en los mismos defectos que sus fuentes, a no ser que se construya una base conceptual subyacente (Baud et al. 1995: 14; 1997: 122).

Al margen de la CIE-9 y la CIE-10, existen otros tipos de sistemas de clasificación: los implementados en bases de datos tradicionales como es el caso del MeSH (Medical Subject Subheadings) en Medline®. Se trata también de sistemas de clasificación porque incluyen descriptores numéricos, jerárquicos y también son normativos ya que regulan el uso del vocabulario aceptado en esa comunidad experta particular, los usuarios del Medline®, facultativos del campo de Ciencias de la Salud, y se descarta aquel término que no se utiliza, remitiendo al aceptado.

Mostramos a continuación de forma muy esquemática las diferencias más significativas entre la CIE y el MeSH:

CIE
MeSH
Lengua: español (Venezuela6), traducido desde el inglés. Lengua: inglés. No existe traducción.
Basada en documentos primarios (informes clínicos, principalmente) Basado en documentos secundarios (incluye CIE-9)
Sin definiciones Con definiciones (mayoritariamente)
Responsable: OMS (Organismo Internacional) Responsable: NLM (EE UU)
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Con resúmenes (córpora) de artículos publicados en las revistas especializadas de mayor impacto
Actualización cada tres años, aproximadamente. Mensual
Normaliza Términos más utilizados (Regula)

Tabla 4.2: Diferencias entre la CIE y el MeSH

Ninguno de los dos vocabularios es gratis, si bien las organizaciones facilitan un acceso parcial en Internet. En principio parecería una contradicción que intenten normalizar y regular y que no sean de alcance general. Sin embargo, hemos de pensar que la compra de cualquiera de estos dos vocabularios se realiza por instituciones u organizaciones, ya sean públicas o privadas. El tanto por ciento de personas físicas que adquieren estos productos es muy reducido.

El MeSH se apoya en la interpretación humana por parte de los facultativos en Ciencias de la Salud. Cuestiones tales como qué termino utilizar para la búsqueda es una condición impuesta por el sistema que apenas tiene repercusión en el usuario potencial. Así, por ejemplo, un oncólogo que realiza una búsqueda con el término cancer, es remitido por el tesauro de la base de datos Medline® al término neoplasm (Fig. 4.2). Términos muy superiores en la jerarquía no son de interés, ya que la capa conceptual no es necesaria de cara al experto. Lo más probable es que se busque un tipo de neoplasia en concreto o un tipo de cáncer particular. En otras palabras, la referencia y relación conceptuales de ambos términos, neoplasia y cáncer, en la mente del oncólogo están bastante claras, el MeSH le sigue siendo útil:

Figura 4.3: El término neoplasm en Medline®

Mientras que para el especialista no es necesario que la diferencia entre los términos que hacen referencia a la patología oncológica sea explícita en la base de datos, para otro usuario, que no tenga los conocimientos de aquél, puede ser crucial: ¿cuál es la diferencia de uso entre cáncer, tumor y neoplasia o neoplasma? ¿Remiten al mismo concepto? ¿Esto ocurre en inglés o en español también? ¿Es una decisión del equipo del Medline® o está avalada por algún organismo internacional? Las respuestas a estas y otras preguntas pueden decidir el uso de un término u otro, en un contexto determinado.

Como se puede observar en la captura de pantalla de la base de datos Medline®, la definición, no siempre presente, por otro lado, no sigue principios básicos. Más que de una definición se trata de una explicación que, presumiblemente, complementa el conocimiento del usuario. Según el definiens new abnormal growth of tissue, neoplasm se corresponde con tumor y cancer. De la misma forma, el listado de términos relacionados no guarda ningún orden aparente, y tampoco se explicita el tipo de relación que se establece con el término que ha encabezado la búsqueda. Por último, se intenta plasmar de forma muy intuitiva la multidimensionalidad existente en cualquier dominio de conocimiento, mediante la indexación de los términos bajo distintos árboles conceptuales. Así, el fármaco altretamine se indexa bajo fármaco quimioterapéutico y bajo compuesto alcalino, al mismo nivel. Esta estructuración bastante simple induce a error, ya que se incluyen bajo el mismo nivel variables muy diferentes (utilidad y composición) y se obvia, en todo momento, la relación entre los distintos enfoques del mismo término. Si se intentara construir el árbol conceptual del dominio biomédico, es decir, crear la red de conocimiento necesaria para la aplicación que nos ocupa a partir de las definiciones del Medline®, sería una tarea imposible de realizar. Medline® es un complemento a una estructura ya existente y, como tal, se ha utilizado para este trabajo.


NOTAS

6 Según el sitio web oficial de la OMS, http://www.who.int/whosis/icd10/language.htm, revisado el 12 de noviembre de 1999, el centro encargado de la traducción del ICD es el Centro Simón Bolívar, Piso 3, Ofic. 320, CP.6653, Caracas (Venezuela). Como contacto incluye la dirección de e-mail del Dr Carlos Muñoz: cmunoz@razetti.mh.gov.ve

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