Actas del II Congreso de la Región Noroeste de Europa de la Asociación de Lingüística y Filología de América Latina (ALFAL)


3.5.2 El sufijo abstractivizador -wame

A pesar del ejemplo visto en (12), Dedrick y Casad (1999: 120-121) tratan -wame como una sola unidad aunque reconocen que estamos ante una secuencia bimorfémica cuyo origen está en el sufijo pasivo -wa y en el sufijo nominalizador -me. Sin embargo, justifican su decisión por el hecho de que -wame sirve mucho más frecuentemente para derivar nombres abstractos y que en muy raros casos provoca nominalizaciones con el sentido 'el que es .'.

En efecto, la combinación bimorfémica -wa + -me no se puede realmente analizar como pasivo+agente ya que sirve para designar nominales que se refieren al resultado de la acción o a la propia acción denotada por el verbo base y no a un paciente. Esa sufijación provoca entonces más un proceso de abstractivización que de pacientivización. La etiqueta elegida por Dedrick y Casad (1999) para referirse a este sufijo es justamente la de abstrativizador 'pasivo'. Sin embargo, se pueden reconstruir los pasos de esta evolución semántica y funcional.

Si consultamos el ejemplo en (17b), vemos que esa estructura no se refiere a pacientes animados como en majtawame sino más bien a conceptos abstractos derivados del sentido concreto original. Ese sentido original involucra el sufijo pasivo y se refiere concretamente al paciente inanimado reflejado en la glosa de (17b) por el pronombre 'lo' que corresponde al objeto de la oración transitiva correspondiente ejemplificado en (17a) por el carro. El nombre así formado etbwawame pasó mediante un proceso de abstractivización generalizadora de representar el objeto-paciente concreto (lo robado) a referirse al resultado de la acción sufrida por el objeto paciente (el robo-resultado) y de nuevo por extensión metonímica a la propia acción (el robo-acción).

(17) a. Juan u kaaro-ta etbwa
Juan DET carro-AC robar
'Juan roba el carro'
b> etbwawame 'robo'
robar-PAS-me de lit. 'lo que es robado' (concreto) a 'resultado y acción de robar' (abstracto)

En realidad, como mencionan Dedrick y Casad, el funcionamiento abstractivizador de -wame ya ha pasado a ser el funcionamiento general. En efecto, contrariamente a lo que sucede en (12), incluso cuando el objeto paciente de la oración es animado como en (18a), el nombre así formado tampoco se refiere a ese objeto paciente (el matado, el asesinado) sino que al resultado o a la acción (el asesinato).

(18) a. Maria Juan-ta su'a-k
María Juan-AC matar-PERF
'María mató a Juan'
b. su'awame 'asesinato'
matar-PAS-me de lit. 'el que es matado' (concreto) a 'resultado y acción de matar' (abstracto)

Los ejemplos anteriores muestran una base transitiva pero se pueden dar bases verbales intransitivas inergativas y el funcionamiento sigue siendo el mismo. Vean ejemplos en (19):

(19) a. jinko'olawame 'carrera, competencia'
competir-PAS-me de lit. 'lo que es competido' (concreto) a 'resultado y acción de competir' (abstracto)
b. nassuawame 'combate, pelea'
pelear-PAS-me de lit. 'lo que es peleado' (concreto) a 'resultado y acción de pelear' (abstracto)

El funcionamiento derivativo de la combinación bimorfémica -wame muestra evidentes casos donde se aparta del origen flexivo de marcación pasiva del sufijo -wa. Así, podemos tener una base verbal intransitiva inacusativa (es decir, con sujeto inactivo) como en el ejemplo (20), lo que va en contra de las posibilidades formativas del sufijo pasivo.

(20) kokkowame 'muerte' mukia 'el muerto'
morir-PAS-me de lit. 'el/la/lo que está muerto/a' (concreto) a 'resultado y acción de morir' (abstracto)

El sentido del sufijo -wa deja obviamente de ser pasivo para refugiarse en una noción de resultado. El nombre derivado pasa así por metonimia de la entidad concreta que se encuentra en el estado resultado del evento 'morir' ('el/la/lo que está muerto/a') al resultado del evento (la muerte) y de nuevo por metonimia a la acción.

Igualmente, aparecen bases verbales estativas y posesivas que tampoco admiten el sufijo -wa en su funcionamiento flexivo como se puede evidenciar en los ejemplos de (21).

(21) a. namuwame 'nubosidad'
estar nublado-PAS-me lit. 'lo que es resultado de estar nublado/tener nube'
nube-POS
b. alaewame 'salud'
tener salud-PAS-me lit. 'lo que es resultado de tener salud/estar sano'
c. alleewame 'alegría'
estar contento-PAS-me lit. 'lo que es resultado de estar contento/a, tener alegría'
allea 'estar contento/a'

Vemos de nuevo que el sufijo -wa deja de funcionar como sufijo pasivo para adquirir un significado más resultativo. Debido a la no-eventividad de las bases verbales, el nombre derivado solo tiene el sentido de resultado del estado.

