Estudios de Lingüística del Español (ELiEs)
Cortesía y descortesía: teoría y praxis de un sistema de significación / Alexandra Álvarez Muro


5.1.2 Atenuación de la ilocución

En este apartado observaremos aquellas estrategias que mitigan la fuerza ilocutiva del enunciado, modificándola o camuflándola de alguna manera. Algunos teóricos, como Brown y Levinson (1987), Haverkate (1994) y Puga (1997), han sostenido que hay actos de habla riesgosos, como por ejemplo la petición, porque se puede recibir una negativa como respuesta; la invitación y el ofrecimiento, porque podrían ser objetos de rechazo; la pregunta porque puede recibir una respuesta no esperada; el reproche, porque puede ser admitido y el juicio, porque puede generar desacuerdo (Puga 1997). La atenuación de la ilocución pretende mitigar la fuerza del enunciado al encubrir o enmascarar las intenciones del hablante (Koike 1994).

a) La subjetividad del hablante.- Las informantes debilitan la fuerza ilocutiva de sus afirmaciones al dar una impresión de inseguridad, con lo cual también evaden la responsabilidad de lo que dicen. Esto lo hacen a través de pausas66 y repeticiones, como observamos en los ejemplos (79) y (80) de una diseñadora-arquitecto cuando describe su trabajo o cuando duda al describir el proyecto de otros (81). En (82) la hablante duda en narrar cómo le puso el nombre a su local con pausas, repeticiones y marcadores de interacción como ¿no? que, según Domínguez (2002:197), forma parte de un par de adyacencia, en este caso iniciado por la encuestadora. Nótese cómo en (83) las pausas de hesitación antes de no ha afectado, precios módicos, como el hotel tampoco se presta parecen mostrar icónicamente la duda, o la incomodidad ante lo que va a decir.

(79) ... el patio tenía... de largo... como... más de cien metros... (4)
(80) Hab.: ... más... más alegría, no sé, es que... por lo menos ir al hospital a mí dan... nervios... (4)
(81) Hab.: Pues... sí, no, habían proyectos muy buenos, te dije... este... supuestamente... tengo... información de que... piensan hacer un Camoula, pero... no sé si lo ha... pero a lo mejor si hubieran visto uno de esos proyectos a lo mejor hubieran escogido uno porque habían muy buenos... (4)
(82) Hab.: ... entonces quería un nombre castizo para que... que sonase así bien... español... y esa palabra es muy española, es más, ellos la usan mucho como verbo, ellos dicen mucho "vamos a matizar" ¿no?, ellos, los españoles, la usan mucho. Y bueno, se... sirve porque da como... como el nombre, varias cosas pero... no sé, en la misma línea, no sé. (8)
(83) Enc.: Mire, este... S. ¿y con la... con los costos tan altos ahorita de las habitaciones, no los ha afectado mucho?
Hab.: No, pues si supiera que... que no, mucho no... no ha afectado, porque son... precios módicos, más o menos...como el hotel tampoco se presta... (12)

Con estas estrategias, las hablantes cuidan, a través de su inseguridad, la imagen propia; por ello se manejan en el marco de la cortesía. Estas mismas hesitaciones y dudas se encuentran en pasajes donde las informantes hacen fuertes críticas del estado de cosas. En (84) se observa la expresión de la duda a partir de repeticiones como en tienentienen, tenemostienen, masmasyy… cuando una educadora hace una crítica soterrada de la falta de recursos que tienen los colegios públicos como el suyo, frente a los privados como Fe y Alegría. En el ejemplo en (85) la educadora hesita al describir los hogares de los niños y acusa su condición de carencia paterna mitigando con pausas y repeticiones. En (86) se acompaña la fuerte crítica con repeticiones y con el marcador de interacción ¿no? En (87) atenúa con repeticiones y con el marcador bueno, que examinaremos más adelante. En (88) la hablante opina sobre algo que sabe y critica los errores de los alumnos, pero aparenta inseguridad. En (89) pregunta de modo ingenuo a la investigadora sobre si tiene o no razón.

