Estudios de Lingüística del Español (ELiEs)
Cortesía y descortesía: teoría y praxis de un sistema de significación / Alexandra Álvarez Muro


1.5 Un modelo

Saussure (1974) considera a la cortesía como uno más de los sistemas semióticos, entre los cuales la lengua es el más importante. La cortesía correspondería entonces a lo que para el maestro ginebrino constituye la lingüística externa, a la relación entre la lengua y las costumbres, aún cuando el lenguaje sea básico para este sistema semiótico secundario. Recordemos las palabras de Saussure:

La langue est un sistème exprimant des idées, et par là, comparable à l'écriture, à l'alfabet des sourds-muets, aux rites symboliques, aux formes de politesse, aux signaux militaires, etc.,etc. Elle est seulement le plus important de ces systèmes (Saussure 1974:23).

De la idea de cortesía que se desprende de esta teoría, puede concebirse ésta como un sistema semiótico que va más allá del comportamiento social apropiado. Como sistema, la cortesía se presenta como un topos, un lugar; distinto del uso cotidiano y de las normas –implícitas o explícitas– de un cuerpo social.

La cortesía se construye en la interacción, por lo que se concibe como dinámica; incluso puede decirse que los participantes, en tanto que emisores, van midiendo sus acciones con el fin de parecer corteses y, en tanto que receptores, van evaluando las acciones de sus interlocutores. Es variable porque funciona de manera diferente en las distintas culturas y en los distintos grupos sociales, de modo que sirve también para construir una imagen social. En el marco de la cortesía, los interlocutores construyen mutuamente su imagen, en otras palabras, favorecen recíprocamente su rostro. Asimismo respetan su territorialidad, el espacio y tiempo personales.

El estudio de la cortesía comprende para nosotros el estudio del sistema, las normas y el uso; además, en el sistema de la cortesía hay que incluir a la descortesía. Conviene que la metodología usada sea acorde a cada uno de estos niveles, e incorpore a todos los participantes en la comunicación, para revelar la evaluación que hace el receptor del mensaje en términos de cortesía. Asimismo es importante la percepción –no solamente la producción– para que no sea ni evaluativa, ni prescriptiva.

En su temprano y preclaro estudio sobre la cortesía, Lakoff (1989) distingue tres tipos de cortesía: a) El comportamiento cortés, que se manifiesta cuando los interlocutores adhieren a las reglas de cortesía, espérese esto o no; b) El comportamiento no-cortés, que no se conforma con las reglas de cortesía, lo que tampoco se espera; c) El comportamiento descortés (rudo) se produce cuando no se da la cortesía que se espera. Es la desviación de lo que cuenta, en cierto contexto social, como adecuado socialmente, y es confrontacional y disruptiva para el equilibrio social.

Por otra parte, Kerbrat-Orecchioni (2004) postula un sistema de cortesía, basado en el anterior de Lakoff, cuya finalidad básica es incluir la variación cultural. En este sistema, además de la cortesía (utilización de un marcador de cortesía más o menos esperado en el contexto) y la descortesía (ausencia “anormal” de un marcador de cortesía (o presencia de un marcador demasiado débil), contempla también la acortesía, o no-cortesía, definida como la (ausencia “normal” de un marcador de cortesía”). Pero, además, agrega una cuarta categoría que denomina supercortesía, y que define como (presencia de un marcador excesivo en relación a las expectativas normativas vigentes) (p.49). Este sistema tiene la ventaja, sobre los anteriores, de representar un sistema más equilibrado. Sin embargo, encontramos que el incluir la variación cultural representa por sí una contradicción, por el mismo hecho de no tratarse entonces de un solo sistema, sino de dos o varios sistemas en conflicto: por ejemplo entre coreanos o japoneses y la cortesía “occidental” (p. 49); asimismo, presenta otro problema que es el de centrarse en las manifestaciones de la cortesía y no en el sistema semiótico subyacente a la misma, esto es, un sistema fundado en las diferencias pertinentes entre los términos, pero que a la vez esté articulado para que pueda manifestarse.

En lo que sigue, sugerimos un modelo virtual de la cortesía. En el sistema de Lakoff, se encuentran los elementos para hacerlo, pero a nuestro modo de ver falta un elemento que equilibra el sistema como es la no-descortesía, el término contradictorio de la descortesía.

El significado se basa en la diferencia y sólo se puede percibir el sentido si está articulado (Grupo Entrevernes, 1982); para ello tomamos en cuenta los valores axiológicos fundamentales que se estructura en un cuadrado semiótico (Barros 2001). Al analizar la cortesía, conviene estudiarla inserta dentro del sistema del comportamiento social, que es el eje semántico, esto es, el denominador común que jerárquicamente reúne la cortesía y la descortesía. Esta estructura elemental abarca, en primer lugar los contrarios, es decir los términos opuestos, que en nuestro caso son cortesía y descortesía. Las relaciones de contradicción ocurren cuando se niega un término y hay que optar por el uno o el otro: s1, no-s1; s2, no-s2. La relación entre cortesía y no cortesía, por una parte, y entre descortesía y no-descortesía, por la otra, son relaciones de este tipo; estas relaciones no son significantes, por el hecho de tratarse simplemente de la ausencia o presencia de negación. En cambio, entre los términos contrarios sí hay diferencias significantes de tipo discursivo, de realización del lenguaje. Los términos contrarios permiten una tercera posición de presuposición, no-s1 y s2 y no-s2 y s1 que se llama también de implicación narrativa y genera los términos complementarios.

En nuestro modelo, la descortesía es el término contrario de la cortesía. La no-cortesía es el término contradictorio de la cortesía y complementario de la descortesía. La no-descortesía es el término contradictorio de la descortesía y complementario de la cortesía. Esto puede apreciarse en el Cuadro 2. En el Cuadro 3., se especifican los semas que contiene cada una de estas categorías; más adelante se define brevemente lo que entendemos bajo cada concepto.

Cuadro 2. El comportamiento social

Cuadro 3. Cortesía y descortesía









Estudios de Lingüística del Español (ELiEs), vol. 25 (2007)   
 ISSN: 1139-8736