Parece bastante claro que estamos aquí ante un proceso de lexicalización y de cambio semántico de la secuencia -wame que ha generalizado su uso abstractivizador y resultativo: originalmente, la combinación de un sufijo pasivo más un sufijo agentivo restringida a bases verbales transitivas con objetos-pacientes animados, que pasa por abstractivización y metonimia a perder la motivación original y a referirse al resultado y a la acción denotados por el verbo base ampliando su funcionamiento derivativo primero a verbos intransitivos inergativos (activos) y después a verbos intransitivos inacusativos (inactivos) e incluso a verbos estativos y posesivos donde ya solo se refiere al resultado del estado.1

Vemos entonces que el marcador -me que debería referirse al participante que desempeña la función objeto de la transitiva, ha dejado de cumplir ese papel por lo que la combinación -wame es reanalizada, reinterpretada con sentidos contiguos: el de resultado y el de acción. Incluso ya pasa a poder funcionar con todo tipo de base verbal (inacusativos, estativos y posesivos).

En cuanto a la pérdida de la mención del participante referido por el marcador -me, hay que recordar que la nominalización deverbal a menudo implica la no-mención de los argumentos participantes como vimos en (6d). Además, la nominalización deverbal con marcador pasivo está orientada hacia el resultado o la acción del verbo ya que en la nominalización se suelen excluir los participantes que no son especificados (caso de pakhata 'asesinato' del ute ejemplificado en (7)).

Podemos notar que todas esas construcciones presentan una estructura que se puede asociar con cláusulas relativas, gracias al morfema -me que es el elemento que permite formar ese tipo de construcción en yaqui. Sin embargo, este tipo de estructura puede aparecer igualmente sin la marca agentiva -me para formar nominales como se puede ver en (22).

(22) jita-ne-nenki-wa 'mercado'
algo-RED-vender-PAS lit. 'habitualmente se vende algo'

Este ejemplo muestra un caso donde la sufijación pasiva se acompaña de una reduplicación y aparentemente de una conversión. La reduplicación marca el aspecto habitual algo común en la reduplicación verbal de la lengua yaqui (Álvarez González y Martínez Fabián, ms). La conversión se evidencia por el hecho de que no tenemos un verbo y aparece una relación metonímica. Normalmente la construcción debería de ser verbal ya que el sufijo pasivo no puede cambiar la categoría de la base. Además, como siempre la conversión se acompaña de un cambio semántico por metonimia (en este caso, de la acción al lugar donde se desarrolla habitualmente esa acción).

Martínez Fabián (1992) proporciona igualmente una serie de ejemplos donde tenemos frases adjetivizadoras sin la marca agentiva -me como en el ejemplo (23):

(23) si ta'e-wa 'famoso' Martínez Fabián (1992: 123)
mucho conocer-PAS lit. '(el que) es muy conocid

Este ejemplo es de nuevo extraño ya que esperaríamos tener el marcador -me que permite formar cláusulas relativas. Se podría quizás explicar por el fenómeno de elisión y de conversión. Algo similar a lo que sucede en español cuando se pasa de 'un individuo famoso' a 'un famoso' con una relación metonímica que nos hace pasar de la cualidad asociada a una persona (adjetivo) a una persona que tiene esa cualidad (sustantivo).

Esta situación nos puede servir para intentar relacionar el sufijo nominal deadjetival -wa con el sufijo pasivo -wa, sufijos que se consideran en regla general solo como homónimos.

1 Este fenómeno de nominalización abstracta a través de marcadores pasivos y de la metonimia se puede evidenciar igualmente en español. En efecto, los sufijos -ado/-ada que permiten formar los participios pasados involucrados en la marcación de la construcción pasiva sirven también para formar sustantivos que se refieren al resultado o a la acción denotada por el verbo (por ejemplo: el revelado, la coartada, la escapada). Al mismo tiempo, esos sufijos permiten crear adjetivos o nombres con verdadero sentido pasivo de paciente (por ejemplo: el asesinado, la ultrajada). Es igualmente interesante mencionar que cuando la base verbal no implica de manera obvia un agente y un paciente prototípicos como en los ejemplos anteriores, el nombre o adjetivo derivado se refiere entonces más bien a una entidad que se encuentra en el estado resultado del evento denotado por el verbo base (por ejemplo: el/la enamorado/a).


Índice general  I  Siguiente



Volumen 22 (2005)
ISSN: 1139-8736