Actas del II Congreso de la Región Noroeste de Europa de la Asociación de Lingüística y Filología de América Latina (ALFAL)

7.5.3 Formas caracterizadas por -n-

Queda un pequeño grupo de formas que no caben en el desarrollo de los cuadros 2 y 3, a saber, las formas que tienen como característica básica una -n-, donde las del cuadro 3 en gran parte tienen una -r-.

Si suponemos que también el grupo con -n- deriva de la forma básica vuesa merced, tal como las formas del cuadro 3, hay que concluir que deben haberse perdido los sonidos -er-, llevando a *vuesamced, lo que se habrá convertido en vuesanced por motivos de asimilación: vuesa merced >*vuesamced > vuesanced . El cuadro 4 traza el desarrollo de este fenómeno:

CUADRO 4
Desarrollo de la forma vuesa merced-usanced con formas intermedias, observado en CORDE (grupo -n-)
forma observada Frecuencia fecha
vuesa(s) merced(es) 1654 finales del XV-
finales del XVII
vuesa(s) merçed(es) 2 1620
vuessa(s) merced(es) 158 1545-1629
vuessa mercé 4 1565-1614
vuessamercé 1 1622
vuesanced(es) 3 1663
vosancé 1 1674
usanced 4 1663
usancé 6 1640-1674

Llama la atención que las formas con -n- son de aparición más tardía que las formas intermedia de los cuadros 2 y 3; las formas típicas del cuadro 4 aparecen en los años 60 y 70 del siglo XVII, mientras que las demás formas intermedias aparecen ya en los años 10 y 20 del mismo siglo. Por otra parte, estas formas son de escasa aparición en CORDE, de manera que no se pueden hacer afirmaciones firmes sobre la base de las mismas. A modo de ilustración se citan unos ejemplos en (7a) a (7d):

(7)
7
a.
a
Doña Tomasa: Lléveme a espacio, si llevarme quiere la condición, Hernández. Escudero: Si pudiere, ¿no dirá vuesanced? [CORDE, Vicente Suárez de Deza y Ávila, Mojiganga de los casamientos, 1663]
b.
b
Mire vosancé, siolo, que es grandísima binyaca el amo qui mi vindió [CORDE, Gil López de Armesto y Castro, Los nadadores de Sevilla y Triana. Entremés, 1674]
c.
c
Escudero: ¿Y si para usanced huviere alguno en traerle también podré ocuparme? [CORDE, Vicente Suárez de Deza y Ávila, Mojiganga de los casamientos, 1663]
d.
d
RUY ¡Oh, señor, cómo inora las costumbres de aquel ladrón! Viene usancé a pedirme que en casa le reciba [CORDE, Luis Quiñones de Benavente, El comilón, 1640]

Los ejemplos (7a) y (7c) son representativos de todos los casos. Llama la atención que dichas formas son usadas siempre por escuderos, mientras que los demás personajes en las mismas fuentes usan usted. Es probable que aquellas formas sean características de un lenguaje más popular.

Hay que calificar el ejemplo (7b) como atípico, ya que se trata de un negro galera que tiene una manera de hablar muy peculiar, como se desprende del ejemplo citado. No se puede tomar (7b), por tanto, como representativo del desarrollo del castellano. El ejemplo (7d) representa el único caso de El comilón; los demás 5 casos son comparables con (7b) y (7c), o sea, ejemplos en boca de negros o escuderos en textos de los autores citados.


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Volumen 22 (2005)
ISSN: 1139-8736