1.1 Internet, espacio del saber

Uno de los rasgos más evidentes de Internet es la rapidez con la que amplifica las posibilidades de interacción y crea nuevas categorías proxémicas y temporales. La tecnología basada en la conmutación de paquetes⁷ ha jugado y juega un papel fundamental en la creación de la Red como ámbito no jerarquizado: la Net⁸ deriva su nombre de los nodos y enlaces que, cuando nació ARPANET en 1969, debían garantizar las comunicaciones incluso en el caso de un ataque nuclear. Con el abandono de las finalidades estrictamente militares de ARPA y la conexión a redes civiles de ordenadores empezó a coger forma la “red de redes”, cuyo acusado carácter transversal es consecuencia de su estructura ramificada. La metáfora del rizoma, utilizada por Deleuze y Guattari para ejemplificar su idea de libro como universo heterogéneo e interconectado a otros sistemas, parece la más adecuada para describir materialmente y filosóficamente la Red:

“A diferencia de los árboles y sus raíces, el rizoma conecta dos puntos cualesquiera, y sin que cada uno de los trazos reenvíe necesariamente a trazos de igual naturaleza, pone en juego regímenes muy diversos de signos e, incluso, estados de no-signos...[...] el rizoma se asocia a un mapa que debe ser producido, construido, siempre desmontable, conectable, modificable [...] A diferencia de los sistemas centrados (incluso policentrados), de comunicaciones jerárquicas y relaciones preestablecidas, el rizoma es un sistema acentrado, no jerárquico y no significativo [...] definido únicamente por la circulación de estados.” (Deleuze & Guattari 1980, p. 31-32)

Para funcionar este sistema descentralizado necesita y promueve la máxima interacción y la posibilidad de anonimato: alrededor de newsgroup, e-zine, webzine y weblog se crean comunidades definidas por ideas, aficiones y gustos, dispersas geográficamente y ajenas a cualquier otra etiqueta, que intercambian opiniones con absoluta libertad. Lo importante es el encuentro entre personas que comparten el mismo interés por un tema de discusión⁹, creándose así un entramado de relaciones que hace más concreta la posibilidad, preconizada por Lévy, de construir un nuevo espacio democrático, intelectual y político, en el cual cada interactante pueda dar su libre contribución:

“Espacio del saber, que ya no es objeto de simple reflexión y se hace proyecto. Constituir el espacio del saber significaría en particular darse herramientas institucionales, técnicas y cognitivas para que la información sea “navegable”, para que cada uno pueda orientarse y reconocer a los demás en relación con los intereses, las capacidades, los intereses, los medios y las identidades recíprocas dentro del nuevo espacio.” (Lévy, 1996, p. 30)

Notas

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