(84) Enc.: ¿Se parece un poco a Fe y Alegría?
Hab.: Bueno, sí, están más arriba de Fe y Alegría, la escuela y... y topográficamente se parece, claro que por lo menos Fe y Alegría pues tiene... es un colegio privado, tienen un colegio muy bonito... tienen... tienen... retroproyectores, tienen... de todo ¿verdad? que nosotros no tenemos... tienen un laboratorio muy bueno, o sea que... la gente que trabaja con el gobierno siempre están un poco más... más... apocada, porque nosotros para poder obtener un laboratorio, lo que tenemos de laboratorio es un... un microscopio y tenemos e... balanzas y... y material pues, el material básico de laboratorio, lo... obtuvimos por medio de una vendimia que hicimos, no es porque el gobierno nos haya dado nada. (16)
(85) Y hay otra cosa muy importante, que actualmente son muchos… los niños que vienen de hogares… que no tienen… progenitores, no tienen padres, bien sea que… apenas la mujer ha podido ser… padre y madre al mismo tiempo, porque la irresponsabilidad de los padres se ha… mantenido siempre presente… (20)
(86) [...] cometen unos errores...extraordinariamente e... e... cómo... extraordinariamente bárbaros ¿no? (20)
(87) […] bueno... es asombrosa...asombrosas las respuestas que dan (20)
(88) […]pues parece ser que ellos son muy …muy expresivos y lo saben todo, pero de verdad que yo creo que no es así. (20)
(89) Hab:¿De verdad que tengo razón?
Enc: Sí, sí, por supuesto que sí…
Hab:¿Verdad que es auténtico lo que le estoy diciendo? (20)

b) Marcadores. – También se usan marcadores en la atenuación de la ilocución. Revisaremos el uso de bueno como matizador del texto siguiente. En los ejemplos que vemos a continuación, bueno se usa como un concesivo que restringe la afirmación que precede. En (90) se trata de una diseñadora cuya duda sobre si el material que tiene por delante es hierro es evidentemente social, puesto que ella conoce perfectamente su trabajo. En (91) la informante afirma que nació echada a perder, pero atenúa con bueno; lo mismo ocurre en (92) cuando el marcador precede la afirmación soy loca pero no tanto; y también en (93) cuando precede la frase se sabe que es maracucho porque cuando forma sus escándalos [...]. En (94) la hablante reformula lo dicho por la entrevistadora aduciendo que no es miedo sino trauma, lo que le produce el parto. Asimismo, por favor, frecuentemente usado en el corpus, es considerado como marcador por Martín Zorraquino y Portolés (1999: 4189).

(90) Bueno, este... sí esto es hierro... (8)
(91) Enc.: Me dices que naciste, según tú, toda echada a perder ¿cómo es eso? [[risas]].
Hab.: No, bueno, toda echada a perder no, pero... que nací... toda... se podría decir... desprendida [[risas]]... (4)
(92) Bueno, dicen que soy loca pero no tanto, este...bueno siempre me gustó... la rama del diseño... inventar...
(93) Eso cuando... bueno... se sabe que es maracucho porque cuando forman sus escándalos, en la mañana...
(94) Sí... no, fue que... bueno... uno queda a veces con un poquito de... de... no de miedo sino un poquito de trauma. (12)

c) Matizadores.- Se encuentran como se puede decir (100), un poquito (101), cómo cree (102). Estas expresiones actúan sobre la ilocución más que sobre la locución, aunque estos mismos elementos, como se dijo anteriormente, también pueden actuar en el nivel de la expresión. Con ellas, las hablantes mitigan sus aseveraciones y, al presentarse como personas razonables, producen expresiones corteses.

