ISSN: 1139-8736


3. Hipótesis de trabajo

La hipótesis que subyace al presente trabajo es que las oraciones SH y SF no están en variación libre sino que se suelen emplear en los contextos más coherentes con las características estructurales y comunicativas de cada una de esas oraciones.

Para formular la hipótesis me he basado en los presupuestos teóricos de lingüistas como García 1985a-b y De Jonge 2000. Según estos autores, para que la comunicación tenga éxito, es decir, para que el mensaje que el hablante desea trasmitir sea captado sin ambigüedad y con rapidez por el oyente, es conveniente que las formas seleccionadas para trasmitir el mensaje sean lo más coherentes posible con el contenido global del mismo; en otras palabras, lo que se busca es que todas las formas o al menos la gran mayoría de ellas apunten hacia la deseada significación. La búsqueda de eficacia comunicativa lleva entonces a los hablantes a construir mensajes con formas parcialmente "redundantes", es decir, congruentes con el contexto empleado y con el mensaje mismo. Como dice García (1985a:280): "puesto que los emparejamientos coherentes contribuyen al éxito de la comunicación, seguramente se ven más favorecidos que los no coherentes" (mi traducción)7.

La coherencia, aunque pragmáticamente motivada, se suele asociar a un factor cuantitativo: si una determinada forma se da más en determinados contextos que en otros, el hecho de usarla en el contexto cuantitativamente más frecuente y coherente con ella seguramente facilita la percepción de la misma y la comprensión del mensaje.

¿Cuál es el valor de las SH y de las SF? ¿Qué contextos son coherentemente favorables a cada una de estas construcciones? Ya se ha dicho que en los estudios realizados por Sedano 1990, 1995 y 2003 se observa que las seudohendidas se emplean generalmente para focalizar "nominales", en tanto que las oraciones con verbo ser focalizador se utilizan en gran medida para focalizar "no nominales". Esta distribución cuantitativa apunta ya a contextos distribucionalmente congruentes con cada una de las estructuras analizadas. Pero ¿existen también otros contextos congruentes?

Antes de seguir adelante en la formulación de las hipótesis, conviene analizar brevemente las características estructurales de las SH y de las SF.

Desde el punto de vista estructural, las seudohendidas son construcciones bastante complejas por cuanto poseen, entre otras cosas, un relativo inicial que ha de reflejar las características sintácticas y semánticas del constituyente focalizado, como se muestra en los ejemplos de (2):

(2) a. Lo que quiero es cantar;
  b. Los que lo saben son mis primos;
  c. Donde él duerme es en esa casa;
  d. Como se hace es así;
  e. Cuando lo vi fue ayer;
  f. Con quien vive es con sus padres;
  g. Para lo que necesito el lápiz es para hacer un dibujo.

La dificultad que conlleva la selección del relativo inicial se advierte si pensamos que el locutor, antes de haber iniciado la emisión, y para lograr que el constituyente focalizado que aparece al final esté bien representado por dicho relativo, debe ya saber cuáles son las características sintácticas y semánticas de dicho constituyente, tal y como se ilustra en los ejemplos de (2): cantar --> lo que (2a); mis primos --> los que (2b); en esta casa --> donde (2c), etc. El esfuerzo cognitivo que representa la selección del relativo no es el mismo en todos los casos. Por un lado están las características estructurales: la focalización de una frase nominal (2a-b), por ejemplo, es menos compleja que la de una frase preposicional porque el relativo que representa a la frase nominal no debe ir precedido por ninguna preposición, en tanto que el que representa a una frase preposicional ha de ir precedido por la misma preposición que acompaña al constituyente bajo foco (en (2f), con sus padres --> con quien; en (2g), para hacer un dibujo --> para lo que). Por otro lado está la frecuencia de uso: cuanto más frecuente es la focalización de un determinado tipo de constituyente, más automática se hace la relación entre ese constituyente y el relativo que lo representa y, en consecuencia, más fácil resulta la selección del relativo inicial. Si, como señala Sedano 1995 y 2003, una de las categorías que más se focaliza mediante las SH es la de las subordinadas sustantivas, el hecho de que el relativo que las representa sea siempre lo que (2a) seguramente facilita el aprendizaje rutinario de subordinada sustantiva --> lo que (ej., lo que quiero es cantar/ que llegues temprano); por el contrario, si los adverbios no suelen ser focalizados mediante las SH, y si además el relativo que se ha de seleccionar en esos casos cambia en función del tipo de adverbio, es evidente el costo cognitivo que representa, por ejemplo, la asociación entre así --> como (2d), y ayer --> cuando (2e).

La complejidad de las seudohendidas tiene una contraparte positiva y es que dichas oraciones, a causa de su estructura particular, hacen posible que el receptor perciba lo antes posible lo siguiente: i) que se está dando inicio a una construcción focalizadora; ii) que el relativo abre el camino a una cláusula precópula cuyo contenido se da por presupuesto; iii) que ha sido mencionada o es inferible la información que justifica la relevancia asignada al constituyente focalizado, y iv) que el relativo inicial refleja ciertas características sintácticas y semánticas de dicho constituyente.

