ISSN: 1139-8736
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2.2. Definiciones de meronimia

    La distinción entre entidad y evento ha servido como principio básico en la definición de las categorías gramaticales de sustantivo y verbo. Sin entrar ahora en ulteriores clasificaciones, como que haya sustantivos que parecen más un evento que una entidad, encontraremos natural que, debido a nuestro conocimiento del mundo, las entidades puedan ser divididas en partes discretas o al menos identificables. Una yegua individualizada puede ser dividida o analizada entonces desde varios puntos de vista: anatómico (cabeza, cuartos traseros, manos, cola, quijada) o desde el punto de vista de su composición química o biológica (tejido muscular, agua, leucocitos). También desde el punto de vista genérico, puede ser dividida en las distintas clases de yeguas, en unos casos por poseer propiedades distintas, como el color, (alazana), en otros por pertenecer a otra especie (percherón). Nos encontramos ante distintas formas de analizar intensionalmente una entidad.

    Todos esos elementos léxicos (yegua, cabeza, leucocito) parecen claramente relacionados entre sí en nuestra mente y en nuestros discursos. Pero fuera de contexto, en su paradigma, tanto el tipo de relación como la distancia de esas relaciones son distintas a todas luces. Si alguien nos preguntara si la palabra ‘yegua’ y la palabra ‘quijada’ están relacionadas, posiblemente nuestro razonamiento y consiguiente respuesta sería una de las siguiente (se han escogido palabras no ambiguas para mostrar mejor la relación):

1. La quijada es una parte de la cabeza de la yegua.
2. La quijada es la mandíbula de la yegua.
3. La quijada es un hueso de la yegua.
4. La quijada es una parte de la yegua.
5. La yegua usa la quijada para masticar.

    Si, en cambio, preguntáramos qué relación hay entre los significados «yegua» y «agua», las respuestas que podríamos obtener serían las siguientes:

6. La yegua bebe o abreva agua
7. La yegua nada en el agua
8. El agua forma parte de la yegua
9. La yegua posee un setenta por ciento de agua

    En el primer caso, el de la yegua y la quijada, la relación es mucho más cercana o accesible, mientras que en el segundo la relación parece exigir una serie de verbos o eventos en los que ambas entidades suelen aparecer juntas.

    Efectivamente, en principio, la relación parte-todo puede ser fácilmente comprendida de manera intuitiva o mediante ejemplos claros como pedal-bicicleta.

    Lyons (1977:294), define la relación parte-todo de la siguiente manera:

    Concluye diciendo que existe tanta diversidad de tipos de relaciones parte-todo como en la hiponimia y quasi-hiponimia.

    Cruse (1986) se centra en las unidades léxicas usadas para describir partes y todos. Para él MERONIMIA es la relación semántica entre una unidad léxica que denota una parte y lo que denota el correspondiente todo y CO-MERONIMIA la relación entre unidades léxicas que denotan partes hermanas. Afirma que, aunque hay una conexión íntima entre una jerarquía parte-todo extralingüística y la correspondiente jerarquía léxica, son distintas y no pueden ser confundidas. En muchas ocasiones ambas jerarquías no son isomórficas. Por ejemplo, «brazo» es parte-de «cuerpo humano», pero en la realidad son dos y no un solo nodo como en el léxico. Hay así dos tipos diferentes de jerarquías léxicas que se refieran a partes:

1) La verdadera meronimia, cuya estructura está determinada puramente por criterios lingüísticos.
2) La llamada jerarquía parte-todo etiquetada, la cual es formalmente idéntica a la jerarquía extralingüística correspondiente.

