ISSN: 1139–8736 |
4. Los predicados no verbales en Benot (1888-1891)
El estudio que realiza Benot de los predicados no verbales no se centra ni en un análisis parcial de sus complementos –o en la resolución de sus posibles ambigüedades– ni en el estudio de la estructura argumental de los derivados deverbales en relación con los predicados de los que se derivan, como hacen la RAE (1931) y Nonell (1909), respectivamente, en las obras que hemos revisado anteriormente. Lo que caracteriza el planteamiento de Benot (1888-1891) es justamente el hecho de tratar de forma conjunta y con los mismos procedimientos tanto los predicados verbales, como los no verbales. En efecto, al estudiar, primero, la estructura argumental y, segundo, la selección de la modalidad de la completiva, Benot trata de forma conjunta los predicados verbales y los no verbales, y les aplica el mismo tratamiento sintáctico.
Al estudiar tanto los predicados que admiten una oración o su reducción a un infinitivo, ya sea como primer argumento o como segundo argumento introducido por una preposición, Benot analiza los predicados verbales junto con los adjetivos y los nombres predicativos. Así, entre el gran número de ejemplos que ilustra su análisis de los predicados que admiten una oración o su reducción a infinitivo en posición de sujeto, incluye verbos como "doler" o "constar", junto con adjetivos y nombres predicativos con el verbo de soporte ser, como p. ej., "molesto, difícil" y "vergüenza, deseo", etc.:
Me duele que... (Benot 1888–1891, vol. II, p. 295)
Consta habérselos remitido. (Íbid., vol. III, p. 454)
Es molesto que... (Íbid., vol. II, p. 295)
Presentarlo nosotros era difícil. (Íbid., vol. III, p. 454)
Es una vergüenza que... (Íbid., vol. II, p. 295)
Rendirlo á tí fué mi deseo. (Íbid., vol. III, p. 454)
A su vez, entre los múltiples ejemplos que ilustran el análisis sintáctico de los predicados que admiten oraciones o sus reducciones a infinitivo como segundos argumentos preposicionales, Benot incluye verbos, como "confiar, abstenerse", etc., adjetivos predicativos, como "encantado, distante", etc., y nombres predicativos, como "interés, necesidad", etc.:
Confía en que le mandarán á tiempo el dinero. (Benot 1888–1891, vol. II, p.327)
Me abstendré de verla. (Íbid.)
Estamos encantados de que haya venido. (Íbid.)
No estoy distante de creerlo. (Íbid.)
Tengo interés en que llegue. (Íbid.)
Yo tenía necesidad de habérmelos llevado. (Benot 1888–1891, vol. III, p. 454)
Asimismo, al estudiar la selección de la modalidad de la completiva, Benot trata también de forma conjunta los predicados verbales y los no verbales, y les aplica a todos ellos los mismos criterios de análisis. En el marco de la propuesta de Benot, la modalidad de una completiva está determinada por la pertenencia del predicado del que depende dicha completiva a la clase semántica de los predicados de "voluntad", de "pasión" o de "entendimiento". Básicamente, la idea de Benot (1888–1891, vol. III, pp. 105–173) es que los predicados que pertenecen a la clase semántica de "voluntad" y "pasión" seleccionan el subjuntivo en la completiva, mientras que los que pertenecen a la clase semántica de "entendimiento" seleccionan el indicativo, excepto en las oraciones negativas e interrogativas. Al mostrar ejemplos de predicados de "voluntad" y "pasión" que seleccionan el subjuntivo en completivas de sujeto o de objeto directo, Benot (íbid., p. 106) incluye, por un lado, predicados verbales, concretamente, verbos "impersonales", como p. ej., "conviene que...", "basta que...", etc., y verbos de "voluntad" y "pasión", como p. ej., "exigir", "temer", etc., y, por otro lado, predicados no verbales, concretamente, "complexos" o "verbos–conjunto en que entra el verbo ser" (es decir, adjetivos y nombres predicativos con el verbo de soporte ser), p. ej., "es lástima que...", "es probable que...", "es una vergüenza que...", "es un milagro que....", etc. Análogamente, al estudiar la selección de la modalidad de las subordinadas de objeto preposicional, Benot estudia también de forma conjunta la modalidad de predicados verbales y no verbales. Así, entre los ejemplos que cita Benot (íbid., 168–173), se incluyen tanto verbos, como p. ej., "confiar, guardarse", etc., como predicados no verbales acompañados de sus correspondientes verbos de soporte, concretamente, adjetivos predicativos, como "seguro", etc., y nombres, como "seguridad, precaución", etc.:
Confiemos en que ahora no surgirá ninguna nueva dificultad.
Guardáos de que os alucine con su elocuencia.
Estoy seguro de que me recomendará.
No estoy seguro de que me recomiende.
Quiero tener la seguridad de que me pagará.
No tengo seguridad de que me pagará (de que me pague).