(100) [...]y eso se... salió un libro... se puede decir que se... salió fue un libro porque era como... era... así... era hecho en hojas blancas, era como un bloc lo que se hacía, como un álbum. (4)
(101) Enc.: Que te hayan hecho difíciles o...
Hab.: Bueno, un poquito sí, la química.
Enc.: ¿Sí? (12)
(102) Hab.: ... a veces lo voy a sacar así "no, no cómo cree que... la... lo vaya a sa...(12)

d) Marcas de interacción.- En este grupo pueden incluirse las fórmulas de petición e interrogantes fáticas, como en (103). La pregunta es un llamado que hace el hablante para prolongar la comunicación, verificar que se mantiene el contacto, crear solidaridad y obtener la aprobación valorizante del interlocutor. Domínguez (2002) designa los marcadores que aparecen en estos ejemplos como marcadores de interacción.

(103) Inv.: ¿Verdad? Parece mentira porque supuestamente por aquí y que es muy sano, dicen ¿No? (4)

e) Tiempo y modo.- Otras formas de atenuación de la ilocución son el tiempo condicional y el modo subjuntivo. En las primeras, el tiempo verbal no concuerda con el momento de la enunciación como en (104) donde la hablante cuenta de sus habilidades como calígrafa. Al proponerse situaciones irreales, se convierte ésta en una estrategia de desfocalización (Briz 1998: 146); Haverkate 1994: 141).

(104) Me gustaría mucho dedicarme a eso, a la tarjetería

En cuanto al subjuntivo, éste distancia al hablante del tiempo de la enunciación, tornándose las acciones aún más lejanas e hipotéticas. Es por ello que el tiempo condicional y el modo subjuntivo se consideran el tiempo y modo de la cortesía (Puga 1999: 40). En (105), la hablante disiente de la elección de un proyecto para construir un hospital; sin embargo, protege la imagen de los responsables, con el modo subjuntivo:

(105) [...] pero a lo mejor si hubieran visto uno de esos proyectos a lo mejor hubieran escogido uno porque habían muy buenos.

f) Evasión.- Una estrategia que se usa como forma de atenuación en nuestros materiales es la evasión de la fuerza ilocutiva cuando el receptor de un acto ilocutivo molesto hace caso omiso de su intención. Esta estrategia ha sido llamada por Lange (1984:29) también evitación (Vermeidung). Se puede evadir la intención del hablante por medio de la risa la cual acompaña, por ejemplo, una negativa y la mitiga; una pregunta molesta para las hablantes es la que se refiere a tener familia, un tema casi obligatorio para la comunidad merideña: una cosa bonita; en (106), la hablante afirma que para ello falta mucho y ríe. En (107) la misma hablante ríe al negarse también al tema del casamiento; en (108) la encuestadora niega haber hablado con la amiga sobre un tópico que para ella es central, tomar en cuenta la naturaleza en sus diseños, no responde a la pregunta, y ríe. Puede entenderse que, en general, la risa marca la incomodidad del informante acerca de la pregunta que se le hace. Por ello aleja la situación incómoda de una manera cordial y se convierte en una estrategia de cortesía.

(106) Enc.: Y ¿has pensado en... en tener familia, todas esas cosas bonitas? porque... tú tienes un hogar muy bonito.
Hab.: Sí, claro, pero no, todavía no, eso... falta mucho [[risas]]. (4)
(107) Enc.: Por los momentos el casamiento.
Hab.: No y... para eso también falta mucho [[risas]]. (4)
(108) Enc.: ¿Y comparte la misma idea que tú, con la naturaleza, o es todo lo opuesto?
Hab.: Pues si supieras que... no, no sé.
Enc.: ¿Verdad?
Hab.: No, no he hablado eso con ella [[risas]]. (4)

d) Explicaciones.- La gente, como se observa a menudo en el corpus, se extraña de un matrimonio que al cabo de algunos años no tenga hijos y pregunta invadiendo todos los espacios posibles (109); este tema permite evidenciar otro mecanismo usado para defenderse de la fuerza ilocutiva del enunciado, como es dar una explicación para salvar la cara y evadir la acusación implícita de no querer una hija mujer. Con una explicación busca también la hablante en (110) proteger la imagen de sus clientes evitando decir que tienen mal gusto y les consuela diciéndoles que sus trajes son demasiado caros o que ella no tiene tiempo de atenderlos.