    Evidentemente, lo que interesa aquí es la primera. Para Cruse (1986:160 y ss), la meronimia consiste en realidad en una familia numerosa de relaciones más o menos similares. Él va a tratar la relación meronímica central o ideal y algunas complicaciones (que provienen de opcionalidad frente a necesidad y de sensa spectra). Aporta la siguiente definición de meronimia:

    Definición Restringida de Meronimia:

    «X is a meronym of Y if and only if sentences of the form 'A Y has Xs/an X' and 'An X is a part of a Y' are normal when the noun phrases an X, a Y are interpreted generically

    Estas fórmulas son llamadas test-frames o contextos de diagnosis:

A hand has fingers - A finger is a part of a hand
A car has wheels - A wheel is a part of a car
A wife has a husband - ?A husband is a part of a wife
1
A sound has a pitch and a volume - ? A volume is a part of a sound
2

    Estos contextos excluyen, no obstante, casos claros de partes y todos:

?A handle is a part of a bag - ?A bag has a handle
A sepal is a part of a flower - ?A flower has sepals
A root is a part of a word - ?A word has a root

    Por lo que necesita el siguiente contexto de diagnosis para acoger estos casos The parts of a Y includes the X/Xs, the Z/Zs. etc.

The parts of a flower include the sepals, the petals,...
The parts of a word include the root,...

    Estos ejemplos también responden a la prueba the X and other parts of a Y. Según Cruse (1986), existen varios factores que gobiernan los diferentes resultados obtenidos con estos contextos de prueba:

    1. Opción o necesidad de la relación.

    Casos de necesidad canónica: oreja es una meronimia canónica de cuerpo y cuerpo es un holónimo canónico de oreja.

    Casos de relación opcional: picaporte es una meronimia facultativa de puerta y puerta es un holónimo facultativo de picaporte.

    Ambos pueden ser unilaterales o bilaterales. Las variantes en una relación entre un merónimo X y un holónimo Y son las siguientes:

I. X is a canonical meronym of Y; Y is a canonical holonym of X (hand & finger) ++
II.. X is a canonical meronym of Y; Y is a facultative holonym of X (liquen & hongo)-+
III. X is a facultative meronym of Y; Y is a canonical holonym of X (tiutlar & periódico)+-
IV. X is a facultative meronym of Y; Y is a facultative holonym of X (university & museum)--

    Las Para-meronimias, como es medical school y university, están definidas sobre la expectación más que sobre la necesidad3.

    2. Relaciones de congruencia

    Disyunción, inclusión y solapamiento Este factor significa una mala aplicación del par con el contexto de verificación estricto con respecto a las relaciones de congruencia. Para Cruse, la disyunción no es aplicable a la meronimia y la inclusión puede manifestarse en uno de los sentidos siguientes:

a) Super-meronimia es la meronimia más general que el holónimo, es decir, establece una relación sin ambigüedad con al menos otro holónimo (página-libro; nail-toe, en la que nail es super-meronimia bilateralmente canónica de toe). b) Super-holonimia, en la que la holonimia es más inclusiva, (body-penis/vagina); un ejemplo de super-holonimia bilateral canónica es la relación entre «flor» y «sépalo» (flower y sepal).

    Otro ejemplo de una relación facultativa de par no-congruente es la que hay entre barba y cara, pues la primera es opcional y la segunda necesaria con respecto a aquélla. Así, barba es un hipo-merónimo facultativo unilateral de cara, mientras cara es un super-holónimo canónico unilateral de barba.

    La superposición es el otro tipo de relación no-congruente. Es el caso de stalk (tallo, pecíolo, pedúnculo) y leave (hoja), considerado el uno como semi-merónimo del segundo, ya que no todas las hojas tienen tallo y las flores, como las hojas, puede tener tallo también.

    3. El factor que interfiere con el contexto de diagnosis más estricto de meronimia es la existencia de un espectro de sentidos (sense-spectre) de sentidos de localización. Por ejemplo: handle es super-merónimo de door, ya que handles of door and drawers es posible. Sin embargo, más que una estricta super-relación, esto es así porque los sentidos de localización, puerta y cajón, son próximos uno del otro. Por lo tanto, sería mejor considerar handle como meronimia (local) espacial de door y door como canónica, holónimo de localización de handle.

