ISSN: 1139-8736
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6.3.1. LAS FIGURAS DE CONSTRUCCIÓN

Consideramos figuras de construcción aquellas en las que se añade, suprime o cambia algo de lugar, sin que se produzca una ruptura de sentido, lo que sí se da en las figuras de sustitución. En estas figuras se encuentra una forma elemental, como es la repetición, que constituye la base de muchas de ellas. La repetición no puede considerarse como una desviación del uso normal, sino más bien como una elección del hablante que busca un efecto determinado al decir algo más de una vez.

En los estudios discursivos, la repetición se estudia en relación con la función que cumple en la conversación. Según Ong (1987), la redundancia o repetición de lo apenas dicho, mantiene eficazmente tanto al hablante como al oyente en la misma sintonía. Tannen (1976) ve la repetición como una capacidad del lenguaje de crear fórmulas ritualizadas, como aquellos aspectos del lenguaje que están fijados en forma y tiempo. Esta contribuye a hacer la conversación más eficiente, más rápida y menos consumidora de energía, porque contribuye a que se realice con menor esfuerzo al producir un discurso menos denso semánticamente. La repetición contribuye también a la comprensión, al contribuir a la cohesión y a crear comunión (rapport) respondiendo así a la función fática del lenguaje.

Villamizar (1993), basándose en el trabajo de Tannen, estudió la función de la repetición en el habla rural de Mérida, Venezuela. Ella confirma que la repetición sirve para intensificar y contrastar, en el caso de las oraciones y también para mantener el contacto entre los hablantes. Asimismo, afirma que la repetición puede tener una función lúdica. Observa asimismo que en algunos casos de repetición se da una iconicidad discursiva, cuando el ritmo de la figura parece reflejar, con el correspondiente alargamiento vocálico, el ritmo de la acción.

La repetición es útil desde el punto de vista argumentativo porque pertenece a las figuras que aumentan el sentimiento de presencia, importante para la argumentación pero inútil para el razonamiento científico (Perelmann y Olbrechts-Tyteca, 1994: 279).

Ahora bien, las figuras construídas en base a la repetición pueden definirse por el lugar en que aparece la palabra o la cláusula repetida en las oraciones o cláusulas sucesivas. Los siguientes textos son del Corpus del Habla Rural de la Cordillera de Mérida, recogidos por Jacqueline Clarac, otros del Habla de Mérida (Domínguez y Mora, 1998); en ellos se ejemplificarán las repeticiones.

i. La más sencilla es la repetición inmediata, simplemente enfática (a-c).

(a)
Era una vez que una mujer que era muy misera ... muy misera

(b)
y le pagaron .. le pagaron

(c)
se perdió y se perdió y se perdió

ii. Puede repetirse el comienzo de una frase (anáfora). Si se comienzan oraciones sucesivas con la misma frase, tenemos la figura que observamos en (d-f).

(d)
antonces ella le dijo que si se quería casar el hombre
que si se quería casar con ella

(e)
si llega a encontrar unos zamuros de esos
si llega a encontrar un nido con huevos de zamuros

(f)
no sabíamos que era avión
no sabíamos que era aeroplano
no sabíamos qué podía ser eso

iii. La figura contraria consiste en la repetición del final (g).

(g)
(y cuando empieza octubre
empieza la laguna a hacer ruido
por lo menos de Gavidia
se oye la laguna hacer ruido

iv. En (h-i) vemos la repetición del final de una frase al comienzo de la próxima.

(h)
todo pasó.. no se sintió más
no se sintió más..no volvió a pasar

(i)
entonces él que le daba una vuelta a la piedra
y le daba la vuelta la señora

v. Puede repetirse también una forma gramatical, en este caso en el sintagma verbal (j-n).

(j)
que le abriera un huequito a la mesa..en toda la mitad
que le dijera
que le dijera
que si era muy adivinador
que se metiera por ese huequito

(k) y quesque le dijo que si mejoraba la reina que sí le daba posada
y quesque se metió por debajo de la reina
y quesque le untó matas de esas
y quesque le dijo camino po allá
y que se mejoró

(l)
que si llegaba a ser grande
y si llegaba a ver a unos zamuros
y llegaba a encontrar un nido de zamuros

(m)
sino lo que va a encontrar es la piedra del zamuro
es la única manera de agarrar la piedra del zamuro

(n)
ni a qué venía
ni cómo se llamaba
ni nada de eso

vi. También se da en los textos la repetición por oposición (o).

(o)
y yo buscando pa'cá
porque 'tábamos era p'allá

vii. Vemos el quiasmo en nuestros textos (p), o sea la repetición de un pasaje en orden opuesto.

(p)
y entonces me dijeron
si llega a encontrar unos zamuros de esos
si llega a encontrar un nido con huevos de zamuros

se los lleva los huevos
va a su casa ..los cocina
y va y se los vuelve a echar en el nido

resulta que si uno lleva esos huevos
los lleva a su casa... los cocina
y los vuelve a echar en el nido

entonces en después vuelve uno a ir allá
y no va a encontrar (huevos)
sino lo que va a encontrar es la piedra del zamuro
es la única manera de agarrar la piedra del zamuro

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