(109) Enc.: ¿Y tienes nenés?
Hab.: Tengo dos niñitos, sí, uno de seis años y uno de tres.
Enc.: Ay ¿hembras, nada?
Hab.: No, ni quiero, no...
Enc.: ¿Ah, no quieres ninguna hembra?
Hab.: No, no, sí quería hembra pero lo que pasa es que.. la vida ya está muy complicada, a mí me gusta mucho trabajar, me gusta mucho viajar... (8)
(110) Hab.: ... o le digo que va a ser muy caro, que no tengo tiempo, o sea, pero trato de no... (8)

e) No saber.- Otra forma de evadir las preguntas del encuestador se manifiesta cuando los encuestados aducen no saber o no recordar lo que se les pregunta. En el ejemplo (111) la hablante dice no saber no acordarse muy bien, y evita hacer una crítica que lesionaría la cara del prójimo. Lo mismo hace la informante del ejemplo (112) que evita echar los cuentos, contar una historia que puede resultar ofensiva.

(111) Enc.: Bueno, pero en lo poquito que viste, de cuando ella era estudiante...
Hab.: No... no sé, no me acuerdo muy bien de lo... de los diseños que ella hizo, no me acuerdo, ella hizo, bueno...no tenía mucho... mucho empeño con la naturaleza... (4)
(112) Enc.: Bueno entonces écheme los cuentos ¿qué anécdotas tiene de aquí S.? porque eso es muy interesante.
Hab.: Ah, bueno no lo... no recuerdo ahorita. Son tantas las que han pasado que...(12)

En (113) la hablante 'no sabe' si podrá recibir un aumento de sueldo porque además, no quiere entrar en un tema evidentemente incómodo para ella, el del dinero67. En (115) una educadora pretende desconocer el origen de los errores de sus alumnos, usando preguntas retóricas (Koike 1994). Al protegerse la imagen de sus interlocutores y la suya propia, estas hablantes se sitúan en el campo de la cortesía.

(113) Hab.: Ay, quién sabe, eso hay que... hay que es... hay que verlo todavía... dialogar con el dueño, a ver si me da otro aumento más... (12)
Enc.: ¿Verdad?
(114) […]¿cuál será el origen de los errores? ¿será el descuido? ¿será falta de conocimientos? o ¿serán... serán... situaciones que no se corrigen... por... cualquier descuido? (20)

g) Mitigación del poder personal.- Anteriormente señalamos la llamada subjetividad del hablante como una estrategia en la que estos evaden su responsabilidad, dando impresión de inseguridad. Vemos una estrategia similar en lo que hemos llamado la mitigación del poder personal. Lo hemos incorporado como parte de la atenuación de la ilocución, aunque pertenece al emisor, porque consideramos que la debilidad en que se encuentra el emisor debilita también la fuerza ilocutiva de lo que dice68. Caffi (1999) considera entre las llamadas cercas o vallas (hedges) dirigidas hacia la ilocución, una serie de ejemplos del discurso de un médico que atenúa sus imposiciones al paciente, como es el siguiente: Yo le propondría si quiere una medicina precisamente para ver si logro hacerla dormir… hmmm, donde se puede observar el empleo del performativo atenuado yo le propondría en vez de le propongo. Si quiere, es una fórmula de rutina, para ver muestra cortesía negativa. Probablemente, en otro ejemplo estudiado por la autora, disminuye el grado de certeza del médico y el diagnóstico se convierte en una hipótesis. En efecto, según Caffi, la certeza epistémica, el poder social y la distancia psicológica son parámetros que se conectan en un proceso de varias capas que parece estar deconstruido (Caffi 1999: 894).