    4. Otro tipo de relación meronímica es la que existe entre blade y leaf. La peculiaridad reside en que blade puede ser parte de leaf, si leaf tiene stalk, y la totalidad de leaf, si no tiene stalk. Denomina esta relación holo-meronimia y blade sería un holo-merónimo de leaf.

    Por su parte, Chaffin, Herrmann & Winston (1987:417-444) aluden a que la Lingüística Lógica y la Psicología Cognitiva han intentado comprender recientemente la naturaleza de las relaciones semánticas. Para ellos:

1) El conocimiento de partes y todos se puede expresar de muchas maneras especializadas.
2) Centran el foco de la relación a partir de los siguientes términos en inglés:

part of
the X is part of the Y
X is partly Y
X's are part of Y's
X is a part of Y
the parts of a Y include the Xs, Zs...

y expresiones similares, como en los predicados The head is part of the body, Bicycles are partly aluminum, Pistons are parts of engines, Dating is a part of adolescence, The parts of a flower include the stamen, the petals, etc.

    Así pues, para Chaffin, Herrmann & Winston las relaciones meronímicas, desde un punto de vista lógico, se entienden como las que expresan relaciones de estricto orden parcial. Las relaciones de estricto orden parcial son4:

P= is a part of
TRANSITIVAS Si aPb & bPc entonces aPc
IRREFLEXIVAS -aPa
ANTISIMÉTRICAS -bPa

    Desde su punto de vista, esta visión de las relaciones como orden parcial tiene una especial importancia:

«These logical properties of meronymic relations make them particularly important to our understanding of the structure of the lexicon since, as a partial ordering relation, like class inclusion, meronymic relationships structure semantic space in a hierarchical fashion.5»

    Chaffin, Herrmann & Winston nos recuerdan cómo en muchas ocasiones la relación parte-todo no se ha distinguido de otras relaciones. Así, estudios psicológicos sobre decisiones de inclusión en clases la han mostrado a menudo como ejemplo de relaciones de inclusión en clases6.

    También algunas teorías de prototipos explican la estructura conceptual en términos de relaciones de categoría y grupos, presentando todas las demás relaciones como ATRIBUTOS de conceptos, término que cubre al menos partes (asa/taza) y funciones (beber/taza)7. Del mismo modo, los modelos de redes de memoria semántica han confundido a menudo la meronimia (ala/canario) con otras relaciones como ATRIBUCIÓN (amarillo/canario)8.

    Por su lado, Iris, Litowitz & Evens (1988), exponen cómo los problemas sobre la meronimia han sido presentados por Lyons (1977) y tras ello varios autores han seguido su pista sobre el hecho de que existan varios tipos de relaciones parte-todo con dos orientaciones:

1) La que defiende varios tipos de relación parte-todo, como Chaffin, Hermann & Winston (1987).
2) La que aporta explicaciones basadas en restricciones contextuales, como Cruse (1979).

    Las autoras observan dos hechos que parecen fundamentales sobre la relación parte-todo y que sin embargo son contradictorios:

1) Los niños a menudo no usan parte-todo en sus definiciones9.
2) En el Webster´s Seventh New Collegiate Dictionary (1963), W7, ‘part’ es el segundo nombre más frecuente en la definición de otros nombres10.

    En su trabajo, Iris, Litowitz & Evens se plantean el objetivo de examinar las distintas maneras en las que los hablantes de inglés expresan esta relación, teniendo en cuenta que la variedad de relaciones parte-todo refleja diferencias en su conocimiento subyacente (su papel en la memoria semántica) y en su etiquetado e identificación (su clasificación). Las razones que evidencian este problema, a su juicio, son:

1) El número de términos para expresar la relación parte-todo en inglés en las definiciones de diccionarios.
2) No obstante, ‘part’ es la más habitual: es el segundo sustantivo más frecuente en las definiciones del W y da el nombre a la relación.
3) A pesar de su frecuencia en el consenso cultural, algunos estudios indican que el uso de esta relación en las definiciones hechas por los niños es raro e inconsistente.
4) Debido a esta práctica temprana de utilización se la considera también como una pre-clase o como una estructura cognitiva pre-categorial basada en el mundo físico extra lingüístico, más que un conocimiento lógico matemático11.
5) Otros la han visto como:

- Una relación derivada de la relación taxonómica, Werner and Topper (1976).
- Compuesta de rasgos semánticos menores, Chaffin, Herrmann & Winston (1987).
- Extendida, Iris Litowtz, and Evens, (1988).
- Relacionada ambiguamente con la taxonomía, Chaffin et al. (1987).