De todos los aspectos comunicativamente favorables al empleo de las SH, me centraré ahora en las características de la cláusula precópula. Esta cláusula, a causa de su estructura particular, tiene la facultad de indicarle al oyente que la información que contiene y que se presenta como presupuesta, no sólo se relaciona con algo que él conoce o puede inferir sino que además es pertinente para la conversación (Lambrecht 2001), lo cual incita al oyente a hacer las inferencias necesarias. La mencionada cláusula, sin embargo, para ser pragmáticamente apropiada, debe respetar una condición enunciada por Prince (1978: 888): la de contener "material que el hablante cooperativo puede considerar apropiado para la conciencia del oyente en el momento de oír la emisión" (mi traducción)8. Sedano (1990:82) se pregunta en qué circunstancias la cláusula precópula contiene "material apropiado”, y, basándose en el análisis del corpus-77, señala lo siguiente con respecto a la misma:

es “apropiada” porque es “conectora” y es conectora porque ofrece alguna de las siguientes características: i) contiene información que el oyente puede en mayor o menor grado predecir tomando como base las expectativas creadas por el contexto previo (eso no parece universidad, lo que parece es un afiche); ii) enuncia los sentimientos, juicios, etc. del hablante con respecto a algo que ya apareció en el universo del discurso (ya yo sé la base de la música de piano [...]; lo que me falta es ejercicio); iii) describe un evento o situación de tipo muy general que se ajusta adecuadamente al contexto previo o a la situación de habla (Duro tres días acostado. Voy pa´l seguro y vengo [al barrio]. Aquí [en el barrio] los muchachos lo que les hace falta es una persona que los guíe).

Obsérvese que, de los tres tipos de posibilidades señaladas más arriba, el más alejado de lo que podrían ser las expectativas del oyente es el último. En el ejemplo que ilustra ese tipo, el hablante hace referencia a sus actividades diarias, que generalmente se desarrollan dentro de su barrio, situado en una zona obrera de Caracas. Aunque la palabra “barrio” no se menciona nunca, el barrio está de alguna forma presente en el universo del discurso, de manera que su mención (“Aquí”) resulta apropiada en la cláusula precópula de la SH; obsérvese además que en la precópula hay un verbo bastante abstracto y conjugado en presente de indicativo (“lo que falta”) que hace referencia a un situación general y previsible (en un barrio bajo es razonable suponer que hace falta algo).

Aunque el contenido de la cláusula precópula de las SH se apoya normalmente en lo dicho en el contexto inmediato previo, no hay duda de que, en los enunciados “menos conectivos”, es decir, menos asociados a las expectativas creadas por el contexto previo o por la situación de habla, parece conveniente que las SH refuercen su potencial conectivo al construirse con un verbo de significado bastante general o que esté pragmáticamente relacionado con lo que resulta más común dentro de la dinámica de la vida y relaciones humanas: creer, pensar, querer, lamentar... Esos verbos están "disponibles" para que el locutor seleccione, entre ellos, el que mejor establezca la deseada conexión (la adecuada inferencia) con el contexto previo o con la situación de habla.

El carácter presupositivo de la cláusula precópula de las seudohendidas me lleva a plantear como hipótesis el que dicha cláusula, si bien en enunciados muy cohesivos puede construirse con cualquier tipo de verbo y en cualquier tiempo verbal, en enunciados menos cohesivos resultará particularmente apropiada si se construye con un verbo de espectro semántico bastante amplio o que pueda reflejar las actitudes, sentimientos o situaciones a las que estamos acostumbrados los hablantes, sobre todo si dicho verbo aparece conjugado en un tiempo verbal poco marcado.

Pasemos ahora a las oraciones con verbo ser focalizador. Estas oraciones son estructuralmente más simples que las seudohendidas ya que carecen del relativo inicial. La simplicidad de las SF representa una ventaja para el locutor, que no debe seleccionar ningún relativo inicial, pero no deja de resultar un inconveniente para el receptor, que percibe esa construcción como una simple enunciativa hasta que llega casi al final de la misma, cuando el verbo ser indica que se trata de una estructura focalizadora.

Como ya se había señalado en la introducción, el contenido de la cláusula precópula de las SF, a diferencia de los que sucede con las SH, no se presenta como material presupuesto, lo cual retarda la tarea inferencial del oyente. El reducido soporte estructural de las SF ha de verse compensado de alguna forma para que la comunicación tenga éxito, es decir, para que el oyente haga las conexiones que justifican la focalización. Cabe suponer que esto sucede en dos oportunidades: i) cuando el contexto inmediato previo es lo suficientemente orientador (ej., A: ¿Ya llegó el doctor? B: No, el doctor llega es a las 5); ii) cuando la cláusula precópula cuenta con un buen número de elementos informativos ( al tigre lo están viendo ellos es del susto que tienen ) . Mi hipótesis con respecto a las SF es que, dado que estas construcciones tienen una cláusula precópula con un poder conectivo inherentemente reducido, su uso se verá fortalecido en los contextos con una secuencia temática muy clara o bien cuando la cláusula precópula sea lo suficientemente informativa como para orientar las expectativas del oyente hacia la focalización que aparece al final de la oración.





Notas

7 "since the coherent matchings contribute to the success of communication, they will probably be favored over the noncohering ones".

8 "represents material which the cooperative speaker can assume to be appropiately in the hearer's consciousness at the time of hearing the utterance".





Volumen 23 (2006)
ISSN: 1139-8736