Estudios de Lingüística del Español (ELiEs)
Cortesía y descortesía: teoría y praxis de un sistema de significación / Alexandra Álvarez Muro


6.1.2 Rutinas gestuales

El mundo gobernado por la fuerza bruta se sublima cuando reemplaza la realidad por un símbolo; de esta manera los conflictos de la realidad pueden resolverse en este otro mundo gracias a los sistemas semióticos como el de la cortesía, en la esfera privada, y el de la diplomacia, en la esfera pública. La lucha de poder se convierte en el nivel discursivo entonces en un contrato comunicativo polémico. Los gestos ritualizados parecen presentarse como signos cargados de un valor referencial fieles a la naturaleza de la realidad: quitarse el sombrero, bajar la cabeza, besar la mano, son maneras de testimoniar respeto y consideración al otro; de ahí el valor icónico de deferencia que se atribuye a este tipo de gestos.

Pero la simbolización puede darse aún en un nivel más alto de abstracción: podemos hacer el gesto de quitarnos el sombrero como gesto de cortesía, pero también podemos decir que lo hacemos “me quito el sombrero ante fulano”, “chapeau”: “beso sus manos”, “me rindo a sus pies”. Decir que se hace el gesto que no se hace: de esta forma se construye otro nivel de simbología verbal, porque el lenguaje es símbolo y puede representar al gesto86. Estos gestos adquieren, de este modo, el sentido de la actividad que substituyen: la entrega de una tarjeta de visita, vale por la visita (Álvarez y Espar 2002).

Brown y Levinson (1987) interpretan los gestos prosódicos y kinésicos como un reemplazo de otras acciones. Las cejas elevadas o la frente fruncida, las pausas de hesitación o las pausas llenas pueden indicar énfasis y con ello delinean la actitud del hablante sobre lo que está diciendo. El falsetto o timbre elevado puede ser una clave para la presencia de un acto que pueda dañar la imagen. Este timbre elevado marca, en algunas lenguas87, los intercambios formales o corteses y actúa según estos autores como una estrategia de atenuación; todo esto está muy convencionalizado, de modo que el timbre alto puede acompañar siempre a cierto tipo de actos, como por ejemplo las peticiones (Brown y Levinson, 1987: 248). Los gestos parecen configurarse de manera icónica porque se presentan como signos cargados de un valor referencial, fiel a la naturaleza de la realidad.




Notas

86 Sería interesante el estudio de la cortesía en las lenguas de señas, donde coinciden gestos con un valor en el código lingüístico y otros con valor en el código semiótico de la cortesía. En Venezuela, Pietrosemoli (1998) estudia los problemas generados en el contacto entre las comunidades señantes y oyentes y los incidentes generados por el choque de las reglas de ambos grupos.
87 En el Tzeltal, según Brown y Levinson, 1987.





Estudios de Lingüística del Español (ELiEs), vol. 25 (2007)   
 ISSN: 1139-8736