    Otro enfoque cifra en términos psicológicos, tales como tiempo de respuesta para la realización de una tarea, la investigación de las meronimias, realizando experimentos como el de clasificar miembros, Clark & Clark (1977). La última aproximación que señalan es la de tomar las diferencias de la actuación lingüística como diferencias en el conocimiento subyacente. Este enfoque es el que les interesa y toman la manera en la que la Semántica Léxica estudia este fenómeno y sus aplicaciones en sistemas informáticos de pregunta-repuesta. Iris, Litowitz & Evens llegan pues a la siguiente conclusión: si esta relación está íntimamente ligada al mundo físico, la falta de acuerdo entre los distintos estudios puede deberse a que miran diferentes aspectos y de diferentes maneras.

    Por último, debemos mencionar una de las pocas contribuciones al estudio de las meronimias léxicas de autores españoles. Moreno Cabrera (1994:278-300), siguiendo a Cruse, proporciona algunas de las frases de diagnóstico para detectar y verificar meronimias en español:

El X tiene Y y Z.
Y y Z son parte de X.
X consta de Y y Z.
Y y Z forman parte de Y.
El Y y Z de un X.

    Alude a la diferencia entre taxonomía y meronimia, que denomina hiponimia taxonómica e hiponimia meronímica, en función de su distinto comportamiento con respecto a la transitividad. En el primer caso, se trataría de una relación global y en el segundo local. Esto lo explica por las diferencias de estructuración de distintas jerarquías parciales de merónimos (por ejemplo, la meronimia de las partes de una bicicleta es distinta a la meronimia de las partes de un árbol), por lo que no podemos hablar de alcance global de inferencias o propiedades, tales como la transitividad.

    En su libro, Moreno Cabrera, al hablar de campos léxicos que constituyen estructuras no ramificantes, alude a casos como los que mostramos a continuación:

    concepción ð nacimiento ð infancia ð adolescencia ð juventud ð madurez ð senectud ð muerte ð resurrección

    El primer anterior a otro en la secuencia lo denomina arcónimo, el posterior telónimo y el que se halla en medio de dos mesónimo. Los contextos de diagnóstico que proporciona para esta relación son:

X es/va antes que Y.
Z empieza con Y.
Y termina con Z.
X acaba/resulta en Y.
Y está entre X y Z.

    Mientras que esta secuencia está acotada, existen secuencias no acotadas que forman un círculo, como en:

    mañana ð mediodía ð tarde ð noche ð madrugada ð mañana ...

    Este tipo de relación temporal puede a veces confundirse con la meronimia, pues «nacimiento», «infancia», etc. son/forman parte de alguna manera de «vida». Del mismo modo, «mañana» y «mediodía» forman parte de «día». Se podría decir, pues, que existen meronimias ramificantes y no ramificantes.


NOTAS

1   Have parece tener un sentido semi-posesivo.

2   Se trata de una cualidad.

3   Esto parece coincider con los rasgos canónico y facultativo o factivo no factivo, por lo que serían meronimias no factivas.

4   Los autores citan a Halmos (1960) y Moore (1967).

5 Chaffin, Herrmann & Winston (1987:418)

6   Battig & Montague (1969), Loftus & Scheff (1971) y Smith, Shoben & Rips (1974).

7   Rosh & Mervis (1976), Tversky & Hemenway (1984).

8   Collins & Quillian (1969).

9   Litowitz & Novy (1984).

10   Smith (1985).

11   Inhelder and Piaget (1964)

 

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