Estudios de Lingüística del Español (ELiEs) |
Los Diccionarios Electrónicos: hacia un nuevo concepto de diccionario / Ana Fernández-Pampillón Cesteros y María Matesanz del Barrio |
2.1 Más información en un diccionario electrónico
Es indudable que la información que puede almacenar un diccionario electrónico es mucho mayor y más variada que la de los diccionarios en papel. En la elaboración de un diccionario en soporte tradicional la información que se decide incluir depende no sólo del tipo de diccionario (monolingüe, bilingüe, histórico, enciclopédico, etc.) o del tipo de usuario de los diccionarios (escolares, adultos, hablantes de otra lengua, etc.), sino también del tamaño o número de páginas totales de la obra. Además, el formato está limitado, básicamente, a texto e ilustraciones.
Estas restricciones no existen en el caso de los diccionarios electrónicos, que pueden incluir en muy poco espacio (CD-ROM, DVD) todo lo que el lexicógrafo considere interesante: imágenes, vídeos, textos alternativos, ejemplos de uso, e incluso ejercicios y gramática para el caso de los escolares o extranjeros en proceso de aprendizaje. Estos materiales multimedia, que combinan información representada en cualquier formato posible, ofrecen muchas más posibilidades de representar la información, ya que son más ricos, completos y atractivos que los tradicionales documentos de texto o texto con gráficos.
El aumento en variedad y cantidad de la información, sin embargo, no siempre es una ventaja. El acceso y asimilación de toda esta información por parte del usuario se complica enormemente. Por esta razón, las herramientas de búsqueda y consulta integradas en los diccionarios electrónicos son imprescindibles para que el usuario no sólo encuentre exactamente lo que necesita de una forma rápida y sencilla, sino que también navegue y busque información relacionada en el propio diccionario o, incluso, fuera de él.
En este sentido, aunque el procesamiento computacional1 de los datos es ya una cuestión que podemos considerar resuelta, no así el procesamiento computacional de la información2. En este segundo caso, lo que se procesa es la semántica o interpretación de los datos (Salton, 1987), que se refiere a aspectos como la efectividad de las respuestas del diccionario a las consultas del usuario o la capacidad de un modelo de datos léxico para representar exactamente la semántica de dichos datos. Un ejemplo ilustrativo es el tratamiento de los homógrafos. Ciertos diccionarios no son capaces de resolver referencias que involucran homógrafos, ya que no distinguen el artículo al que debe remitir. En el DRAE 1992, cuando seleccionamos la preposición “de”, en lugar de remitir directamente a la entrada “de2” (preposición) se presenta un menú para elegir entre “de1” como nombre o “de2” como preposición. Todo esto quiere decir que, aunque es enorme el paso dado desde los diccionarios en papel a los diccionarios electrónicos respecto a la cantidad y variedad de información que contienen, no es posible una desambiguación automática o una consulta “inteligente” de toda la información.
Notas
1 El procesamiento computacional se refiere a los procesos de creación, almacenamiento, modificación y consulta automática de datos en los ordenadores.Estudios de Lingüística del Español (ELiEs), vol. 24 (2006) | ISSN: 1139-8736 |