Toma la precaución de que nadie te dirija cartas á tu nombre.
En relación con la modalidad y la función sintáctica, Benot (íbid., p. 127) recalca que la selección de la modalidad no depende de la función sintáctica de la completiva, sino de la clase semántica a la que pertenece el predicado de la que depende:
La conjugación de lo inseguro no depende de los casos en que se encuentren las oraciones–sustantivo. Así, lo mismo se aplica esa conjugación á las oraciones–nominativo que á las oraciones–acusativo ó á las que se encuentren en alguno de los otros casos.
Es interesante observar que Benot no sólo utiliza las clases semánticas de predicados de "voluntad", "pasión" y "entendimiento" para explicar la selección de la modalidad de la completiva, sino además para explicar las condiciones de aplicación de las reglas de reducción de las completivas a un complemento infinitivo (cf. Benot 1910:304–311)2. Por ello, las clases semánticas que propone Benot tienen un valor explicativo general, del que carecen muchas explicaciones nocionales que se proponen en gramáticas tradicionales, en las que se crean clases semánticas ad hoc para tratar de explicar fenómenos gramaticales muy específicos, sin que dichas clases se utilicen luego para dar una explicación de otros hechos.
Los planteamientos de Benot en relación con el estudio conjunto de la modalidad de las completivas de los predicados verbales y no verbales fueron recogidos por Gámez (1910), quien, en el prólogo de su Gramática, reconoce a Benot como maestro y le dedica su obra:
[...] dedico la Gramática Razonada del Idioma Castellano a la memoria inmortal del que fue eminente maestro [...] Don Eduardo Benot en cuyas obras incomparables aprendí a discurrir las leyes y métodos del hablar.
Así, al estudiar la selección de la modalidad de las completivas, Gámez (1910:254) analiza conjuntamente los predicados verbales y los no verbales e ilustra su propuesta con ejemplos que incluyen dos verbos, ver y pretender, dos adjetivos predicativos, seguro y probable, y dos nombres predicativos, seguridad y desconfianza, los cuales seleccionan respectivamente el indicativo y el subjuntivo en sus completivas:
Veo que me entienden.
Pretendo que me entiendan.
Estoy seguro de que me entienden.
Es probable que me entiendan.
Tengo la seguridad de que me entienden.
Abrigo la desconfianza de que me entiendan.
Al igual que Benot, Gámez considera que la selección de la modalidad de la completiva está determinada por el significado del predicado del que depende dicha completiva. Sin embargo, Gámez (1910:253–254) no basa su análisis en las mismas clases semánticas que Benot, puesto que considera que la modalidad está determinada por el "concepto de certidumbre" o de "duda" relacionado con el significado del predicado que rige la completiva:
[...] el conglomerado oracional irá forzosamente en los tiempos de indicativo si se relaciona con palabras de certidumbre, é irá inexcusablemente en los tiempos de subjuntivo si hace la correlación con las palabras de duda.
Gámez (1910:253) ofrece un cuadro con un amplio número de ejemplos (cf. Fig. 4.1), que agrupa, por un lado, en función de la pertenencia del predicado que determina la modalidad a la clase de los nombres, los adjetivos o los verbos predicativos y, por otro lado, en función del "concepto de certidumbre" o de "duda" asociado al significado de dichos predicados.
Fig. 4.1. "Los conceptos
de certidumbre ó de duda pueden estar embebidos en vocablos
substantivos, adjetivos y verbos." Gámez (1910:253)
Pero los innovadores planteamientos de Benot en relación con el estudio de la modalidad de las completivas sentaron unas bases teóricas, que dejaron sentir su influencia mucho después de la obra de Gámez. Así p. ej., Togeby (1963) –al igual que Benot– no se limitó a estudiar la modalidad que seleccionan los verbos con completiva, sino que analizó también la de los nombres y los adjetivos predicativos con argumentos oracionales:
La construction la plus répandue de la syntaxe modale est l'influence qu'exerce la présence d'une racine sur le mode d'une proposition subordonnée [...] La racine peut être une racine verbale, nominale ou pronominale. Il faut y ajouter l'influence des adverbes, surtout de la négation. (p. 32)
Dentro de la "racine nominale", Togeby incluye tanto las "racines de substantifs" (pp. 44–48) como las "racines d'adjectifs" (pp. 49–51). Asimismo, el estudio sobre la modalidad verbal de Fernández Ramírez (1986:312–356) se desarrolló igualmente dentro de la línea teórica iniciada por Benot (1888–1891), en la medida en que Fernández Ramírez estudió conjuntamente la modalidad de los predicados verbales y la de los no verbales.
Notas
2 Martín Mingorance (1994:31–32) lo considera "el primer diccionario de valencias propiamente dicho, tanto por la descripción de los tipos de complementación como por la justificación lingüística."Volumen 23 (2006) ISSN: 1139–8736 |