Vemos frecuentemente cómo la imagen del hablante aparece disminuida, ya sea porque parece que lo que sucede no es por su capacidad, sino por otras razones. En el ejemplo (115) la diseñadora habla de un proyecto en el hospital de una forma casi infantil, aludiendo a razones emocionales o incontroladas69, ese patio me gusta ahí, yo quiero que ese patio…yo mi patio lo dejé hasta el final y nadie me tocó ese patio.

(115) […] y yo "no, yo no voy a quitar mi patio porque... yo voy a dejar mi patio, ese patio me gusta ahí, yo quiero que ese patio... a... los... los pacientes se vean... se sientan bien", además ese patio iba diseñado con fuentes, esculturas, iban desniveles y todo eso... y... no, yo mi patio lo dejé hasta el final y nadie me tocó ese patio. (4)

En el ejemplo (116), relata cómo fue evaluada su tesis, pero le resta importancia cuando dice que la corrección fue rapidito; además, salió bien gracias a Dios, aunque luego afirma que había trabajado bastante. La misma hablante no responde en (117) a las felicitaciones por el grado sino con risas, y habla de los preparativos para la festividad, más que del logro de haber terminado su carrera universitaria.

(116) .. que... y que la corrección supuestamente iba a ser dos días, en dos días, pero no, en una mañana... eso fue rapidito, que corregimos, este... a mí me colocaron... dieciséis, este... a mí me colocaron dieciséis, bueno, salí (4).
Enc.: Felicitaciones, arquitecto [[risas]]
(117) Hab.: Un mes, sí, un mes de graduada, [[risas]] sí, eso fue... mucho... mucho trajín, porque si el papeleo, que si los ensayos en el... rectorado, que si la reunión aquí en la casa, que había que buscar las mesas, que... a la final, después del grado, yo me sentía así como sin fuerzas... toda débil... (4)

Las hablantes no parecen profesionales: hablan como si no tuvieran posibilidades de triunfar. Eso ocurre en (118) donde la hablante dice voy a lanzarme a ver qué tal. En (119) la hablante duda sobre el futuro y se presenta como supersticiosa al ocultar sus planes para evitar que se le eche a perder la broma, por otra parte duda de la posibilidad de casarse, y deja la celebración del matrimonio a la mediación de Dios, el trabajo le sale como algo impersonal que tiene fuerza propia. En (120) la hablante dice que aprende a bordar sólo porque es fácil, no porque ella tenga alguna habilidad especial.

(118) [...]ví esa tienda, y... me gustaron los muebles, como ya había visto el local, dije "bueno, voy a lanzarme a ver qué tal" ¿no? (8)
(119) [...] voy a ver si meto unos papeles por ahí a ver si... me sale un trabajo en enero, vamos a ver, no digo... no digo nada porque... después se me echa todo para atrás y se me echa a perder la broma y... des... bueno, vamos a ver, este... ¿qué sé yo? de aquí a un año... vamos a ver, si Dios quiere, me caso, y... (4)
(120) […] también estoy en clases de bordado, que estoy aprendiendo a bordar a máquina con mamá ...
Enc.: ¿Te gusta?
Hab.: Sí, es bonito... y es fácil. (4)

Aún cuando las hablantes no muestran imágenes favorables; sin embargo esto ocurre solo en apariencia. En lo inmanente, estas hablantes tienen poder social y no hacen sino enmascarar sus éxitos y el orgullo que por ellos sienten.




Notas

66 Blondet (1999) ha estudiado las pausas de hesitación en el español de Mérida.
67 El uso de ¡Ay! como marcador de modalidad epistémica, en el habla de Mérida, ha sido estudiado por Agelvis ( 2002).
68 Sin embargo también podría incluirse como una de las estrategias usadas por el hablante para minimizar su propio papel, hasta cierto punto una desfocalización en el sentido de Haverkate (1994).
69 Por contraposición a lo emotivo (Janney 1992).





Estudios de Lingüística del Español (ELiEs), vol. 25 (2007)   
 ISSN: 1139-8736